EE.UU. desclasifica un informe con críticas a Biden por la evacuación de Kabul
►La Casa Blanca justifica su esfuerzo en favor de una retirada ‘ordenada’ en Ucrania para no repetir errores ►En el documento, militares de alto rango criticaron la improvisación y el caos en la salida de Afganistán
Si hay una cualidad que un presidente de EE.UU. –en especial, en su calidad de comandante en jefe– no se puede permitir es la indecisión. Y dos informes oficiales del Pentágono, ahora desclasificados, muestran que la falta de determinación y las malas decisiones de la Casa Blanca de Joe Biden tuvieron una contribución clave en la salida caótica y trágica de EE.UU. de Afganistán.
Los documentos apuntan a que Biden y su equipo tardaron demasiado en tomar la decisión de evacuar al personal diplomático en Kabul el pasado agosto, a pesar del avance formidable de los talibanes en todo Afganistán, y frente a las advertencias de los mandos militares. Y a que, en el caos de la evacuación desde el aeropuerto de Kabul, se cometieron muchos errores de planificación y ejecución de la operación para sacar al cuerpo diplomático, a los estadounidenses en la capital afgana y a sus aliados locales.
Las conclusiones de los informes suponen un nuevo borrón en la gestión de la actual política exterior. Biden es un político con mucha experiencia en materia internacional, después de haber liderado el Comité de Exteriores del Senado, con ocho años a la espalda como vicepresidente de EE.UU. y varios encargos en política exterior y con la vivencia personal de ser un padre de militar desplegado en el frente. En Afganistán, todo eso no se tradujo en una ejecución solvente de la salida de la guerra más larga en la que ha participado EE.UU.
Las tropas de EE.UU. habrían estado «mucho mejor preparadas para llevar a cabo una evacuación ordenada» si quienes tomaban las decisiones «hubieran prestado atención a los indicadores de lo que ocurría en el terreno», declaró el contralmirante Peter Vasely dentro de una investigación que el Pentágono inició en septiembre, cuando todo el contingente estadounidense había abandonado Kabul. El informe se ha desclasificado a petición de ‘The Washington Post’, que esta semana ya desvelaba que los mandos militares apuntaban a la responsabilidad de la Administración Biden en parte de los problemas de aquel episodio.
Vasely supervisó un informe sobre la evacuación, que determinó que la decisión de la Administración Biden de retrasar la salida del personal diplomático en la embajada de Kabul e iniciar una evacuación formal de los estadounidenses en Afganistán complicó la capacidad del Ejército para ejecutar la misión.
Según el informe, los militares advertían ya el 10 de agosto de que los talibanes avanzaban con fuerza. El Departamento de Estado no tomó la decisión de evacuar de forma inmediata, sino de forma gradual «en un periodo de 17 días». El 15 de agosto, los talibanes ya habían tomado Kabul y el Ejército tuvo que evacuar la Embajada a la carrera, con el recuerdo de la salida traumática de Saigón en la guerra de Vietnam. Y, además, organizar una evacuación de estadounidenses complicada al extremo, con la ciudad y los alrededores del aeropuerto controlados por los talibanes. «No está muriendo nadie ahora mismo», celebró Biden como premio de consolación en una entrevista en medio de la evacuación caótica el 18 de agosto, con miles de afganos cercando el aeropuerto, con intención de salir. Pocos días después, un terrorista suicida detonaba una bomba en una de sus entradas y acababa con la vida de 170 afganos y 13 militares estadounidense, la peor factura en vida para su Ejército en una década.
Aprender la lección
«Os cazaremos y os haremos pagar», dijo el presidente de EE.UU. a los terroristas tras el atentado. Tres días después, un ataque con dron mató a diez civiles –entre ellos, siete menores– en Kabul, en una operación equivocada que el Pentágono tardó semanas en reconocer como un error.
Los documentos desclasificados muestran ahora cómo los mandos militares criticaron la escasez de capacidad aérea para ejecutar la evacuación, la mala anticipación de los problemas que habría en el aeropuerto con la llegada masiva de afganos en busca de huida y otros errores de planificación.
Biden rechazó esta semana en una entrevista con NBC la idea de que él y su equipo ignoraron las advertencias desde el terreno de los mandos militares. Lo que es evidente es que, en la nueva crisis internacional que vive EE.UU., la tensión en Ucrania y Rusia, su Administración ha tomado un rumbo antagónico, quizá con la lección aprendida: ya ha comenzado la evacuación del personal diplomático, ha exigido a todos los estadounidenses que salgan «ahora» de Ucrania y ha establecido campamentos en Polonia para atender a los que salgan por medios terrestres.