El Gobierno convierte los fondos europeos en una legión de miniproyectos
► Aparca los grandes planes asociados a los Perte, con los que se pretende acelerar la recuperación económica ► Más de la mitad de las iniciativas que se pondrán en marcha este semestre son de menos de 10 millones de euros
Proyectos muy atomizados y complejidad. Son dos de los grandes problemas que están detectando las empresas en la gestión de los fondos europeos. «España está poniendo el foco en planes muy atomizados con prácticamente nulos efectos tractores para la economía española», detallan las fuentes consultadas por ABC, que vuelven a denunciar que aún no están en marcha las convocatoria asociadas a los Perte, los grandes proyectos con los que se pretende acelerar la recuperaración y transformación de la economía española.
Las mismas fuentes ponen el acento en el fiasco de la gestión. Explican que las ayudas que el Gobierno ha ido publicando son nuevas versiones de convocatorias tradicionales, el mismo modelo que estaba en marcha cuando no había fondos europeos, y que en su hoja de ruta la Administración está demostrando una «nula» capacidad para emprender iniciativas innovadoras, lo que achacan a que «está apalancada en la incercia» y también a que no cuenta con el personal suficiente.
Aseguran también que debido al pequeño tamaño de los proyectos convocados las empresas se están viendo obligadas a trocear los suyos y reclaman que el Ejecutivo acometa planes de gran tamaño que permitan mayor participación de las pequeñas y medianas empresas por la vía de las subcontratas, un sistema que les permitiría ganar tamaño y competitividad.
Con la inyección económica que supondrá el plan de recuperación, Gobierno
y empresas se enfrentan al gran reto de ser capaces de poner en marcha miles de proyectos para evitar que una parte del dinero quede sin ejecutarse, como ya ha sucedido en el pasado en España con otros fondos europeos. La historia se repite y algunos de los planes que deben revitalizar la economía ya se están quedando desiertos por la complejidad de los requisitos de acceso, lo que está siendo motivo de inquietud en el mundo empresarial, que teme que los recursos que llegan de Europa no terminen fluyendo a las pymes, en especial a las que tienen menos recursos.
El calendario les delata
El pasado 31 de enero el Gobierno trató de salir al paso de las críticas por la lentitud en la ejecución de los fondos europeos. No dieron datos de cuánto dinero ha llegado a la economía real, pero sí lograron enterrar ese debate en una montaña de cifras. La intención, según dijeron, es movilizar 24.667 millones de euros en este primer semestre de 2022, tras el fiasco de 2021.
Días después de aquello, La Moncloa publicó el calendario de proyectos que tiene previsto llevar a cabo hasta junio para canalizar esa cantidad de dinero. Son más de 260 iniciativas de toda índole y entre las que destacan las casi 90 que acapara el Ministerio de Asuntos Económicos. Sin embargo, como publicó ABC, hay departamentos como Consumo, Hacienda o Trabajo que no tienen ningún proyecto previsto para estos seis meses.
Dicho calendario delata las intenciones que tiene el Ejecutivo para la ejecución del dinero comunitario. De las más de 260 convocatorias previstas, más de 140 son de menos de diez millones de euros.
Esto da buena cuenta de cómo están atomizando los fondos europeos y convirtiendo el maná comunitario que habría de transformar la economía en una suerte de legión de miniproyectos sin efecto transformador para España, como recalcan las fuentes consultadas. Además, el hecho de sacar tantas convocatorias no hace más que confundir a las empresas en la búsqueda de qué ayuda o licitación le conviene más.
Existen proyectos de multitud de ministerios por debajo de los 10 millones de euros. Y yendo todavía a cotas más bajas, resulta que alrededor de media centena de los 260 proyectos son de menos de un millón de euros.
A todo ello hay que sumar las iniciativas que ya se han puesto en marcha en 2021 y en enero de este año, antes de presentar el calendario. En total, hasta junio se habrán hecho públicos alrededor de 800 convocatorias, muchas de ellas, como ha ido desvelando ABC, con escaso poder transformador.
Existen proyectos en el calendario de La Moncloa de apenas 40.000 euros, el que menor montante tiene asignado. Se trata de una licitación que sacará la Organización Nacional de Trasplantes, del Ministerio de Sanidad, para migrar bases de datos de un sistema a otro.
Los ejemplos de contratos de muy baja cuantía y con dudosa capacidad tractora se multiplican en la lista hecha pública por el Ejecutivo. En el tramo de 200.000 euros, por ejemplo, el Ministerio de Asuntos Económicos pondrá en marcha un «servicio de diseño gráfico», y un plan para divulgar la España digital 2025.
De lo que ya está publicado como licitaciones en marcha, el Ministerio de Industria se lleva la palma en cuanto a pequeñas iniciativas. La ministra Reyes Maroto gasta 110.000 euros de
fondos europeos en diseñar ‘merchandising’ de cine y videojuegos; otros 162.000 euros en una encuesta de internacionalización; y otros 3,6 millones para desenterrar un proyecto fallido de 2019.
Por su parte, como desveló este periódico, el Ministerio de Cultura de Miquel Iceta no se queda atrás y desembolsará 72.000 euros en retransmitir en ‘streaming’ ensayos de danza.