El resultado de Castilla y León demuestra que el PP andaluz tenía razón
▶ No chocará en público con Génova, pero mantendrán su hoja de ruta y su estrategia
La palabra fracaso ha sido la más repetida aunque siempre en entornos privados. El PP andaluz tiene muy clara su lectura de los resultados electorales de Castilla-León pero evitará como ha hecho hasta ahora la confrontación directa con la dirección nacional del partido. En público, el discurso es el mismo de siempre, «en Andalucía se va a agotar la legislatura» y el Gobierno andaluz «es estable y está encapsulado», palabras que ayer pronunciaron tanto el consejero de la Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, como la secretaria general del partido en Andalucía, Loles López.
Pero la lectura que hacen del resultado que ha obtenido en las urnas Fernández Mañueco es que el tiempo les ha dado la razón. «Es la prueba de que teníamos razón. Mañueco ha adelantado porque no pudieron hacerlo con Juanma Moreno», explica una fuente de la dirección popular que se muestra satisfecha de la decisión política del presidente andaluz que ha sabido –y podido– aguantar la presión.
En Andalucía consideran que la estrategia de Casado está encaminada al Congreso nacional del mes de julio, un cónclave que el presidente del PP quiere sin turbulencias. La clave de esta estrategia es que la dirección nacional ha invertido el orden de los congresos, empezando primero por los provinciales, luego los regionales (Andalucía celebró el suyo del 19 al 21 de noviembre) y, finalmente el nacional, para controlar todo el aparato del partido. Por cierto, en Andalucía Casado logró una pequeña victoria ya que de los ocho presidentes provinciales hay dos casadistas, Virginia Pérez, de Sevilla; y Javier Aureliano García, de Almería. «La campaña de Mañueco la ha hecho Génova, empezando por la tipografía de los carteles y los emblemas», explica otra fuente del PP andaluz a ABC analizando las circunstancias de los comicios del domingo.
El resultado de las elecciones castellanoleonesas preocupa en Andalucía porque ha evidenciado que el PP no ha sido capaz de capitalizar el voto que ha perdido Ciudadanos y, encima, se ha entregado a Vox en el peor escenario posible para Juanma Moreno.
La realidad sociológica de Andalucía no tiene nada que ver con la de Castilla-León, por más que en Madrid no hayan entendido estas diferencias. Juanma Moreno ejerce de político moderado porque es su carácter y su forma de ser, según él mismo confiesa pero, sobre todo, porque sabe que es la única manera de ensanchar la base del PP en esta comunidad para mantener el poder en la Junta de Andalucía. Moreno trabaja para pescar votos en el centro-izquierda y ha abrazado el andalucismo moderno, una bandera que está consiguiendo arrebatar a los socialistas.
La más que probable alianza del PP con Vox en Castilla y León le da el discurso hecho al PSOE andaluz y la cosa irá a peor. «¿Qué va a pasar cuando Vox exija poner el pin parental en el Gobierno de Castilla-León? ¿Cómo vamos a explicar eso nosotros?», insisten desde el PP andaluz.
Otra consecuencia para el Gobierno andaluz será la posición de Vox. Los de Abascal se ven fuertes y si hasta ahora habían pedido elecciones con insistencia en Andalucía, ahora es previsible que apuesten por el bloqueo real en el Parlamento andaluz, poniendo en apuros a Moreno. Y a eso hay que sumar el ‘efecto Olona’. Es la candidata mejor para el PSOE y la peor para el PP porque su carácter puede movilizar a una izquierda que, por el momento, está adormecida.