Marlaska niega negociaciones por los presos de ETA y las enmarca como «relaciones institucionales»
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, salió ayer al paso de las críticas por los contactos mantenidos entre personas de su departamento y colectivos en favor de los presos de ETA en los que se trataba de la situación de estos últimos. Marlaska, que recordó su condición de víctima de la banda en su etapa como juez, aseguró que «ni ha negociado ni negociará» sobre este asunto y enmarcó esas conversaciones en las «relaciones institucionales» que se mantienen con colectivos de presos. Defendió asimismo que ese tipo de contactos «nunca condiciona» la aplicación de la ley penitenciaria.
«La aplicación de la ley ni se negocia ni se negociará», afirmó el ministro, que descartó que el Gobierno, como asegura la AVT, trabaje en una reforma de la ley 7/2014 para adelantar la excarcelación de presos de ETA.
Reiteró que las decisiones en materia penitenciaria parten de lo que proponen las juntas de tratamiento de las cárceles, y luego son validadas por la Justicia y comunicadas a prensa y asociaciones. En su opinión, esto no ocurrió en los gobiernos del PP y recordó que con Aznar se trasladó a 575 etarras y a 230 con Rajoy.
La Guardia Civil, en un informe incorporado al sumario de los ‘ongi etorri’, reveló que Interior mantenía dos vías de comunicación con Bildu, una a través del secretario general de Prisiones, Ángel Luis Ortiz, y la segunda por medio de la Delegación del Gobierno en el País Vasco, para hablar de los presos. Antonio López Ruiz, ‘Kubati’, asesino de Yoyes, organizaba los homenajes y daba indicaciones a Joseba Azkarraga, exconsejero de Justicia del País Vasco y portavoz de Sare, que era interlocutor de Ortiz.