El alza del precio de la energía ahoga a los transportistas
▶ El Gobierno ultima la aprobación de un decreto para cumplir las promesas que hizo al sector en invierno ▶ Algunas empresas optan por dejar en tierra sus flotas ante los altos precios del gas y de los carburantes
Con la pandemia dando un respiro y las restricciones caducando, el transporte se ha topado con un nuevo obstáculo: la subida del precio de la energía. La subida del queroseno utilizado en la aviación ya pasa factura a las aerolíneas, mientras que Renfe ha reconocido un agujero de 133 millones en sus cuentas por la subida de la luz. En el transporte de mercancías por carretera, la factura energética directamente está paralizando la actividad de algunas flotas de gas.
Así lo reconoce el secretario general de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), Dulsé Díaz. «El precio del gas se ha duplicado y las empresas no están pudiendo repercutir estas subidas. Por eso algunas empresas han optado directamente por paralizar sus flotas», destaca Díaz.
Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) avisan de que más de 32.000 vehículos en España impulsados por gas natural se encuentran en la actualidad en una situación «crítica por su subida descontrolada de en más de un 300% en los últimos meses». De esta cifra, más de 10.000 son vehículos de transporte pesado, una cuantía que representa en la actualidad más del 4% de toda la flota española de camiones de más de 16 toneladas.
La presencia del gas natural en las flotas de transporte se ha incrementado en los últimos años, en parte por la apuesta de la Administración por la descarbonización. Según Fenadismer, empresas y autónomos han «acudido a la única alternativa madura y disponible que les permitía reducir su impacto ambiental». Ahora, sin embargo, esta inversión está provocando unos costes inabarcables.
Es por ello que desde el sector reclaman que el Gobierno tome cartas en el asunto. Las empresas de transporte han pedido por carta al ministerio del ramo que incluya al gas natural en el acuerdo que firmó el Ejecutivo con el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) en diciembre para que el gremio desconvocara los paros que tenía previstos justo antes de Navidad. En concreto, este acuerdo incluye la obligatoriedad de la revisión del precio del transporte por la variación del precio del gasóleo, pero no dice nada sobre el encarecimiento del gas natural.
Desde la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (Astic) también muestran su preocupación por la actual coyuntura de precios de la energía, y en especial del gas. Reconocen que no son pocas las empresas afectadas, sobre todo aquellas cuya flota está compuesta al completo por camiones a gas. «Algunos han cancelado sus pedidos de vehículos a gas todavía no entregados, y otros están perdiendo dinero respecto al que ganarían con un diésel en estas circunstancias. Las pérdidas son del orden de entre 1.000 y 1.100 euros al mes con el precio actual del gas, que se ha duplicado en el último año», explica el vicepresidente ejecutivo de Astic, Ramón Valdivia, que redunda en que «lo están pasando muy mal».
En el mismo sentido, el directivo apunta que muchas compañías que solo disponen de camiones a gas están directamente trabajando a pérdidas. «No pueden dejar de servir a sus clientes por sus compromisos comerciales y cuando la flota es mayoritaria de gas tiene que dar el servicio contratado sin posibilidad de parar los camiones», detalla el vicepresidente de Astic.
Valdivia matiza que las empresas que tienen alternativa dentro de su flota están parando los camiones a
gas y sustituyéndolos por diésel «porque el cliente no acepta subidas de precios». «Los paras cuando tienes alternativa y si sale un viaje bueno lo usas para no tenerlo ocioso» abunda.
Fecha límite
Todo el sector espera que el decreto de medidas urgentes comprometido con el Gobierno en diciembre, y que sirvió para desconvocar la huelga patronal en vísperas de Navidad, venga a resolver también esta cuestión. Un acuerdo que debería llegar a Consejo de Ministros antes del mes de marzo, pues el Ministerio de Transportes apalabró con el comité sectorial que sería aprobado antes de esa fecha. Fuentes del sector aseguran que ese compromiso sigue en pie y la norma recibirá luz verde, a más tardar, la semana que viene, cuando se celebre el último consejo ministerial de febrero.
Pero, por el momento, queda por conocer la redacción de algunas de las medidas pactadas entre el departamento que dirige Raquel Sánchez y el sector. Algunas de ellas referentes a los intereses de las empresas cargadoras, que llevan meses lamentando que se les haya dejado fuera de la negociación. Además del contrato de revisión de precios por combustible y de la prohibición de la participación del conductor en la carga y descarga, las cargadoras siguen en vilo ante un posible cargo a sus facturas del precio de los peajes, como así quedó contemplado en el acuerdo. Fuentes del Ministerio de Transportes aseguran que el paquete de medidas «está pendiente e irá en las próximas semanas», pero no concretan si cumplirán el plazo acordado con el sector.