Unas 300.000 pymes, destruidas en 2021, y 400.000 aún con problemas de liquidez
La crisis derivada de la pandemia, las trabas para acceder a las ayudas y las limitaciones a la actividad siguieron causando estragos en el tejido empresarial español, formado en su gran mayoría por medianas y pequeñas compañías. El balance de daños es el siguiente: más de 300.000 pymes desaparecieron en 2021 por la situación de asfixia financiera y otras 400.000 mantienen los problemas de liquidez en el inicio del año en curso por las restricciones y el estallido de la nueva variante de coronavirus. Estos datos se desprenden del barómetro del mes de febrero elaborado por el Consejo General de Gestores Administrativos, donde también se alerta de que otras 300.000 pymes empezarán a experimentar dificultades a lo largo de 2022 y se sumarán así al grupo de compañías en riesgo si no se toman más medidas por parte del Ejecutivo.
El análisis también concluye que el 11% de las pymes españolas están ahora en mora con los bancos, frente al 10% de compañías contabilizadas en esta situación el pasado septiembre. También siguen existiendo un 8% de pymes que no pagan sus deudas a la Seguridad social ni a Hacienda. En el estudio se advierte de que hay un 11% de pequeñas y medianas empresas que hoy no presentan este tipo de dificultades pero que, si la situación no mejora, los empezarán a sufrir en 2022. Para el presidente de los Gestores Administrativos, Fernando Santiago, «no se trata solo de las empresas que han desaparecido, si no que de continuar así van a seguir desapareciendo empresas y, por consiguiente, destruyéndose empleo».
«Ojalá que la disminución de empresas con serios problemas de liquidez responda a la mejora de su situación, en lugar de a la desaparición de la pyme. Hace unos meses señalábamos que eran 700.000 las que estaban en una situación muy difícil, ahora son 400.000, pero han desaparecido 300.000», recalca.
Por otro lado, la moratoria concursal prorrogada de nuevo hasta el 30 de junio por el Gobierno ha propiciado la existencia de un reguero de empresas que funcionan bien en apariencia, pero que se encuentran al borde de la disolución. En base a los datos del barómetro, dentro del grupo de las 400.000 pymes que arrastran problemas de liquidez desde que comenzó la crisis sanitaria se siguen contabilizando hasta 130.000 empresas en situación técnica de concurso de acreedores sostenidas por la moratoria del Ejecutivo. En opinión de Santiago, no significa que ese número exacto de compañías presentarán concurso el día que acabe la moratoria. «Estamos seguros de que muchas simplemente cerrarán sus puertas sin acudir a los juzgados», indica.