Caravaggio, el deseado: un año en primera plana
▶ El Palacio Real de Madrid rescata ‘Salomé con la cabeza del Bautista’ y lo exhibe en el Gabinete de Estucos ▶ En los últimos meses han aparecido en el mercado, en España e Italia, obras atribuidas al genial artista
Pendenciero, camorrista, asesino... y un genio. Nadie es perfecto. Caravaggio es el artista del momento. Un día sí y otro también, por uno u otro motivo, desde hace casi un año el pintor italiano no abandona las páginas culturales de los periódicos. En abril de 2021 saltó la noticia de que la sala Ansorena de Madrid iba a subastar una ‘Coronación de espinas’, del Círculo de Ribera. Partía con un precio de salida de 1.500 euros. Pero antes de la venta empezó a especularse con que podría tratarse de un ‘Ecce Homo’ perdido de Caravaggio. Propiedad de los hermanos Pérez de Castro, fue retirado de la subasta. Supimos que el lienzo formó parte de las Colecciones Reales y acabó en la Academia de Bellas Artes, hasta que el político liberal Evaristo Pérez de Castro, antepasado de los actuales propietarios, lo intercambió por un Alonso Cano. Declarado BIC e inexportable, se halla a la espera de su restauración, de la confirmación de su autoría y de su posible venta.
También en el mercado han acabado otro dos Caravaggios, en ambos casos en Italia. El pasado 18 de enero quedaba desierta la llamada ‘subasta del siglo’: la única pintura mural de Caravaggio no conseguía comprador. Encargada por el cardenal Francesco Maria del Monte, gran coleccionista y mecenas del maestro, se halla en el techo de una estancia del Casino de la Aurora o Villa Ludovisi, nombre que toma de su último propietario, el príncipe Nicolò Boncompagni-Ludovisi. La venta se producía a causa de una disputa familiar entre la tercera esposa del príncipe, Rita Jenette, y los hijos del primer matrimonio de aquel. La oferta mínima era de 353 millones. No hubo pujas. Habrá una nueva oportunidad el 7 de abril.
Recientemente, saltó la noticia de la venta de ‘La coronación de espinas’ del pintor, que se halla en el Palazzo degli Alberti en Prato. El inmueble acogió las oficinas de la Banca Popolare di Vicenza, que entró en quiebra en 2017. La institución está liquidando sus activos, incluida la colección de arte. Además del Caravaggio (algunos especialistas dudan de su autoría), hay otras 124 pinturas de Tintoretto, Tiepolo o Bellini en las sedes del banco. Solo hay un inconveniente: la Ley de Patrimonio italiana no permite que las obras se muevan de los lugares donde se hallan.
Caravaggio vuelve a ser noticia en España. Entre las joyas de Patrimonio Nacional se halla uno de los cuatro Caravaggios que se conservan en las colecciones españolas: ‘Salomé con la cabeza del Bautista’ (hacia 1607), que se exhibe, a partir de hoy, en el Gabinete de Estucos del Palacio Real de Madrid (inspirado en modelos de Pompeya y Herculano, la estancia conserva la decoración ideada por Sabatini para la reina María Luisa de Parma), con el patrocinio de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán. Los otros tres son ‘David
vencedor de Goliat’, del Prado; ‘Santa Catalina de Alejandría’, del Thyssen, y ‘San Jerónimo en meditación’, del Monasterio de Montserrat.
En 2016 la ‘Salomé’ formó parte de una exposición sobre el Seicento en el Palacio Real de Madrid, que después viajó a Roma. Y en 2019 se exhibió en la muestra ‘El último Caravaggio’ en Nápoles. Pero lleva años sin verse en la colección permanente. ¿Por qué? Carmen García-Frías, conservadora de Pintura Antigua de Patrimonio Nacional, explica que, «debido a una reorganización de las colecciones, se cerró la galería de pintura». El Caravaggio cuelga en el Gabinete de Estucos hasta la inauguración del Museo de las Colecciones Reales. Según su directora, Leticia Ruiz, «queda poco. La parte museográfica ya está. Las cosas que quedan para concluir se nos escapan un poco». ¿Será este año o en 2023? «Creo que abrir en 2022 queda bastante descartado».
Leticia Ruiz explica que «ahora mismo Caravaggio es objeto de renovado interés por la aparición de un nuevo ejemplar en las colecciones españolas. Y tanto el público como los especialistas nos pedían volver a ver de forma tranquila y continuada un cuadro tan importante como este». Cuenta a ABC que se han recibido varias peticiones del público: «Caímos en la cuenta de que no se podía ver este cuadro. ¿Pero cómo no lo tenemos expuesto? Hay que enseñarlo. Tienen toda la razón».
Se salvó de las llamas
‘Salomé con la cabeza del Bautista’, de Caravaggio, apareció por primera vez documentada en la colección del segundo conde de Castrillo, García de Avellaneda y Haro, que fue virrey de Nápoles entre 1653 y 1659. Este menciona una pintura, con una descripción idéntica, en un inventario de 1657. El cuadro entró en las Colecciones Reales en años posteriores. En 1666 la obra ya figuraba en el inventario del Alcázar de Madrid. Logró salvarse del incendio de 1734. Recaló en el Palacio Real de Madrid en 1951. Su última restauración tuvo lugar en 2015 y estuvo a cargo de Rafael Alonso. El fondo de la composición recuperó las tonalidades verdosas originales; se rescató el brillo metálico de la empuñadura de la espada y la sutileza de la transparencia del velo sobre el escote de Salomé. «Esta obra genera inquietud. Es como un asesinato en la intimidad del hogar», advierte Leticia Ruiz.
Michelangelo Merisi da Caravaggio (Milán, 1571-Porto Ercole, 1610) es hoy uno de los artistas más admirados y codiciados del mundo, pero no siempre fue así. Olvidado durante siglos, fue rescatado en 1951 por Roberto Longhi con una exposición en el Palacio Real de Milán. Y desde entonces el mito no ha hecho más que crecer. Más allá de su tumultuosa biografía (mató a un hombre, huyó a Nápoles, murió en Porto Ercole en circunstancias no desveladas...), fue un genio que revolucionó la pintura del Barroco con sus innovadoras composiciones y sus espléndidos claroscuros. ¿Por qué hoy nos sigue fascinando? «Caravaggio lo transforma todo, cambia la forma de mirar», concluye Leticia Ruiz.