Toda una vida dedicada a la aviación y su proyecto familiar
Federico Michavila Pallarés Ex teniente general jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, la empresa que fundó, puntera en el sector del azulejo, tiene filiales en 29 países y clientes en más de 130
Federico dedicó prácticamente toda su vida al Ejército del Aire. Tanto él como su padre, el doctor Federico Michavila Paús, tenían una gran predilección por las Fuerzas Armadas, especialmente por la Marina. De hecho, según él mismo recordaba, «soy un alcorino que quería ser pez pero terminó siendo pájaro».
Durante su trayectoria como militar del Aire ocupó cargos de suma responsabilidad, entre los que destacan: comandante jefe 12 Escuadrón F86F en la base aérea de Manises (Valencia), teniente coronel jefe de grupo del Ala nº 12 de Phantom en la base aérea de Torrejón de Ardoz, coronel de la Academia General del Aire (AGA) y director general de Personal del Ministerio de Defensa. Finalmente, don Federico, a sus 61 años, consolidó su extensa carrera, destacada por trabajo, experiencia y pasión por la aviación, con el ascenso al máximo rango de las Fuerzas Aéreas: teniente general jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire. En su largo recorrido como aviador acumuló 7.000 horas de vuelo y un total de 19 condecoraciones nacionales e internacionales.
Don Federico fue una persona incansable y, aparte de su agitada vida como militar, quiso emprender un proyecto familiar. El 15 de agosto de 1963, con el apoyo de su padre, el doctor Federico Michavila Paús, puso en marcha en su pueblo natal una pequeña fábrica de fritas y esmaltes a la que llamaría Torrecid.
A este motivador proyecto se incorporó pocos años después de su fundación su hijo Federico Michavila Heras, actual CEO y presidente del Grupo. Gracias a su firme apuesta por la innovación, el liderazgo y la globalización, Torrecid fue evolucionando y creciendo exponencialmente hasta convertirse en una empresa familiar multinacional globalizada, con filiales en 29 países y clientes en más de 130.
Su tan apreciada localidad natal Alcora le dedicó un homenaje como hijo predilecto de la población que le vio nacer, tanto por su trayectoria profesional como por agradecimiento a todas las acciones que el militar hizo por su ciudad.