‘Perni’, un drama ligero sobre los problemas diarios del primer mundo
▶ El canal de pago Cosmo estrena mañana (22.00) esta serie nórdica sobre una cuarentañera y su familia
Henriette Steenstrup (Noruega, 1974), creadora y protagonista de la serie ‘Pørni’, sabe que el título, aunque sugestivo, es grosero. «No suena tan bien en inglés», reconoce entre risas. En España, esta ‘dramedia’ sobre una madre divorciada de familia se llama ‘Perni’ y se estrena mañana en el canal de pago Cosmo a las diez de la noche. Es la primera ficción televisiva que escribe por su cuenta. «Sin nadie al que culpar», bromea. Su interés, más que en las imágenes, está en los personajes y diálogos. Como en otras obras parcialmente biográficas, el espectador no sabe qué es realidad y qué es ficción. «Quería escribir algo que fuera tanto gracioso como trágico porque eso es lo que me gusta a mí ver. Encontré tanto drama en mi día a día como en una tragedia de Shakespeare», afirma.
La protagonista de ‘Perni’, una trabajadora social, vive bajo el mismo techo con su padre viudo (que acaba de salir del armario), sus dos hijas (una adolescente con ‘papitis’) y un sobrino del que se ha hecho cargo tras la muerte de su madre. Steenstrup quería mostrar a lo largo de estos seis episodios la cantidad de cosas, buenas y malas, que pasan en una misma casa. Ella lo sabe por experiencia: «Uno puede estar con una pena enorme y el otro ha sido admitido en un colegio. Un día de mi vida es así». Esta familia, como cualquier otra, es adorable, pero latosa: «Les quieres, pero a veces necesitas un respiro de ellos». Otro de sus objetivos era hacer una ficción para adultos tras comprobar que no se reía con las comedias dirigidas hacia ella, pero sí sus hijos. «Una serie que, quizás, los adolescentes vieran con sus padres», pensó. ‘Perni’ es, a su nórdica manera, una reivindicación de héroes cotidianos como enfermeros y profesores. «Ella es idealista: quiere mejorar el mundo», explica.
A diferencia de otras series, en ‘Perni’ son todos buena gente. «La mayoría hace lo mejor que puede; no intenta hacer lo peor posible. Cuando ves discutir a una familia en televisión, son muy mezquinos. Yo no hablaría así a mi hija o viceversa. Todo el mundo da lo mejor de sí, pero hay fracasos, defectos, equivocaciones… Quería encontrar humor y drama en eso», desarrolla. El duelo por la muerte de un familiar es el esqueleto argumental: «Lo gestionan de la misma manera que mucha otra gente: no te rindes porque los niños tienen que ir al colegio, tú tienes que trabajar y el lavavajillas se rompe aunque el mundo esté hecho pedazos».