El testaferro de Maduro fue informante de EE.UU. por años
Un juzgado de Florida revela la traición de Alex Saab, que deja en evidencia al chavismo
El exjuez Baltasar Garzón le defendió en Cabo Verde, y hasta dijo que su arresto era «una barbaridad, pura y dura»
Álex Saab, el empresario que actuó como conseguidor y testaferro del régimen de Nicolás Maduro antes de ser detenido en Cabo Verde y extraditado a Estados Unidos, había sido informante de la Agencia Antidroga norteamericana (DEA) desde 2018, según un documento judicial que fue revelado en Florida este miércoles. Tras su arresto en junio de 2020, el régimen chavista lo nombró embajador, lo representó Baltasar Garzón y apoyaron su liberación intelectuales como Noam Chomsky, que le calificó de «secuestrado» por EE.UU.
Ahora, es sabido que Saab fue fichado en secreto por la DEA como informante en 2018, y según esos documentos judiciales dio a los agentes estadounidenses información sobre sobornos que él mismo pagó a funcionarios venezolanos. Saab está en pleno juicio por ocho cargos de soborno y lavado de dinero al canalizar más de 350 millones de dólares a cuentas en el extranjero, incluido EE.UU.
El documento judicial revelado ahora segura que «la cooperación de Saab incluyó proporcionar a las fuerzas del orden público [de EE.UU.] información sobre los sobornos que pagó y los delitos que cometió». Según ese mismo documento, Saab entregó a EE.UU. casi diez millones de dólares de su fortuna como parte de su acuerdo de cooperación, que incluyó varias reuniones con agentes de policía en Colombia y Europa.
Entregarse a EE.UU.
En virtud de ese acuerdo Saab se comprometía a entregarse a EE.UU. antes del 30 de mayo de 2019, pero no lo hizo. Dos meses después, fue sancionado por la Administración Trump y acusado en un tribunal federal de Florida por los cargos antes mencionados.
Según dice la fiscalía de EE.UU. en ese revelador documento, la primera reunión de Saab con agentes de la DEA se llevó a cabo en agosto de 2016. Le siguieron otras reuniones en las que Saab estuvo hasta representado por fiscales colombianos y estadounidenses y en 2018 fue inscrito oficialmente en EE.UU. como fuente colaboradora de la DEA.
En la última reunión con EE.UU., mantenida en Europa en abril de 2019, se le advirtió a Saab que si no se entregaba antes de la fecha límite sería sancionado y acusado penalmente, como sucedió.
Durante años, Saab, nacido en Colombia, se había beneficiado de su buena sintonía con el chavismo. Según el Tesoro norteamericano, que dictó las sanciones contra él y varios socios suyos en 2019, estos amasaron verdaderas fortunas vendiendo al régimen de Maduro miles de toneladas de alimentos humanitarios de baja calidad y con precios astronómicos, dentro del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Al ser arrestado el 12 de junio de 2020 en Cabo Verde, Saab se encontraba repostando un jet privado. Para intentar otorgarle inmunidad diplomática, Maduro lo nombró en diciembre de 2020 embajador plenipotenciario en África. Rusia también calificó de ilegal la captura de Saab, a quien se refirió en este proceso como diplomático, y anunció consecuencias para los países que participaran en su extradición.
Maduro y socios suyos dentro del llamado Grupo de Puebla dijeron que consideraban a Saab preso político. En la misma línea se ha pronunciado el abogado del empresario, el juez Garzón, inhabilitado en España por prevaricación. Este llegó a decir que «la detención de un diplomático es una barbaridad, pura y dura».
En EE.UU., afines a ese grupo se pusieron también en marcha, habituales en la defensa de Maduro y del chavismo ante Washington. Un grupo llamado Alianza por la Justicia Global, que tiene sus orígenes en la llamada Red de Solidaridad con Nicaragua, primera organización estadounidense de apoyo a los sandinistas, lanzó una campaña respaldada por Chomsky y otros intelectuales afines, en la que denunció que Saab «fue secuestrado, detenido y torturado bajo órdenes de la administración Trump». «Pedimos al presidente Biden que retire la demanda de extradición de Álex Saab a EE.UU.», añadió en una carta abierta a Biden.
Los abogados de Saab en EE.UU. se negaron ayer a hablar sobre este documento.