LA UE ACUERDA EL MÁS SEVERO PAQUETE DE SANCIONES CONTRA EL KREMLIN
El embajador ruso en Bruselas advierte de que Moscú responderá con represalias
Los dirigentes europeos han condenado unánimemente el ataque de Rusia y han multiplicado las reuniones con el objetivo de exhibir un frente político unido frente a Moscú. La base de este consenso está en el paquete de sanciones más importante que se haya diseñado jamás y que fue aprobado por los líderes de los veintisiete. Horas antes del inicio de la reunión extraordinaria del Consejo Europeo que empezó a última hora de ayer en Bruselas, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, había calificado la situación de «momento decisivo» durante un encuentro, junto al presidente del Consejo Charles Michel, con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que a su vez había anunciado un refuerzo de la presencia militar en la zona oriental de la Alianza. Los dirigentes aliados se reunirán también hoy como resultado de que una decena de países miembros de la OTAN han invocado el artículo 4 del Tratado de Washington que prevé que se produzcan consultas en caso de que se desencadene una amenaza contra alguno de los miembros de la Alianza.
La presidenta de la Comisión, que en el Gobierno alemán había sido ministra de Defensa, adelantó que las sanciones que acordaron los jefes de estado o de Gobierno europeos pretenden «dificultar todo lo posible que el Kremlin continúe con sus acciones agresivas». Las sanciones deberán ser aprobadas formalmente hoy en una reunión de ministros de Asuntos Exteriores antes de ser publicadas en el Diario Oficial para que entren en vigor. Esas sanciones incluyen medidas financieras que limitarán radicalmente el acceso de Rusia a los mercados de capital europeos, lo que según Von der Leyen «tendrá un fuerte impacto» sobre la economía rusa porque podrían «dificultar el crecimiento económico de Rusia, acelerar la inflación, intensificar las salidas de capital y erosionar gradualmente la base industrial» de la economía rusa.
Las sanciones también incluyen el control de exportaciones, lo que sirgnifica que Rusia tendrá limitado su acceso a elementos tecnológicos cruciales para el desarrollo y el funcionamiento de su industria. «Queremos aislar a la industria rusa de las tecnologías que necesita desesperadamente» y «debilitar la posición tecnológica de Rusia en áreas clave, en las que los oligarcas obtienen el grueso de sus beneficios» con el objetivo de «degradar seriamente a la economía rusa».
Es muy probable que Moscú responda con contramedidas, como ya advirtió ayer el embajador ruso ante la UE, Vladímir Chizhov, ante el secretario general de Servicio Europeo de Acción Exterior, Stefano Sannino, que le había llamado para reprocharle la intervención militar en Ucrania y advertirle de que las sanciones son consecuencia de esta operación. Chizhov le respondió diciendo que considera «ilegítimas y sin fundamento estas medidas unilaterales que solo pueden empeorar la situación ya grave en las relaciones entre Rusia y la UE» y que si se mantienen «se producirán inevitablemente contramedidas del lado ruso».
Repercusiones económicas
De hecho, los ministros de Economía que tenían previsto reunirse mañana en París para hablar de asuntos corrientes ya han asumido que su primer objetivo será analizar los efectos de las sanciones en la economía comunitaria, empezando por las repercusiones de la subida de los precios de la energía.
Y mientras tanto los países limítrofes con Ucrania, desde Rumanía hasta Polonia, han empezado a recibir refugiados ucranianos huyendo de las zonas de guerra. Los ministros de Exteriores ya habían previsto en su última reunión empezar los preparativos para acogerlos. Solo en Rumanía –el país más pobre de la UE– acogieron ayer más de 5.300 personas huyendo de la guerra.