Las regiones ganarán peso en las decisiones del PP de Feijóo
►La integración de los territorios en el Comité organizador del congreso, modelo para la estructura del partido ►«No defraudaremos a los votantes, a los militantes, ni a los españoles. Todo el PP estará a la altura», dice Gamarra
Las regiones han tomado los mandos del Partido Popular en la práctica. Con Alberto Núñez Feijóo al frente, el conjunto de los barones ha dirigido y decidido el camino que debía tomar esta formación política en el momento más crítico y más difícil de su historia. Y han sido ellos los que, por unanimidad y después de un agrio debate, han llegado a un acuerdo para marcar el calendario que deberá seguir el aún presidente nacional, Pablo Casado.
Puede hablarse ya de la ‘rebelión de los barones’, después de una larga etapa en la que se han quejado de ser poco escuchados por Génova. Una rebelión que ha forzado un relevo exprés en la cúpula del partido, con la dimisión del secretario general y la renuncia del presidente nacional, que se hará efectiva en el congreso del partido, tal y como se acordó en la noche del jueves.
Una de las primeras decisiones que han tomado los presidentes del PP en las comunidades autónomas, y que figura en el comunicado de cuatro párrafos que salió de la reunión del jueves por la noche en Génova, es la de integrar a todas las regiones en la organización del congreso extraordinario. «Se propondrá a la Junta Directiva que Esteban González Pons sea el presidente del Comité Organizador del Congreso, y que este quede compuesto por al menos un miembro designado por cada organización territorial», dice el punto cuatro del comunicado.
Renovación en cadena
Fuentes populares lo interpretan como toda una declaración de intenciones del ‘nuevo’ PP que, previsiblemente, estará capitaneado por el gallego Alberto Núñez Feijóo, el presidente regional que desde el principio de la guerra civil del partido se puso al frente de todos los barones y actuó como portavoz de ellos.
El modelo territorial elegido para el Comité organizador del congreso extraordinario, que se celebrará los días 2 y 3 de abril, servirá para el resto de órganos del partido, que tendrán que elegirse y renovarse en las próximas semanas y meses, según consideran las fuentes consultadas.
El jueves por la noche, ya de madrugada, Feijóo confirmó ante los medios que esperará a que se convoque el congreso extraordinario para anunciar su decisión sobre su candidatura. La realidad es que Feijóo salió de Génova aupado por sus compañeros territoriales como futuro líder del partido. Y en la práctica, ya ha empezado el traspaso de poderes en la sede nacional de esta formación, en asuntos cotidianos y de funcionamiento ordinario.
En el PP se da por hecho que Feijóo repartirá juego entre el resto de los barones para integrar a los territorios más relevantes o con más peso en las principales estructuras del partido. El puesto de secretario general podrá recaer así en otra de las baronías, y muchos están apuntando a Andalucía. Feijóo mantiene una excelente relación con el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, el otro barón que ha liderado los cambios y que apoyó a Feijóo rápidamente cuando se propuso permitir a Casado una salida escalonada y a su medida de la presidencia del partido.
Casado, papel institucional
En la Junta Directiva Nacional del próximo martes, en la que Casado se ha reservado un discurso ante los más de 400 miembros que forman parte de ese órgano del partido, se tendrán que decidir las funciones concretas de la nueva coordinadora general, Cuca Gamarra, y del propio presidente nacional. A éste se le reservarían las funciones institucionales propias de la presidencia nacional del partido. Ha llegado al final de su etapa al frente del PP con un equipo muy reducido de fieles. Ahí está el vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, que seguirá al lado de Casado hasta que este abandone Génova.
Todo apunta a que entonces Montesinos renunciará a su acta de diputado y dejará la política, a la que llegó desde el periodismo para unirse al proyecto de Casado. Otra vicesecretaria fiel al presidente nacional es Ana Beltrán, quien tiene intención de seguir en la batalla política por el mismo motivo por el que entró: plantar cara al nacionalismo.
En cuando a Cuca Gamarra, todas las fuentes consultadas apuntan que tomará las riendas del partido de forma provisional durante un mes, hasta el congreso extraordinario. En principio, asumiría no solo las negociaciones políticas sino también el poder orgánico y la representación parlamentaria, aunque desde una situación de interinidad. «No va a llevar a cabo decisiones ni actuaciones trascendentales, que puedan condicionar a la nueva dirección, como por ejemplo pac
tar la renovación del CGPJ; todo lo importante lo reservará para la nueva dirección, salvo que sean cuestiones urgentes que no puedan esperar», apuestan fuentes populares. «Entendemos que Cuca estará al frente del día a día, de todo lo que implica que el partido siga funcionando adecuadamente. En resumen, que tendremos que consultarle todo a ella», coinciden otras fuentes.
Cara a cara con Sánchez
A falta de que todo ello se confirme o no el próximo martes, se da por descontado que como máximo cargo del partido con representación en el Congreso será ella la que debatirá con el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Parlamento durante esta etapa. Es decir, tanto los miércoles en las sesiones el control al Ejecutivo (quedan cuatro hasta que los populares elijan a su nuevo líder) como en los plenos ordinarios y extraordinarios.
Si esta previsión se cumple, su primer cara a cara con el jefe socialista tendrá lugar el próximo miércoles durante el pleno monográfico convocado por el ataque ruso a Ucrania. Además de intervenir en las sesiones parlamentarias, Gamarra también tendría que fijar la posición del partido frente a los pasos que vaya dando el Ejecutivo, las nuevas leyes y decretos que vaya aprobando el Consejo de Ministros y los acontecimientos que tengan lugar durante este mes.
Ayer, la todavía portavoz del partido evitó entrar en especulaciones. Compareció por la tarde en el Congreso para realizar una declaración sobre la invasión de Ucrania y señaló que la extrema gravedad del tema obligaba a dejar otras cuestiones de lado. Pero sí quiso subrayar que el PP ha tomado una serie de decisiones «por unanimidad» en los últimos días y con el objetivo de recuperarse de la crisis sufrida. «No vamos a defraudar a los votantes, ni a los militantes, ni a los españoles. Estaremos a la altura de las circunstancias todo el Partido Popular», destacó. Esta comparecencia sirvió para ampliar la posición que ella misma había fijado vía Twitter por la mañana: condena a Moscú, apoyo al Gobierno en una respuesta firme y contundente con los aliados de la Unión Europea y la OTAN, y máxima solidaridad con el pueblo ucraniano
En un detalle que no pasó desapercibido, Gamarra señaló que su posición coincidía y estaba coordinada con la de Pablo Casado. Y es que ayer por la mañana sorprendió a muchos que el todavía presidente popular publicara un mensaje en Twitter informando de que había llamado a Sánchez para trasladarle el apoyo del PP a una respuesta coordinada internacional. Lo hizo un minuto antes de que Gamarra publicara su posición.