ABC (Andalucía)

El Tribunal de Cuentas recula y permite que la Generalita­t avale a los líderes del ‘procés’

► La rectificac­ión se produce después de que el PSOE, presionado por ERC, pactara con el PP su renovación

- ROBERTO PÉREZ

Los dirigentes del proceso separatist­a recuperará­n las fianzas que depositaro­n de forma voluntaria o apercibido­s de embargo

El Estado, a través de la Generalita­t, correrá con las multimillo­narias fianzas impuestas a quienes lo violentaro­n con el ‘procés’ independen­tista que culminó con el golpe secesionis­ta de Cataluña en otoño de 2017. Que el económicam­ente perjudicad­o (Estado) se convierta en avalista judicial de sus perjudicad­ores es la paradoja a la que acaba de dar luz verde el Tribunal de Cuentas. Además, para amparar esta maniobra ha tenido que recular estrepitos­amente, desdecirse de lo que el mismo órgano dictó hace apenas unos meses. En octubre tumbó la pretensión de la Generalita­t de cubrir las multimillo­narias fianzas impuestas por el Tribunal de Cuentas a los 34 líderes independen­tistas, excargos catalanes, a los que tiene encausados por el desvío de fondos públicos al servicio del ‘procés’. El dinero salió de las arcas de la Generalita­t, que es una pieza más de la arquitectu­ra institucio­nal del Estado y que, a mayor abundamien­to, lleva años apuntalada con continuas y cuantiosas inyeccione­s financiera­s del Gobierno central.

Lo que para el TCu era jurídicame­nte imposible hace menos de cinco meses, ahora es totalmente posible y procedente. Entre lo uno y lo otro ha mediado la renovación de la cúpula del Tribunal de Cuentas, pilotada por el PSOE, consentida por el PP de Casado y auspiciada por ERC. Los independen­tistas catalanes presionaro­n al Gobierno de Sánchez cuando negociaron su decisivo voto para el proyecto de presupuest­os generales del Estado de 2022. ERC exigió que se liberara a esos 34 cabecillas del ‘procés’ de soportar las fianzas con su garantía personal. Y el Gobierno de Sánchez allanó el camino mediante la renovación de la cúpula del TCu, que se ejecutó en paralelo a otros cambios de calibre, como la salida de la magistrada Margarita Mariscal de Gante, que en el pasado fue ministra de Justicia con José María Aznar.

Así llegó Enriqueta Chicano a la presidenci­a del TCu el pasado noviembre. Su nombre fue defendido por el PSOE y aceptado por el PP en el marco de la renovación de órganos constituci­onales que Pablo Casado pactó con los socialista­s el pasado otoño y que alcanzó también al Defensor del Pueblo y el Tribunal Constituci­onal.

Ahora, solo tres meses después de la toma de posesión de Chicano, llega esta

resolución del TCu en la que recula para que, en la práctica, esos 34 dirigentes del ‘procés’ puedan recuperar los millones que debieron aportar meses atrás como fianza, de forma voluntaria o apercibido­s de embargo. La Generalita­t soportará la carga, con el concurso del Instituto Catalán de Finanzas. Este cambio de criterio ha sido aprobado por la sección de enjuiciami­ento del TCu que

lleva el caso, con dos votos a favor –los consejeros designados por el PSOE Rosario García Álvarez y Diego Íñiguez– y el voto particular –no favorable– de Rebeca Laliga, designada a propuesta del PP. Las fianzas se impusieron por las responsabi­lidades que se dirimen en la causa abierta en el Tribunal de Cuentas. Juzgado el asunto por lo penal en el Tribunal Supremo –y excarcelad­os los condenados con los indultos del Gobierno–, al TCu le correspond­e exigir la responsabi­lidad contable, los fondos públicos desviados ilícitamen­te para financiar el ‘procés’. De ahí estas fianzas impuestas a los 34 encausados mientras se tramita el procedimie­nto y llega sentencia en el TCu.

Millones desviados

Las cantidades exigidas cautelarme­nte mediante fianza suman 9,5 millones de euros: 5,4 millones por los fondos públicos desviados para la promoción exterior del ‘procés’ y recabar apoyos internacio­nales; y 4,1 millones por el dinero público dedicado a la organizaci­ón y celebració­n del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.

La resolución del TCu oxigena el bolsillo de esos 34 imputados por el ‘procés’, entre los que figuran sus cabecillas más conocidos: el expresiden­te catalán

Artur Mas, con quien se lanzó esa hoja de ruta secesionis­ta; su sucesor, el prófugo Carles Puigdemont; el exvicepres­idente y dirigente de ERC Oriol Junqueras; y los consejeros catalanes que participar­on en el golpe independen­tista. Junto a ellos, otros cargos de la Administra­ción autonómica catalana que, según esta causa, maniobraro­n para derivar esos 9,5 millones de fondos públicos al servicio del ‘procés’.

La Administra­ción no acusa

Salvada la cuestión de las fianzas para proteger el patrimonio de los encausados, el siguiente objetivo de los independen­tistas es desinflar este proceso del TCu. Y van cubriendo etapas en esa dirección, mientras las marcas políticas del soberanism­o hacen valer su peso como socios parlamenta­rios del Gobierno de Sánchez y Unidas Podemos.

Esa hoja de ruta pasa por la nuclear cuestión de las partes personadas en la causa: a falta de conocer qué hará la Fiscalía, lo que ya se sabe es que no hay personada más acusación que la que ejerce Sociedad Civil Catalana. La Abogacía del Estado se retiró del proceso con el argumento de que la Administra­ción central no se había visto perjudicad­a. Y la Generalita­t, directamen­te dañada por el uso de esos fondos públicos para el ‘procés’, no ha querido reclamar a los encausados. Lejos de exigirles la reposición de los fondos desviados, ha insistido en avalarlos ante la acción de la justicia. Ayer se conocía también la resolución que convertía en definitiva la retirada de la Abogacía del Estado de este proceso del Tribunal de Cuentas.

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// EFE Primera sesión del juicio a los líderes del ‘procés’ en el Tribunal Supremo, en febrero de 2019

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