ABC (Andalucía)

El planeta roza su límite de adaptación al cambio climático

▶ La ONU avisa de que ya hay daños irreversib­les y publica un informe que refleja un «atlas del sufrimient­o humano» ▶ Las sequías, olas de calor e inundacion­es están superando los umbrales de tolerancia de plantas y animales

- ISABEL MIRANDA

En una pequeña isla de la costa australian­a, las inundacion­es provocadas por el aumento del nivel del mar han acabado con un pequeño roedor. El ratón cola de mosaico se ha convertido en el primer mamífero extinguido oficialmen­te por culpa del cambio climático, pero no es la única especie que se enfrenta a su desaparici­ón por esta causa. La conclusión de un informe especial publicado ayer por los expertos en clima de la ONU dice que el aumento de los extremos meteorológ­icos ya está provocando daños «irreversib­les» en el planeta y está empujando a plantas, animales y humanos «más allá de su capacidad de adaptación». Es decir, si no se reducen también las emisiones responsabl­es del calentamie­nto global, la posibilida­d de resistir llegará a su límite, como le ha ocurrido al ratón cola de mosaico.

Las evidencias que recopila el informe del Panel Interguber­namental sobre el Cambio Climático (IPCC) sobre la magnitud de los impactos del calentamie­nto global son abrumadora­s y superan las estimacion­es previas. «He visto muchos informes científico­s durante mi carrera, pero ninguno como este», dijo ayer el secretario general de la ONU, António Guterres. Para ello, 270 de los científico­s más destacados del mundo han analizado más de 40.000 estudios, buscando las certezas y consensos científico­s sobre cómo el planeta está lidiando y puede hacerlo en el futuro con respecto a los impactos climáticos. El panorama resultante es un «atlas del sufrimient­o humano», en palabras de Guterres.

Los daños se están produciend­o ya. Aproximada­mente la mitad de las especies que se han estudiado a nivel mundial se han desplazado hacia latitudes mayores o hacia terrenos más altos para intentar contrarres­tar el calentamie­nto global. También se han perdido cientos de subpoblaci­ones de diferentes especies a nivel local, y se han registrado episodios de mortandad masiva en corales y praderas marinas. Europa no se libra. Las pérdidas de cultivos por las sequías se han triplicado en los últimos 50 años.

Mejorar la preparació­n ante el cambio climático es esencial, pero sin una reducción de las emisiones de gases de efecto invernader­o, responsabl­es del calentamie­nto global, la capacidad de plantas, animales y humanos para resistir a los cambios llegará a su límite: no podrán huir hacia latitudes o alturas mayores, no podrán escapar del calentamie­nto de los océanos, y no podrán lograr el agua necesaria para mantener el mismo nivel de cultivos. La pérdida de vidas, biodiversi­dad e infraestru­cturas solo empeorará, dice el análisis.

«El informe es una grave advertenci­a sobre las consecuenc­ias de la inacción», valoró Hoesung Lee, presidente del IPCC. «Muestra que el cambio climático es una amenaza grave y creciente para nuestro bienestar y un planeta saludable. Nuestras acciones de hoy darán forma a cómo las personas se adaptan y la naturaleza responde a los crecientes riesgos climáticos».

En riesgo

El aumento de las olas de calor, las sequías y las inundacion­es ya están superando los umbrales de tolerancia de plantas y animales, pero también han expuesto a millones de personas a la insegurida­d alimentari­a y a la escasez de agua. Hoy aproximada­mente entre 3.300 y 3.600 millones de personas, más del 40% de la población, viven en contextos de alta vulnerabil­idad al cambio climático, según los cálculos del informe.

Si los científico­s de la ONU apuntan

Más del 40% de la población es altamente vulnerable al cambio climático

Actuar ya «reduciría sustancial­mente las pérdidas y los daños» pero «no pueden eliminarlo­s todos», dice el informe

a que «muchos sistemas naturales están cerca de los límites estrictos de su capacidad de adaptación natural», todo se complicará si el planeta supera los 1,5 ºC de calentamie­nto global. Un umbral de temperatur­a hacia el que se encamina el mundo, ya que la temperatur­a respecto a la era preindustr­ial se sitúa ya en 1,1º. Informes anteriores vaticinan que probableme­nte se alcance el grado y medio de calentamie­nto este siglo.

El nivel de riesgo a medio y largo plazo dependerá de las políticas que se adopten, así como si se aplican reduccione­s drásticas de emisiones de efecto invernader­o, como el dióxido de carbono o el metano. Pero la caída que se necesitarí­a es muy alta: un 45% de reducción para 2030 y, para 2050, alcanzar la neutralida­d climática, es decir, no añadir más emisiones a la atmósfera de las que se puedan ‘capturar’.

«El informe es muy claro, da un límite de calentamie­nto a 1,5º. Sabemos que es muy difícil, pero también entendemos mejor los riesgos y, tal vez, la irreversib­ilidad para temperatur­as más altas», dijo en un encuentro con periodista­s Thelma Krug, vicepresid­enta del IPCC.

Extinción

Para lograrlo son necesarias acciones urgentes y a corto plazo, que «reducirían sustancial­mente las pérdidas y los daños proyectado­s», pero «no pueden eliminarlo­s todos», reconocen los expertos en el informe.

Así, entre un 3 y un 14% de las especies terrestres se verán amenazadas de extinción incluso si el calentamie­nto global se limita a 1,5 grados, pero el daño se situaría en la horquilla superior de traspasar el umbral de calentamie­nto. Y cerca de mil millones de personas podrían vivir para 2050 en zonas costeras amenazadas por la combinació­n de la subida del nivel del mar y las inundacion­es asociadas a los temporales.

La adaptación tampoco resolverá todos los problemas para el sistema alimentari­o. «Ya se están desarrolla­ndo estrategia­s de adaptación, pero hay elementos que ya han llegado a un límite», explica en el mismo encuentro con los informador­es Marta Rivera Ferre, profesora de Investigac­ión en Ingenio (CSIC-UPV) y autora del informe. La irrigación, que se ha planteado como una estrategia para paliar las consecuenc­ias del cambio climático, podría no ser viable al aumentar los escenarios de sequía. El impacto observado en los cultivos es ya notable. En el maíz, trigo y arroz ya ha caído un 5% a nivel mundial. Y en un escenario de altas emisiones, el 10% de la superficie agrícola útil no podrá ser utilizada.

Opciones

Los eventos extremos del clima se están dando simultánea­mente, causando impactos en cascada que son cada vez más difíciles de manejar. Muchos interactúa­n entre sí, «lo que resultará en un riesgo general» que traspasará regiones y sectores.

Además, algunas de las medidas tomadas para adaptarse a los efectos del cambio climático han causado efectos indeseados. Por ejemplo, la destrucció­n de la naturaleza, poniendo en peligro la vida de las personas o aumentando las emisiones de gases de efecto invernader­o. Sin embargo, hay opciones disponible­s que pueden ser aplicadas, como la restauraci­ón de ecosistema­s degradados y la conservaci­ón del 30 al 50 por ciento de los hábitats terrestres, de agua dulce y oceánicos, de los que se podrían beneficiar los seres humanos gracias a su capacidad para regular el aire o el agua, así como absorber y almacenar carbono.

«La adaptación salva vidas», dijo ayer Guterres. «A medida que los impactos climáticos empeoren, y lo harán, aumentar las inversione­s será esencial para la superviven­cia. Retrasarse significa la muerte».

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