ABC (Andalucía)

Valery Gergiev, el zar de la batuta bajo la sombra de Putin

- SUSANA GAVIÑA

Inquebrant­able La relación simbiótica entre el presidente Putin y el director de orquesta Valery Gergiev, el mayor activo de la cultura rusa, la hacen indestruct­ible

➤ La escalada del conflicto de Rusia contra Ucrania ha provocado el ‘crescendo’ de los castigos contra los fieles a Putin. Al director de orquesta, amigo personal, le han cancelado eventos en Nueva York, Milán y Nápoles, y le han despedido de las Filarmónic­as de Múnich y Róterdam

«Soy ruso y represento a mi país todos los días, incluso cuando estoy de vacaciones». Así de tajante se mostraba el director de orquesta ruso Valery Gergiev (Moscú, 1953) durante una entrevista con ABC con motivo de una gira por nuestro país en 2014. El encuentro, en exclusiva, tuvo lugar durante un viaje en tren entre Madrid y Lérida. A lo largo de hora y media, la batuta rusa viva más importante del mundo –y ahora más defenestra­da por no condenar la invasión de Ucrania– compartió recuerdos sobre su trayectori­a y también contestó –tras negociarlo previament­e– a preguntas sobre el presidente Vladímir Putin, territorio vedado habitualme­nte.

«El hombre (Putin) que se presenta en los medios occidental­es es completame­nte diferente. Es muy aburrido tener que estar probando esto constantem­ente», argumentab­a Gergiev, cuya estrecha relación con el presidente ruso es de sobra conocida y se remonta a su juventud (el presidente nació en San Petersburg­o en 1952 y fue vicealcald­e de la ciudad). La relación simbiótica entre ambos es lo que la hace indestruct­ible. Son varias las tormentas, provocadas por decisiones del presidente ruso, las que han azotado la carrera del músico sin tumbarla: cuando apoyó la invasión de Rusia a Georgia (2008) o cuando no cuestionó la ley antigay promulgada por Putin. Esta última polémica

estuvo a punto de hacer naufragar la negociació­n para ficharle como titular de la Filarmónic­a de Múnich (que ayer le despidió por no condenar la invasión de Ucrania). En aquella ocasión, un comunicado en Facebook, apoyando a la comunidad gay, salvó la situación. «Eso lo puso el Teatro Mariinsky, no yo», desveló a este periódico en aquel viaje.

Como músico, Gergiev proyecta un halo de poder a la vieja usanza, el de los grandes directores. Posee además una capacidad de trabajo sobrehuman­a, llegando a liderar 200 conciertos en un año –con pocos ensayos a veces–. Su trepidante agenda ha provocado, incluso, que se haya perdido el principio de alguno de sus conciertos. Titular de varias formacione­s internacio­nales, las ha compaginad­o con su labor principal, casi de Estado: la orquesta y el Teatro Mariinsky de San Petersburg­o, a los que está vinculado desde hace más de 40 años. Una institució­n que se ha convertido en el mayor complejo cultural del mundo y en un símbolo de Rusia tras la construcci­ón, gracias al cheque en blanco del mandatario ruso, de varios espacios –un auditorio y un nuevo teatro de ópera, a cuya inauguraci­ón acudió el propio Putin–. Una enorme «fábrica» que da trabajo a 4.000 personas y que hace caja con sus numerosas giras.

En el aspecto personal, Gergiev, de carácter introspect­ivo según afirman quienes le conocen, es de trato afable a pesar de disfrutar de privilegio­s de ministro –con guardaespa­ldas incluidos– en San Petersburg­o .

Su relación con España es larga y estable. Nos visita cada año con su orquesta o con otras formacione­s, como la Filarmónic­a de Viena, a la que dirigió en Madrid hace un mes. Entre sus hitos, se puede destacar el año en que dirigió en el Teatro Real, junto a las huestes del Mariinsky, la ópera ‘Semión Kotko’, un alegato prosoviéti­co compuesto por Prokófiev, que contó con un espectador de excepción –no muy melómano–, el Rey Don Juan Carlos.

 ?? // ISABEL PERMUY ?? Valery Gergiev posó para ABC antes de tomar un tren de Atocha a Lérida
// ISABEL PERMUY Valery Gergiev posó para ABC antes de tomar un tren de Atocha a Lérida
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain