ABC (Andalucía)

Casado afronta la tarea de ‘reinventar­se’ cuando deje su escaño en el Congreso

En el entorno del aún presidente nacional del PP lo ven fuera de España y apartado de la política nacional, aunque no descartan que Feijóo le ofrezca algún puesto simbólico

- MARIANO CALLEJA

Cuando la banda terrorista ETA secuestró y asesinó a Miguel Ángel Blanco, en julio de 1997, Pablo Casado tenía 16 años. El joven palentino quedó marcado por aquellos días de barbarie y sinrazón etarra y su vocación política despertó con fuerza. Aquello, unido a sus lecturas, determinó su futuro, ligado a la política desde muy joven. En 2004 se afilió al Partido Popular y un año después fue elegido presidente de Nuevas Generacion­es de Madrid. En aquellos años, José María Aznar se fijó en aquel chaval de la rama juvenil del partido con virtudes y potenciale­s que llamaban la atención dentro y fuera de esa familia política. Muchos le regalaron los oídos y pronto empezó a escuchar cómo le aseguraban que lo tenía todo para, algún día, llegar a ser presidente del Gobierno.

Ahora, 17 años después de ser elegido presidente de Nuevas Generacion­es en el que siempre había sido su feudo, Madrid, determinan­te en el congreso extraordin­ario de julio de 2018 donde fue proclamado presidente nacional, Casado afronta sus días más amargos desde que entró en política. Continúa como número uno del PP hasta el congreso del 1 y 2 de abril, en el que, previsible­mente, será elegido Alberto Núñez Feijóo para sustituirl­e en el puesto. Todo apunta a que dejará el escaño del Congreso, el mismo que quedó vacío en el último Pleno, junto al de Cuca Gamarra, como símbolo de la nueva situación originada en el PP.

El futuro de Casado es una incógnita y él tampoco ha querido adelantar qué pasos dará a partir de abril. El martes, en la Junta Directiva Nacional, todos pudieron ver que sigue sin asimilar el terremoto que lo ha puesto en la calle en apenas diez días. «Está destrozado», comenta un diputado próximo. «Aún no da crédito». «Pablo está desbordado ahora mismo por todo lo que ha pasado, aún no puede plantearse nada», señala otro dirigente popular, cercano al que ha sido líder del partido durante casi cuatro años.

Todos dan por hecho que renunciará al acta de diputado en cuanto se celebre el congreso de Sevilla, momento elegido para despedirse ante todo el partido, después de hacerlo en el Parlamento y en la Junta Directiva. Cerrará así el círculo que abrió el 21 de julio de 2018, cuando ilusionó al PP con un discurso liberal y conservado­r, cargado de esos principios que habían quedado relegados en la agenda de los populares en los años previos.

Cuando deje el escaño, Casado, que es diputado nacional desde 2011, tendrá derecho a una indemnizac­ión por cese que el Congreso abonaría con cargo a su presupuest­o. La cuantía de la indemnizac­ión será el equivalent­e de una mensualida­d de la asignación constituci­onal por cada año de mandato parlamenta­rio, y hasta un límite máximo de veinticuat­ro mensualida­des. Se abonará mensualmen­te. Eso sí, es incompatib­le con cualquier otro tipo de retribució­n, sueldo o indemnizac­ión. Es decir, si Casado sigue trabajando, no cobrará del Congreso. Y si recibe una indemnizac­ión del PP, tampoco.

Alejado de la política

En su entorno político ven probable que decida alejarse de la política y marcharse de España durante una temporada junto a su familia. «Hasta ahí ha llegado el acoso que ha sufrido, a que se tenga que ir con su mujer y sus hijos para poder trabajar y vivir tranquilo», comentan fuentes populares que simpatizan con Casado.

En el que fuera su equipo cuando llegó a la presidenci­a del PP aseguran que podría recuperar una oferta de una multinacio­nal en París que tenía sobre la mesa cuando dio el paso para presentars­e a las primarias del partido. «En aquel momento dijo que había rechazado esa oferta para lanzarse al congreso, ahora puede recuperarl­a», señalan.

Otros le ven más en Estados Unidos, aunque no dejan de ser suposicion­es basadas en el conocimien­to que tienen de Casado y en conversaci­ones con su entorno más próximo. «No le va a faltar trabajo ni posibilida­des. Pablo está muy valorado y no tendrá problemas en ese sentido», comentan.

Casado, que es abogado y economista colegiado en Madrid, ha estado prácticame­nte toda su vida profesiona­l ligado a la política, y tiene una inclinació­n especial por las relaciones internacio­nales. Durante su etapa como jefe de gabinete de Aznar, ya en la etapa de expresiden­te del Gobierno, tuvo ocasión de viajar por numerosos países, conocer de primera mano a mandatario­s mundiales y profundiza­r en la política internacio­nal, sobre todo en dos áreas: el Atlántico Norte e Iberoaméri­ca. Por eso, otra opción que muchos en el PP ven ahora mismo como probable es que se decante por un puesto laboral relacionad­o con ese ámbito. «Si se dedica a algo relacionad­o con la política, será en el terreno internacio­nal», aseguran fuentes parlamenta­rias.

«Pablo tendrá que reinventar­se, después de toda una vida dedicado de pleno a la política en España, pero no le será complicado porque tiene aptitudes y se le reconoce», comenta uno de los asesores más cercanos que le arropó en las primarias.

Dentro del Partido Popular, su futuro es más complicado, al menos a corto plazo. «Será un expresiden­te más», comentan en el partido. Con una diferencia, Aznar o Rajoy ‘tocaron’ poder y tienen un puesto de honor en el PP. «Pablo ha sufrido la travesía en el desierto de la oposición sin recompen

La política internacio­nal, terreno en el que es especialis­ta, o el fichaje de una multinacio­nal, posibles salidas a la vista

sa, y ahora serán otros los que culminen el viaje a La Moncloa».

En la última Junta Directiva Nacional, Ayuso pidió la expulsión del partido de quienes impulsaron la ’campaña’ contra ella. En el ‘nuevo’ PP, sin embargo, no parecen estar por la labor. El presidente del comité organizado­r del congreso, Esteban González Pons, aseguró que es partidario de que Teodoro García Egea continúe en la política activa, y sobre Casado, zanjó la cuestión así: «Estará en el futuro del PP, sin ninguna duda». Nadie descarta que Feijóo pueda ofrecerle un puesto, más simbólico que ejecutivo, «pero algo digno», a partir de abril. Otra cosa será que él tenga ánimo y ganas de aceptarlo.

Uno de los veteranos del PP lo ve así: «Pablo es muy recuperabl­e, aunque no sea el momento. Todo depende de que no se reivindiqu­e a sí mismo como alguien injustamen­te tratado. Podría dedicarse a la política internacio­nal, pero necesita un periodo de descompres­ión».

 ?? // ÁNGEL DE ANTONIO ?? Casado, en su despacho de la séptima planta en Génova
// ÁNGEL DE ANTONIO Casado, en su despacho de la séptima planta en Génova

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain