PODEMOS CALIENTA EL 8-M
sin supervisión de la OSCE, sin supervisión del alto al fuego?», continuó.
Desde el Ejecutivo señalaron que «es interés de todo el Gobierno no confundirse de enemigo y estar todos juntos en esto» después de que Belarra, llamara «partidos de la guerra» a aquellos que apoyan el envío de armas en alusión al PSOE. El cisma dentro del Gobierno a este respecto es total. Pese a que los socialistas intentan no poner el foco sobre esta cuestión. Mientras tanto, el presidente del Gobierno recibió un apoyo unánime de su partido en el Comité Federal del PSOE que se celebró también ayer. Sánchez defendió su gestión, ante la grieta abierta en la coalición, llamando a distinguir quién es el agresor y el agredido, «el lado correcto de la historia», y reivindicando que «no ha faltado diplomacia sino que ha sobrado agresión».
Respecto al envío de armas, el partido asumió por completo la decisión del presidente, que rectificando un primer compromiso con Podemos, optó finalmente por enviar ayuda militar a Ucrania. El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, fue uno de los participantes en el cónclave a través de un vídeo que se emitió a puerta cerrada.
Apoyo total
Según revelan varias fuentes socialistas, Borrell explicaba en ese vídeo la posición de la Comisión Europea, y ha defendido el envío de armas a Ucrania, evocando la posibilidad de que en la Guerra Civil la República hubiese recibido el mismo apoyo. Una apreciación que fue aplaudida por el cónclave y que varios de los intervinientes utilizaron para defender la posición socialista. Barones como Guillermo Fernández Vara, Adrián Barbón, Salvador Illa o Javier Lambán defendieron la acción del Ejecutivo en este punto.
Más allá de la propia contienda bélica, el diagnóstico que hizo ayer Sánchez es que esta guerra abre «un conflicto existencial» entre la Unión Europea y Rusia que «va a ser largo». En este sentido, el presidente del Ejecutivo defendió la necesidad de tomar medidas en el ámbito comunitario para que los países miembros no sean rehenes «del chantaje energético de Putin» tras unas décadas en las que «hemos vivido en una suerte de espejismo».
El Gobierno trabaja ya en un «Plan Nacional de Respuesta Económica a la Guerra» que hoy se va a presentar a los sindicatos y a la patronal en una reunión en La Moncloa.