La agitada vida de Brittney Griner, estrella de la WNBA
La jugadora de baloncesto, detenida en Rusia, es todo un referente en Estados Unidos más allá del deporte
Tras ser nombrada mejor jugadora de la temporada en 2013 habló abiertamente de su homosexualidad
Su primer matrimonio con otra baloncestista terminó a los 28 días
La detención en un aeropuerto de Rusia de la jugadora de baloncesto estadounidense
Brittney Griner, de 31 años, estrella de la WNBA y una de las cabezas visibles del baloncesto femenino, ha caído como una losa en Estados Unidos ya que se produce en plena invasión de Ucrania por Rusia.
La jugadora de los Phoenix Mercury está acusada por supuesta tenencia de estupefacientes y son muchos los que piensan en Estados Unidos que podría ser usada como moneda de cambio en las negociaciones del conflicto entre Putin y Biden.
Griner es todo un referente en su país y no solo en el deporte; también entre el colectivo gay. En 2013, poco después de ser proclamada como la mejor jugadora de baloncesto de la temporada, Brittney Griner habló abiertamente sobre su orientación sexual siendo la primera baloncestista en reconocer su homosexualidad: «No te preocupes por lo que dirán los demás, porque siempre van a decir algo, pero si eres sincero contigo mismo, deja que eso brille. No ocultes quién eres en realidad», decía en ‘Sports Illustrated’. Un año después, en agosto de 2014, Griner anunciaba su compromiso con la también jugadora de baloncesto Glory Johnson, una relación algo tumultuosa que llevó a ambas deportistas a protagonizar sonados titulares fuera de las páginas deportivas. El primero de ellos en abril de 2015, cuando fueron arrestadas por agredirse mutuamente en su casa de Goodyear, Arizona. Un incidente que no supuso el fin de la relación sino todo lo contrario. La pareja se casaba el 8 de mayo de ese mismo año. La ya mujer de Brittney Griner le tenía reservada una sorpresa. Johnson estaba embarazada mediante un tratamiento de FIV utilizando sus óvulos y una donación de esperma.
Tan solo 28 días después de la boda Griner presentaba la petición de nulidad. En un comunicado la pívot aseguraba que el matrimonio estaba «basado en fraude y coacción» y que se vio obligada a casarse con Johnson por «declaraciones amenazantes». La nulidad fue rechazada y la pareja obtuvo el divorcio en junio de 2016; eso sí, un juez ordenó a Griner pagar mensualmente la manutención de los gemelos de su hasta entonces esposa.
Dos años le duraría la soltería a Brittney Griner, que se comprometía en 2018 con Cherelle Watson, una escritora y bloguera graduada en la Universidad de Baylor con una Licenciatura en Ciencias Aplicadas. Fue en la universidad donde ambas se conocieron y, tras el divorcio de Griner, retomaron una amistad que terminó en boda. A lo largo de estos años la pareja se ha dedicado bonitas palabras en sus redes sociales: «Mi mejor amiga, mi amante, mi compañera en la vida. Te amo», escribía Brittney a Cherelle en Instagram tras su boda. La pívot, de 2,06 metros, juega en Rusia durante la temporada baja, donde el sueldo es muy superior al de EE.UU. pudiendo llegar a cobrar más de un millón de euros por temporada. Su detención está siendo una verdadera pesadilla para su mujer quien, a través de su cuenta de Instagram, ha querido mandar un mensaje en estos difíciles momentos: «Gracias a todos. Amo a mi esposa con todo mi corazón, por eso este mensaje llega en uno de los momentos más difíciles de mi vida». Y añadía: «Estamos trabajando para traer a mi esposa a casa».