Feijóo da vía libre a pactar con Vox y rechaza las ‘lecciones’ del PSOE
► Los dos partidos ultiman sus contactos a la espera de que las negociaciones lleguen a buen puerto
El nuevo PP afronta esta semana su primera prueba de fuego, con el acuerdo al que tendrá que llegar Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León para la constitución de la Mesa de las Cortes regionales. Mañueco, como Alberto Núñez Feijóo o Juanma Moreno, ha sido uno de los máximos detractores de Vox dentro de su partido y siempre había reclamado a Pablo Casado que marcara distancias con la formación que lidera Santiago Abascal. Pero la realidad se impone y los números, también. Como adelantó ABC, el PP ya abre la puerta a pactar una coalición con Vox en Castilla y León. Ayer fue Feijóo quien, en una entrevista en Antena 3, dio vía libre a ese tipo de acuerdos y rechazó de plano las lecciones que pretende dar el PSOE.
Según Feijóo, es irónico que el PSOE quiera «poner deberes» al PP cuando es «incapaz de controlar a sus propios socios», en alusión a Podemos. A su juicio, ni Pedro Sánchez ni su partido están para exigir nada sobre los pactos, cuando tiene como aliados a los populistas, nacionalistas, independentistas y a Bildu.
Respecto a las líneas rojas del Partido Popular, el presidente de la Xunta de Galicia y aspirante a la presidencia nacional de su formación política aseguró que no ha visto otros límites que el respeto a la Constitución, el Estado de las Autonomías, los compromisos en materia de igualdad y el planteamiento atlantista y europeísta que defienden los populares.
«Nuestro proyecto no es pensar si podemos pactar con este o con el otro sino que es ganar y ensanchar el PP», subrayó Feijóo, quien dejó a Mañueco la responsabilidad de decidir cuál es la mejor fórmula de Gobierno en Castilla y León, porque es él quien ha ganado las elecciones y le corresponde hacerlo.
En el nuevo PP nadie descarta que finalmente se produzca una coalición con Vox en aquella región. Tanto la coordinadora general del partido, Cuca Gamarra, como el presidente del Comité Organizador del Congreso, Esteban González Pons, se pronunciaron en esa misma línea. Gamarra defendió la autonomía de Mañueco para elegir el mejor camino para su Gobierno, e insistió en que los socialistas no están para dar lecciones a nadie. Por eso, instó al PSOE a dar «consejos a otros» porque el PP «tiene muy claro lo que tiene que hacer».
Vox desprecia que en el PP se refieran a ellos como «populistas» o «extrema derecha»: «Esas etiquetas no significan nada»
Vox, optimismo y prudencia
Mientras, Vox exhibe cautela y evita comentarios grandilocuentes, a la expectativa de entrar por primera vez en un gobierno desde que irrumpió en las instituciones, por primera vez, en 2018. El vicepresidente político del partido, Jorge Buxadé, declaró ayer en rueda de prensa que las negociaciones con los populares están «vivas» y que la confianza es máxima en que «puedan llegar a buen puerto».
Juan García-Gallardo, candidato de Vox en las elecciones del 13-F y ahora aspirante a vicepresidente, ha remarcado por activa y por pasiva que exigirán lo mismo que tuvo Ciudadanos (Cs) en la anterior legislatura, cuando gobernó en coalición con el PP en Castilla y León. Eso, ‘a priori’, debería incluir la Presidencia de las Cortes autonómicas, aunque en Vox se evita fijarlo como una línea roja. En el partido admiten que podría haber otras opciones aunque esa sea su petición inicial, pero lo que sí blindan como condición ‘sine qua non’ es su presencia en el Gobierno regional en la misma proporción que ostentó Cs.
A lo que restan importancia es a los términos usados por Núñez Feijóo –«populistas»– y por González Pons –«extrema derecha»– para referirse a ellos. «Esas etiquetas no significan nada. Para la izquierda, el ‘centro-centrado’, Cs, era la ultraderecha», dijo ayer Buxadé, evitando un portazo que haga peligrar la negociación con el PP.