Funcas prevé que el precio de la vivienda suba un 6%, pero descarta una burbuja
La institución recuerda que solo el 3% de las hipoteca se conceden a menos de 30 años
Los precios de la vivienda no darán tregua tampoco este año, pero los expertos insisten en que no existe una burbuja inmobiliaria. Ayer, Funcas publicó un informe en el que asegura que la «favorable evolución en los últimos meses se prolongará en 2022, con subidas de precios que pueden llegar al 6% a pesar del complicado contexto internacional». Una evolución que, sin embargo, no esconde una situación comprometida para la economía, según la fundación.
Funcas cree que las subidas de precios vividas en la vivienda, que ha sido uno de los sectores más reforzados por la pandemia, es el resultado de «tendencias de fondo» en la oferta y la demanda. No existe un mercado «desconectado» de las posibilidades financieras de los compradores para Funcas, pese a que la institución reconoce que el comportamiento del sector es «atípico» en un contexto marcado por la inflación y la incertidumbre.
La demanda está creciendo con fuerza, una circunstancia que según el informe se explica por los 75.000 millones de ahorro que generaron los hogares españoles tras el estallido del coronavirus. Una cuantía sostenida por mecanismos como los ERTE. Además, el exceso de liquidez del mercado provoca que las hipotecas hayan tenido condiciones muy favorables y los inversores se interesen por el sector inmobiliario en lugar de por activos menos rentables.
Todo ello mientras la oferta se empequeñece por la parálisis de la construcción y los cuellos de botella de la cadena de suministros. El precio medio de los materiales de construcción era en noviembre un 19% más elevado que el mismo mes de 2019, según el INE. «Esta situación de sobredemanda debería perdurar en los próximos meses, prolongándose la tendencia alcista que venía de la etapa de crecimiento precovid», añade Funcas.
Según la fundación, el esfuerzo financiero de las familias para comprar una vivienda se sitúa en niveles cercanos al 30%, menos que en 2019 y «significativamente» por debajo de las cifras de 2008. El valor medio de las hipotecas toca ya los niveles prepandemia, pero todavía es un 36% menor que el máximo alcanzado justo antes de la burbuja, mientras que el 3% de los préstamos se conceden a menos de 30 años (por el 70% de 2007) y una «ínfima minoría» de créditos se conceden a personas con contratos temporales.
En otros países occidentales la realidad es otra. EE.UU., Reino Unido y Alemania muestran indicios mucho más preocupantes. Y en Países Bajos existe una elevada incidencia de los préstamos concedidos por un valor superior al 80% de la tasación e incrementos de precios a doble dígito. Una situación que ha provocado que algunos bancos centrales hayan empezado a endurecer la financiación.