Cuando ellas ganan más que ellos
Las mujeres con hijos tienen mayor tasa de desempleo y de contrataciones parciales. Estas tres jóvenes no forman parte de esas mayorías
Almudena De Celis, María Jesús Jurado y Carmen Arufe jamás imaginaron que un día pudieran protagonizar un reportaje. Y mucho menos, en el Día de la Mujer. No son grandes ejecutivas. Pero son madres trabajadoras, que cada día luchan por conciliar y son, además, las que más ingresos aportan a la unidad familiar. He ahí toda su grandeza.
«Gano más que mi marido. Y eso es todo un privilegio, desde el punto de vista económico. Sin embargo, también lleva asociado un alto nivel de estrés», reconoce María Jesús, madre de una pequeña de 3 años y una bebé de muy pocos meses. «Cuando somos nosotras las que tenemos un salario más elevado, tenemos una carga psicológica importante –añade Almudena, madre de otros dos pequeños de 6 y3 años–. Lo de ‘llevar los pantalones’ hace que la sobrecarga emocional sea mayor y que las decisiones tengas que pensarlas más».
Empleo y natalidad
Según el informe «Trabajo e hijos en España: Retos y oportunidades para la igualdad entre hombres y mujeres» (2021), de ESADE, la tasa de desempleo sigue siendo 2,5 puntos más alta para las mujeres, quienes en la última década, el porcentaje de féminas con contratos a tiempo parcial ha triplicado el de los hombres y siguen liderando los contratos temporales. «La situación es más grave en el caso de las mujeres con hijos», asegura el estudio. «A finales de la segunda década de este siglo, las mujeres con hijos menores de 15 años tienen: siete veces más probabilidades que los hombres (con hijos de la misma edad) de trabajar con contratos a tiempo parcial, el doble de probabilidades de estar desempleadas y un 20% más de probabilidades de tener un contrato temporal».
Conviene recordar también que España solo invierte el 1,3% de su PIB en políticas familiares y de infancia, muy por debajo del 2,2% que destina la UE. Y, por si no fuera suficiente, los nacimientos han vuelto a caer en 2021, alcanzando un nuevo mínimo histórico: solo nacieron 338.532 bebés, un 0,6% menos que en 2020 y un 5,6% menos respecto a 2019.
El desfavorable panorama para las madres profesionales no frenó tampoco los sueños de Carmen, autónoma y cabeza de familia monoparental con tres hijos de 6, 5 y 3 años. «Cuando decidí ser madre, sabía que iba a necesitar libertad de movimientos y más dinero. Por eso empecé a trabajar para mí misma, sin horarios ni obligaciones más allá de las que yo me coloque en la agenda», cuenta la joven que vive en Madrid.
Almudena, por su parte, asegura no sentirse una privilegiada «aunque sí estoy orgullosa de ser la cabeza de familia porque soy consciente de que los tiempos cambian».
Almudena De Celis Sector servicios «Cuando somos nosotras las que ganamos más, tenemos una gran carga psicológica»
María Jesús Jurado Sector bancario «Nos hacen elegir entre el desarrollo personal o profesional. Parecen incompatibles»
Carmen Arufe Autónoma «Cuando decidí ser madre, empecé a trabajar para mí misma, marcándome mi propia agenda»
Claves para conciliar
El día a día de estas tres mujeres se desarrolla en jornadas maratonianas en las que todas las piezas del engranaje familiar han de funcionar a la perfección para que nada impida el buen desarrollo de la rutina. «En mi caso, la conciliación es bastante complicada», reconoce María Jesús, que también reside en la capital. «Las jornadas en muchas ocasiones parecen no tener fin a pesar de disponer de un buen horario oficial y eso hace que mi marido y yo tengamos que jugar ‘al Tetris’ casi a diario, ya que él no tiene un horario fijo».
Diferente es la situación de Almudena. «Habitualmente llevo a los niños al colegio por las mañanas. Les preparo, hago el desayuno y a clase. Mi marido se hace cargo del resto. Luego,
las tardes solemos pasarlas en familia. Tenemos mucha suerte de poder estar juntos tanto tiempo, pero supongo que vivir en una ciudad pequeña es más sencillo», cuenta la joven, residente en León.
Para Carmen, quien reconoce echar de menos otra fuente de ingresos, conciliar sería imposible sin ayuda externa. «Desde que nacieron mis hijos, acogemos a estudiantes que vienen a pasar un año a España de ‘au pair’. Son chicas nativas en inglés y viven en casa un año. Ellas vienen para tener una experiencia en otro país y aprender español, y, a cambio, mis hijos están bien cuidados y aprenden inglés. De hecho son bilingües», cuenta.
Mirando al futuro
Las tres son conscientes de que no forman parte de esas cifras desfavorables para las féminas. Pero no son ajenas. «Creo que en el mundo laboral en el que vivimos, nos hacen elegir entre el desarrollo profesional y la familia porque a día de hoy parece incompatible», opina María Jesús, que lamenta que para poder conciliar, «una reducción de jornada o la búsqueda de un puesto de trabajo de inferiores condiciones a tu formación» sean muchas veces las alternativas.
Carmen también reconoce haber observado «comportamientos o comentarios en ocasiones desagradables o poco profesionales por parte de hombres hacia mis compañeras mujeres. ¡Y salto a defenderlas!». Las mujeres son las que lideran las familias monoparentales, un modelo que ya alcanza casi los dos millones de hogares en España.
Así, Almudena reclama «igualdad en todos los aspectos». Recuerda que hay «mujeres que anteponen su vida profesional a la personal y son juzgadas, cuando esto en un hombre se interpreta como ambicioso. También tenemos derecho a tener ambiciones y sueños». Y confía: «Un largo camino queda, pero espero que mis hijos lo encuentren a muchos kilómetros de donde está ahora».