La voz de los jóvenes se alza tras la pandemia
►Documentales, series y libros se rinden a los pies de aquellos que atravesaron la pubertad en confinamiento
La adolescencia triunfa en la ficción y la ficción, en la adolescencia. No se sabe muy bien cuándo comenzó el idilio, pero ya se pasea por librerías, pantallas y hasta por la alfombra roja. Un Goya al mejor documental coronaba hace unos días ‘Quién lo impide’, el monumental retrato que Jonás Trueba firma sobre un grupo de adolescentes. El joven director filmó a los chicos durante cinco años, sin guion, dejándoles espacio para que se expresaran libremente. El fenómeno se replica en las series –de las que damos cumplida cuenta en estas mismas páginas– y en la literatura. Ficción o realidad, tanto monta para dar voz a una generación nacida entre crisis económicas, pandemias y guerras.
Casi un 70 por ciento han crecido en 2021 los lectores de la categoría infantil y juvenil en España, según el Barómetro de Hábitos de Lectura. Los chicos se han aferrado al libro como refugio para sobrellevar confinamientos y restricciones. Y el libro les cede ahora el primer plano: la oferta para ellos se multiplica, sus historias se convierten en protagonistas y son autores de importantes novedades. Los jóvenes cuentan, y mucho.
La realidad a la que se enfrenta esta generación ya es una de las tendencias literarias del momento, según recoge el Anuario Iberoamericano sobre el Libro Infantil y Juvenil 2021 de SM. Se dejan atrás viejos tabúes como la enfermedad mental o el suicidio –el reciente premio juvenil Edebé, ‘Un ewok en el jardín’, de Pedro Ramos, es un buen ejemplo de ello– y sus testimonios centran la atención de los autores, que los convierten en hilo argumental... y hasta les dan voz y voto en sus novelas.
La curiosidad es la responsable de que Jordi Sierra i Fabra, uno de los nombres consagrados en la literatura juvenil, sea uno de los que se han lanzado a Ha creado el libro ‘Perdidos en el espacio’ junto con los estudiantes que forman parte de la plataforma de literatura interactiva Fiction Express. «Nunca había participado en algo parecido. Siempre he escrito a mi bola. Ver cómo respiran los lectores en medio del proceso creativo de una novela me pareció interesante. Uno siempre ha de buscar nuevos caminos», indica el autor.
Presente en los centros escolares de más de veinte países, Fiction Express cuenta con más de 200.000 estudiantes que contribuyen al argumento mientras el libro se escribe. Los autores publican un capítulo semanal que ellos votan después. «Cuando los alumnos votan y esperan al siguiente capítulo para conocer el resultado, conseguimos que quieran leer para saber cómo sigue», explica Cristina Puig, creadora del proyecto junto con Sven Huber. Además, Puig señala que «cada libro incorpora un foro con el autor en el que se abre un diálogo creativo». En ese encuentro, Sierra i Fabra ha visto «las ganas de expresarse de los lectores. Se nota su juventud (y la influencia de Marvel o series de televisión) porque piden aventuras y dan ideas loquísimas», resalta.
El escritor reconoce a talentos literarios adolescentes cada año con el premio Jordi Sierra i Fabra para Jóvenes en colaboración con SM. Desde que lo creó hace casi dos décadas, el autor persigue el mismo objetivo: «Mi padre me prohibió escribir, en mi escuela me maltrataron. Cuando fui escritor y viajé por el mundo me encontré a cientos de chicos y chicas con mis mismos sueños de niño y mis problemas. El galardón les da una oportunidad. Les dice que hay alguien que les cree, les comprende y les ayuda».
Con tan solo 14 años, Sare Cadaval Fleming es la flamante ganadora de la edición de 2022, la más joven en la historia de los galardones. «Prácticamente nadie de los que conocía confiaba en que pudiera conseguir algo así porque era ‘demasiado’ joven. Pero yo constantemente me preguntaba: ¿y por qué voy a dejar de intentarlo por mi edad?», relata Cadaval. La novela premiada, ‘El canto del abismo’, no es lo primero que escribe: «Me di cuenta de que tenía muchas cosas que quería decir, y que tenía historias que contar. Con los años, esa sensación y esa necesidad de crear ha evolucionado hasta convertirse en algo que se me hace prácticamente natural a estas alturas», confiesa esta escritora para la que haber recibido el premio es un «honor».
Sus luchas
Otro híbrido de realidad ficción es la novela documento que está pergeñando Nando López en SM, la primera dentro del segmento juvenil. Bajo el lema ‘Cuál es tu lucha’, el escritor ha seleccionado 14 testimonios reales de entre los enviados y está entrelazando sus vidas en la ficción. «Iban a ser menos, pero no pude decir que no. Había 14 historias que tenían que estar. Me han enamorado porque se han abierto con una sinceridad y una generosidad enormes. Para mí son 14 valientes porque son 14 luchas distintas y complejas», explica el escritor, que admite que es el libro más difícil al que se ha enfrentado debido al material sensible del que parte.
A pesar de ser muy diferentes y de muy diversa procedencia, López ha detectado dos pautas que se repiten en todos los testimonios: la diversidad y la salud mental. Más allá de la orientación sexual, que también está, hay víctimas del racismo y personas con capacidades distintas que se enfrentan a una sociedad que todavía no está preparada y que no es tan inclusiva como debiera. Y hablan de una presión casi omnipresente, que puede venir del entorno familiar, del educativo, del social... La sienten hasta en las aficiones que cultivan, como el deporte o la música. «La palabra ansiedad aparece una y otra vez», corrobora López. Todos ellos también comparten un anhelo: «Ojalá que mi historia ayude a que más gente hable y se sienta menos sola». «Eso es en lo que esta novela puede ayudarles, que se vean en un espejo en el que se den cuenta que hay problemas que son universales y que rompan con esa ficción de felicidad constante que nos imponen las redes sociales. También aporta una esperanza real, no buenista», indica el autor.
Los jóvenes valoran mucho la actitud de aquellos que han sabido resurgir de sus cenizas y sacar el lado positivo de los peores momentos. Ensalzan y dan visibilidad a sus historias a través de sus redes sociales y los libros taminnovar.
Realidad y ficción se mezclan: firman libros, participan en procesos creativos y sus historias son protagonistas
bién están ahí para recoger el testigo.
Ejemplo y ejemplar es Elena Huelva. Con 269.000 seguidores en Instagram y casi 350.000 en TikTok, esta sevillana ha decidido saltar al papel y relatar en ‘Mis ganas ganan’ (Montena) la odisea por la que pasa después de que le detectaran un sarcoma de Ewing con 16 años. «Es el libro que me hubiera gustado leer a mí cuando me diagnosticaron, me hubiese ayudado muchísimo», explica Elena con satisfacción. Lo escribió durante unos meses en los que, de nuevo, entró y salió mucho del hospital. «Creí que me iba a resultar más duro, pero al contrario, los ingresos me echaron una mano para recordar mejor», afirma la joven. Desde el principio tuvo claro que su objetivo era «que mi experiencia quedara plasmada, que fuera cien por cien real». Su ejercicio de sinceridad ha recibido el premio que deseaba: «Le está gustando a todo el mundo, dicen que es un canto a la vida y eso me encanta», confiesa emocionada.
Otro fenómeno actual, también respaldado por las redes sociales, es el auge de la poesía. Los adolescentes se han convertido en grandes consumidores del género y de entre sus filas surgen autores de talento. Uno de los pioneros en reconocerlo es el premio de la Fundación Loewe que, con su categoría de Creación Joven, lleva más de tres décadas otorgándoles el lugar que se merecen. Mario Obrero, de 18 años, 16 cuando escribió ‘Peachtree City’, se convirtió en 2021 en el más joven del palmarés.
Poesía
También con poco más de 16, Manu Erena tuvo éxito editorial con ‘Consecuencias de decir te quiero’ y acaba de publicar su segundo poemario, ‘Nos quedarán más atardeceres’ (Plan B). Erena conoció la poesía contemporánea cuando empezó la ESO. «Más tarde vi que lo que escribía en las notas de mi móvil era algo parecido, que me ayudaba a encontrarme y que a lo mejor podía ayudar a encontrarse a alguien más», relata. Todavía no ha terminado de asimilar su popularidad, pero vislumbra los motivos del auge del género: «En los últimos años hemos experimentado todo tipo de emociones, ya sea por la adolescencia en sí o por las circunstancias que nos han rodeado últimamente. Creo que hemos encontrado en la poesía una forma de afrontar las cosas de manera diferente, de poder expresar lo que a veces nos es imposible explicar con palabras».
Como señala Sare: «Aunque carezcamos de la experiencia de otros, los jóvenes tenemos muchas cosas que aportar, tenemos sueños, metas e ideas». Alta y clara es la voz de esta generación que ha encontrado en la lectura y en la escritura una vía para ayudar y ayudarse, escuchar y escucharse.