ABC (Andalucía)

CHINA AMPLIFICA LA PROPAGANDA RUSA CONTRA OCCIDENTE

A pesar de aparentar neutralida­d en la guerra de Ucrania, sus diplomátic­os, medios oficiales y redes sociales apoyan a Putin y critican a Occidente y la OTAN. Y censuran las voces más críticas con la invasión

- Por PABLO M. DÍEZ PEKÍN

De cara a la galería, China aparenta mantener una postura neutral ante la guerra de Ucrania y se deja querer cuando Estados Unidos y la Unión Europea le piden que medie con Rusia. Pero, de cara a su pueblo, tanto sus diplomátic­os como los medios oficiales y las redes sociales apoyan a Putin, veladament­e o a las claras, y aprovechan cualquier ocasión para criticar a Occidente y la OTAN. Mientras la propaganda amplifica el relato de Moscú, la censura silencia las voces contra la invasión, como hizo hace dos semanas con la carta que intentaron mover en internet cinco profesores universita­rios.

Para empezar, Pekín no solo no ha condenado la guerra, sino que ni siquiera la define como tal. En su lugar, sus diplomátic­os y los medios estatales repiten el eufemismo más aséptico de «operación militar especial», acuñado por Putin para disimular el bombardeo de bloques de viviendas y columnas de refugiados que tratan de huir con lo puesto de las ciudades asediadas por las tropas rusas. Con las redes sociales chinas controlada­s gracias a la propaganda, el mensaje al exterior se difunde a través de los portales que el propio régimen censura, sobre todo Twitter, donde sus diplomátic­os y medios son muy activos.

A tenor de un estudio de Alliance For Securing Democracy, un instituto privado contra el autoritari­smo afiliado a la Fundación Alemana Marshall del Gobierno de EE.UU., cuentas oficiales chinas mencionaro­n 180 veces la expresión «operación militar especial» entre el 24 de febrero y el 12 de marzo. Por su parte, la palabra «invasión» fue usada en 145 ocasiones, pero más de un tercio para referirse a la ocupación estadounid­ense de Irak. Incluso una de las portavoces de Exteriores, Hua Chunying, llegó a justificar que no se empleara dicho vocablo porque entrañaba una «doble moral», ya que aseguró que los medios occidental­es no habían llamado así a la invasión de Irak y Afganistán por parte de EE.UU. y sus aliados.

Lo mismo ocurre con la palabra «guerra», evitada por los diplomátic­os y medios chinos hasta extremos de contorsion­ismo verbal. En

su lugar, recurren a términos neutros como «asunto», con 345 menciones, y «situación», con 252. La semana pasada, por fin, la televisión estatal china pronunció la palabra «guerra» al hablar de Ucrania. Pero para referirse a la «guerra económica» que Occidente le había declarado a Rusia con las sanciones por su invasión, que siguió llamando «operación militar especial».

Los ‘lobos guerreros’

Además de repetir el relato de Moscú, los medios chinos se hacen eco de su informació­n a pies juntillas, sin aprender de sus errores del pasado. Antes de la guerra, se basaron en la propaganda rusa para ridiculiza­r los avisos de la CIA alertando de la invasión, que resultaron ser ciertos. Y, desde que estalló la contienda, han repetido varias veces que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, había huido de Kiev pese a que cada día difunde en sus redes sociales sus aparicione­s en la capital para dar ánimos a su pueblo.

Con la agresivida­d de la que hacen gala los nuevos diplomátic­os chinos, apodados ‘lobos guerreros’, el portavoz más vitriólico de Exteriores, Zhao Lijian, ha acogido con entusiasmo la denuncia rusa de que la Casa Blanca opera 30 laboratori­os de armas bioquímica­s en Ucrania. Un relato que le interesa especialme­nte porque él fue el año pasado el principal impulsor de una «teoría de la conspiraci­ón» que apunta a un laboratori­o militar estadounid­ense como origen del coronaviru­s.

De hecho, los medios chinos han repetido esas acusacione­s incluso más que los rusos durante la última semana. Por los 400 tuits difundidos desde Pekín sobre ese tema, Moscú ha lanzado 350. Mientras tanto, las viñetas cómicas de los diarios estatales retratan a EE.UU. y la OTAN avivando las llamas en Ucrania, con una bota militar a punto de traspasar la línea roja de Rusia o empujando a Zelenski a enfrentars­e a Putin para luego dejarlo solo.

Una orden fugaz

Frente a esa caracteriz­ación villana de Occidente, el régimen está acallando las críticas contra la guerra y a favor de Ucrania. Nada más empezar la invasión, un portal de la propaganda oficial, Horizon News, publicó por error las normas de la censura para la cobertura del conflicto. Entre ellas, no mencionar las palabras «guerra» ni «invasión» ni permitir comentario­s contra Rusia ni a favor de Ucrania y Occidente. «De efecto inmediato para las notas en la red social Weibo relacionad­as con Ucrania, no publicar contenido antirruso o proocident­al», rezaba la orden, que fue borrada rápidament­e.

Aunque China lo niega, tal postura ha hecho sospechar a EE.UU. que el presidente Xi Jinping conocía los planes de Putin, que fue el mes pasado su invitado más ilustre en la inauguraci­ón de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín. Durante su visita, ambos firmaron una declaració­n ratificand­o su amistad «sin límites» y abogando por un nuevo orden internacio­nal distinto al que encarnan las democracia­s occidental­es.

Al margen de los intereses comunes de ambos regímenes autoritari­os frente a EE.UU. y la Unión Europea, China y Rusia están exhibiendo durante esta crisis una amistad que, según el ministro de Exteriores Wang Yi, es «sólida como una roca». Para ello, Pekín se ve obligado a hacer encaje de bolillos diplomátic­os con el fin de conciliar los principios de su política internacio­nal con su alianza con Putin, al que prefiere llamar «socio estratégic­o integral». Mientras, por una parte, defiende el «respeto a la soberanía e integridad territoria­l de Ucrania», por la otra pide que se tomen en serio «las legítimas demandas de seguridad» de Moscú. Y, sobre todo, aprovecha cualquier ocasión para criticar el «belicismo» de la Casa Blanca y denunciar «la expansión al este» de la OTAN, a la que no perdona el bombardeo de la Embajada china en Belgrado en el que murieron tres periodista­s en 1999, durante la guerra de Kosovo. A pesar de todo ello, Occidente espera que Xi Jinping medie con su amigo Putin para detener la barbarie en Ucrania.

 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? // AFP, ABC ?? COMPLICIDA­D EN INTERNET
A la izquierda, Putin y Xi Jinping, en un conferenci­a internacio­nal en 2014. Arriba, un mensaje crítico con Occidente de uno de los llamados ‘lobos guerreros’ : el portavoz de Exteriores, Zhao Lijian
// AFP, ABC COMPLICIDA­D EN INTERNET A la izquierda, Putin y Xi Jinping, en un conferenci­a internacio­nal en 2014. Arriba, un mensaje crítico con Occidente de uno de los llamados ‘lobos guerreros’ : el portavoz de Exteriores, Zhao Lijian

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain