Sánchez y Feijóo firman la tregua sobre los fondos europeos y exploran un pacto en fiscalidad
La Conferencia de Presidentes sirvió para explorar la sintonía entre el presidente y el nuevo líder del PP
Impuestos por fondos, o fondos por impuestos. Es, en síntesis, el primer acuerdo tácito entre Pedro Sánchez y el líder de la oposición ‘in pectore’, Alberto Núñez Feijóo, fraguado este fin de semana en la Conferencia de Presidentes autonómicos celebrada en Los Llanos de Aridane, un municipio de La Palma, adonde el Gobierno decidió llevar el encuentro de los líderes regionales, aplazado en su día por el inicio de la invasión de Vladímir Putin sobre Ucrania.
En medio del ambiente bélico, que cada vez contamina más cada rincón del mundo, y después de la inédita crisis del Partido Popular (PP) que se saldará en el congreso extraordinario de abril en Sevilla, con la designación por aclamación del presidente de la Xunta de Galicia como sustituto de Pablo Casado, el presidente del Gobierno y su nuevo rival en la carrera por sucederle en La Moncloa han logrado alcanzar un consenso de fondo sobre los retos inmediatos de futuro que tiene España. Una entente que se refleja en parte, aunque no solo, en los cuatro puntos acordados en la llamada «declaración de La Palma», pero que puede que tenga mucho mayor alcance. Negro sobre blanco, y con todos los presidentes autonómicos (la inmensa mayoría del PSOE y el PP) como fedatarios, Sánchez y Feijóo firmaron una clara tregua sobre los fondos ‘next generation’ de la Unión Europea (UE). Un alto el fuego político que pone fin a la guerra emprendida por el PP de Casado con la ejecución de esas ayudas como tablero. Baste recordar que solo la abstención de Vox permitió en 2020 que se aprobase el decreto sobre los mismos, al que el Grupo Popular se opuso, baste recordar las acciones jurídicas anunciadas por algunas autonomías del PP contra la ejecución de esos fondos y baste, por último, recordar que incluso una delegación de alcaldes populares en toda España, encabezados por el primer edil de la capital, José Luis Martínez-Almeida, acudió a Bruselas para denunciar el reparto de ese dinero.
El domingo, en cambio, el texto de la declaración firmada y negociada por los equipos de Sánchez y Feijóo habla a las claras de abandonar «las discrepancias partidistas» en este terreno. A cambio, y pese a las reticencias iniciales, y pese a que eso no es plato de gusto para el socio de la coalición de gobierno, Podemos, los socialistas admitieron plasmar un compromiso para implementar «rebajas fiscales para amortiguar el impacto de los precios de la energía en los recibos que pagan familias y empresas y otras que se puedan plantear». Menos de lo que quería Feijóo, que peleó dentro de la plenaria de los presidentes autonómicos para que el documento introdujese menciones concretas a impuestos concretos, como el IVA superreducido que los barones del PP defienden para la electricidad y los combustibles, pero un paso adelante.
El texto acordado en La Palma, además, tiene carácter de ‘mandato’ para el presidente del Gobierno en el Consejo Europeo de la semana que viene en Bruselas, donde los socios de la UE seguirán discutiendo tanto las sanciones y medidas para frenar a Putin como la forma de paliar las consecuencias económicas del conflicto más importante de las últimas décadas en el Viejo Continente.
Refugiados
Entre los asuntos que cada vez se harán más acuciantes en este contexto, tanto a nivel europeo como a nivel español, está el de la acogida de refugiados. En La Moncloa saben que ese plan para que muchos de quienes huyen de la guerra lleguen a nuestro país es inviable sin la ayuda de las comunidades autónomas, y entre ellas muchas de las gobernadas por el PP. No en vano en dos de ellas, Madrid y Andalucía, se ubicarán dos de los cuatro ‘hub’ de acogida, que estarán también en Cataluña y en Alicante, en la Comunidad Valenciana. Fue precisamente en el marco de la Conferencia de Presidentes donde Sánchez anunció que el cuarto de esos centros se ubicaría en Málaga, en territorio del popular Juan Manuel Moreno. El jefe del Ejecutivo podrá llegar a la reunión de la semana que viene con sus socios con el acuerdo de mínimos plasmado el domingo de todos los presidentes autonómicos para llevar a cabo esa acogida. Aunque como evidenciaron tanto el presidente de Cataluña, Pere Aragonès, como la de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con sus reclamaciones, aún queda una larga negociación sobre la manera de financiar esa acogida, o dicho de otra manera, sobre la compensación que se dará a las distintas comunidades autónomas para que puedan afrontar tanto la logística del alojamiento de los ucranianos huidos como, más a largo plazo, el coste de los servicios sociales para esos nuevos ciudadanos, muchos de ellos personas que se encuentran ahora mismo sin papeles en nuestro país, desde antes de la guerra, y que según ha anunciado el Gobierno serán regularizados.
Sintonía
Sánchez evitó comprometer la cumbre con una intervención inicial ambigua
El PP agradece que hubiera una buena comunicación entre ambos líderes en el estreno de Feijóo
Lo cierto es que, más allá de los acuerdos de fondo, y los que puedan venir, el ambiente que se respira es de sintonía entre La Moncloa y la dirección interina del PP. Fuentes de los populares agradecen que durante la cumbre de La Palma hubiera una buena interlocución personal entre Sánchez y Feijóo y el propio presidente gallego subrayó, en su comparecencia final ante los medios de comunicación, que era la primera Conferencia de Presidentes a la que no se llegaba con un guion establecido previamente desde el Gobierno. Sánchez, de hecho, protagonizó justo antes de empezar los trabajos de la conferencia, junto al presidente canario, Ángel Víctor Torres, que ejercía de anfitrión, una comparecencia que pecó de ambigua, sobre todo para los informadores que cubrían el evento, pero con la que trató de evitar interferir en el debate posterior y que hubiese cualquier tipo de incomodidad por parte de Feijóo, en su estreno como líder de la oposición.