«Nos dicen ya que nos olvidemos de cargar mercancías en polígonos grandes»
Los exportadores piden al Gobierno una solución urgente para evitar el colapso
Si el transporte por carretera se detiene, el resto de modalidades también se resienten. Y las consecuencias de ello las sufren los ciudadanos... pero también las empresas que necesitan acometer sus envíos en tiempo y forma. Si el camión no llega al puerto, el barco tampoco sale.
Luis Parodi es director y fundador de Global Green Europe, una empresa de materias primas relacionada con el negocio del plástico. Trabaja para España, pero también actúa mucho en los mercados extranjeros; se dedica a la exportación a mercados de todo el mundo, con foco en Asia. Y está sintiendo en sus propias carnes las consecuencias del paro indefinido del pequeño transporte.
«Los transitarios (intermediarios del transporte) ya nos dicen que nos olvidemos de cargar en los polígonos más grandes», cuenta, en referencia a Comunidad Valenciana y Cataluña. Y añade: «Están haciendo presión para que no fluyan los transportes». Fuentes empresariales, asimismo, señalan que estos paros son una gran fuente de preocupación para aquellos con negocio exportador y reclaman una solución urgente.
Este empresario mueve toneladas de materiales y no poder cumplir con los compromisos le genera problemas internos en la compañía. «Esto provoca un retraso en los cobros que nos genera tensiones de tesorería. Y si se prolonga en el tiempo, con una facturación por ejemplo al mes de 500.000 euros... los ingresos se van retrasando», relata. La mercancía la vende sin problema, pero para que los contratos se cumplan necesitan que el transporte funcione.
Lo cierto es que los exportadores llevan tiempo muy pendientes de los movimientos de las empresas de transporte. Ya que este conflicto no viene de ahora, sino que hace ya unos meses hubo un amago de parar los camiones. En aquel momento la amenaza quedó en eso, una amenaza. Pero ahora se ha consumado, aunque no todo el sector del transporte se haya sumado a los paros.
«Esperábamos que no se llevase a cabo», afirma Parodi, recordando cómo las conversaciones pudieron llegar encauzar la situación el pasado diciembre. Y sigue muy de cerca el paro actual ya que su negocio depende en gran medida de la logística; también porque sabe de lo que habla al llevar desde el inicio del Covid intentado sortear la rotura de las cadenas de suministros, especialmente hacia y desde China, país con el que suele trabajar a menudo. «A veces solo se habla del desabastecimiento en los supermercados pero hay que entender que también los afecta a las empresas que dependemos de la logística. Yo necesito que llegue la mercancía a mi almacén, para luego yo poder enviarla a Cataluña, Valencia, Turquía, el Lejano Oriente o cualquier sitio», explica. Lo que esto provoca, así, es una falta de rotación en las mercancías, es decir, que se acumula el ‘stock’ en los almacenes sin poder darle salida y, por ende, sin facturar lo comprometido. «Son materiales que ya tienes comprados o vendidos pero que no puedes liquidar», lamenta.
Como ejemplo más cercano, su experiencia. Tenía que haber cargado para un cliente italiano desde Valencia pero ahora no sabe ni siquiera cuándo le llegará a él la mercancía para poder hacer el envío. Y lo mismo ocurre con mercancía que tiene en Toledo, o en Francia que necesita para traer a España y cargarlo en contenedores para enviarlo por mar.
«No podemos permitirnos que estos paros se alarguen mucho más de un día. A todos nos repercute esto», se queja, al tiempo que reclama al Gobierno que ponga solución al problema. Porque Parodi no carga contra los transportistas sino que pone el foco en que el Ejecutivo se afane en buscar una solución. «Hay que velar por todos los empresarios», asegura. Porque los retrasos en la facturación se hacen presentes y el gasto en salarios sigue corriendo pese al parón de los departamentos de logística.
Los paros de los transportistas causan problemas de tesorería a empresas que dependen de la logística