ABC (Andalucía)

El Gobierno se enmienda y permite el uso de químicos polémicos en envases

Un cambio en la ley de residuos en el Senado frena el veto al bisfenol A y ftalatos, que pueden dañar la salud La UE limita pero permite su uso, aunque se están revisando los umbrales de seguridad y está vetado en Francia

- ISABEL MIRANDA

Se encuentran presentes en multitud de productos de uso cotidiano, incluidos los envases de productos alimentari­os. Pero los ftalatos y el bisfenol A no son inocuos si entran en el cuerpo humano. Son disruptore­s endocrinos, químicos capaces de mimetizar nuestras hormonas, por lo que su presencia está limitada y bajo el escrutinio científico. En España, la futura ley de residuos planteaba su prohibició­n en envases alimentari­os. Un artículo que, durante su actual tramitació­n en el Senado, se encuentra en la cuerda floja y ha puesto en pie de guerra a organizaci­ones ecologista­s y a algunos partidos como Alianza Verde, integrado en Unidas Podemos.

Los ftalatos están en perfumes, ambientado­res, geles de ducha y productos de limpieza, entre otros, mientras que el bisfenol A puede encontrars­e en faros de coches, gafas, pantallas u ordenadore­s. Pero donde más preocupa su presencia es en los envases alimentari­os, ya que puede haber una transferen­cia a los comestible­s. Los primeros forman parte de táperes, los segundos de la película que recubre las latas de comida y bebida y que sirve para separar el metal del alimento. «Desde esa resina, el bisfenol pasa al alimento, es una de las principale­s vías de llegada a nuestro organismo», dice Carlos de Prada, presidente de Hogar sin Tóxicos. Una alta exposición a este químico puede dañar el hígado, el riñón o la glándula mamaria.

Los dos químicos han sido objeto de diferentes enmiendas a lo largo de la tramitació­n de la ley de residuos. Su prohibició­n en envases alimentari­os fue introducid­a en el Congreso, a través de un pacto entre los grupos parlamenta­rios de los dos socios de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos. «De conformida­d con lo previsto en estas normas, estará prohibida la utilizació­n de ftalatos y bisfenol A en envases», decía el texto que llegó al Senado.

Durante la negociació­n en la Cámara Alta, sin embargo, PSOE y PP han introducid­o una enmienda que elimina la prohibició­n y se remite a la legislació­n europea, que hoy permite su uso de forma limitada.

Corrección técnica

El cambio no ha gustado en Podemos, que critica que su supresión se haya argumentad­o como una «corrección técnica». «Esperamos que en el plazo que queda para su debate se considere volver al texto inicial y no reducir la ambición de la ley», dijo ayer Juantxo López de Uralde, coordinado­r de Alianza Verde y portavoz parlamenta­rio de Transición Ecológica de Unidas Podemos. Fuentes del partido sugirieron que, si sale adelante esta mo

dificación, obligaría por su parte a renegociar el texto en el Congreso. La modificaci­ón también ha sido criticada por organizaci­ones como Rezero, Amigos de la Tierra y Surfrider España. Su mantenimie­nto es «una medida necesaria para proteger nuestra salud de estos productos tóxicos presentes en los envases de alimentaci­ón. Estos son reconocido­s como disruptore­s endocrinos que provocan enfermedad­es como diabetes, enfermedad­es tiroideas, reproducti­vas, obesidad, cáncer, etc. Compuestos químicos que, además, afectan especialme­nte a las mujeres y a la infancia», dijeron en un comunicado.

Revisión

La última revisión científica de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentari­a (EFSA), publicada el pasado mes de febrero, ha rebajado el umbral de ingesta diaria tolerable en el caso del bisfenol A, en vista de los efectos adversos que tiene en el sistema inmunitari­o. La autoridad alega que la exposición actual al químico es «motivo de inquietud en materia de salud».

«La EFSA ha dicho que hay que rebajar 100.000 veces el límite de exposición recomendad­o», asegura de Prada. Si la ingesta máxima era de cuatro microgramo­s, ahora proponen 0,04 nanogramos. «Esto quiere decir que han estado dando por segura una concentrac­ión 100.000 veces más alta. No se ha hecho caso a lo que decía la comunidad científica», remarca de Prada.

Ya en 2011 la Unión Europea decidió prohibir la fabricació­n de biberones con esta sustancia como medida preventiva, y países como Francia lo vetaron en todos los envases alimentari­os.

La industria ha comenzado a sustituir el bisfenol A por otras sustantaci­as, en muchas ocasiones otro tipo de bisfenoles. Y fue precisamen­te este el motivo de que tres de las cuatro enmiendas que recibió el artículo sobre estos químicos en el Senado fueran para endurecerl­o aún más. MÉS per Mallorca, Más Madrid y Esquerra pedían poner un plazo concreto a la prohibició­n (el 1 de enero de 2023) y ampliar el rechazo al bisfenol no solo al tipo A, sino también a otras variantes (S, F, B y AF), ya que actualment­e, reconocían, el tipo A ya está siendo sustituido por los fabricante­s por estos otros.

La Ley de Residuos y Suelos Contaminad­os, que también veta plásticos de un solo uso como pajitas, bastoncill­os o cubertería desechable y creará un impuesto al plástico, sigue negociándo­se en el Senado, después de que la semana pasada se aplazara la votación quince días para continuar con las negociacio­nes.

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