Cierre de casas prefabricadas de lujo ilegales que se ofrecían a extranjeros
► Levantadas en suelo rústico, las vendía una empresa con licencia de camping en Sorbas
Un resort de lujo, con viviendas prefabricadas, es lo que se escondía en Sorbas detrás de un establecimiento que tenía licencia de dos estrellas con categoría rural. Este asentamiento ilegal que se había conformado contaba con 29 ‘mobile-home’; que habían sido vendidas a extranjeros en su totalidad.
Fueron los servicios de inspección urbanística de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía quiénes detectaron a través de internet los anuncios dirigidos a ciudadanos británicos, franceses, holandeses y alemanes. «Oportunidad para invertir en el extranjero en una casa de ensueño para residencia permanente o pasar temporadas», decían en la publicidad.
Los propietarios del supuesto camping vendían las casas prefabricadas mediante el alquiler de una parcela, prestando servicios de agua, electricidad, saneamiento y residuos, e incluso les hacían un seguro del hogar. Las ‘mobile-home’ tenían un precio de entre 45.000 y 156.000 euros, dependiendo de su tamaño y prestaciones, pero carecían de cualquier permiso o licencia.
La inspección visitó el establecimiento y comprobó que se estaba haciendo un uso residencial. La Junta ha desmantelado ya este asentamiento y ha abierto dos expedientes sancionadores por infracciones contra la ordenación del territorio, uno por la publicidad y otro por la implantación de usos residenciales no autorizados.
Savannah Park es el nombre de este complejo que mostró su intención de recomprar la mayoría de las casas prefabricadas, resarciendo a la población extranjera afectada. Además, se han retirado 16 de las 29 viviendas y el resto se ha pedido autorización municipal para su explotación como instalación fija de alojamiento turístico. El alcalde de Sorbas, José Fernández explicó que hace unos años fue cuando se tramitó un expediente para darles la licencia de obras de un camping. «Se concedió un permiso para que las caravanas pudieran llegar y contar con los servicios propios de un establecimiento de este tipo. Sin embargo, compraron casas prefabricadas y las pusieron a la venta como si se tratara de un residencial», explicó el regidor.
Ayuntamiento, Junta de Andalucía y promotores trataron de regular la situación y encontrar una solución que ha pasado por dejar algunas de estas construcciones para uso turístico, pero no para venta ni residencial.
El complejo cuenta con piscina, pistas deportivas, jardines, salón, bar-restaurante y recepción. Debido a su exclusividad estaba enfocado como un club privado y no se permitía la entrada de gente sin vinculación al resort.