ABC (Andalucía)

Una estrella desde los márgenes

El actor, anomalía en una industria que acostumbra a seguir el canon, ganó un Oscar por ‘El beso de la mujer araña’ y trabajó para Marvel

- OBITUARIO William Hurt LUCÍA M. CABANELAS

Era atractivo sin ser el más guapo, conocido sin llegar a estrella. Contradicc­ión, paradoja, en un mundo de frivolidad­es, William Hurt supo hacer de sus rarezas tan típicas un emblema, consiguien­do, por puro empeño, que su talento se hiciera un hueco en una industria en la que lo difícil es triunfar sin seguir el canon.

El actor, empeñado en dibujar siempre un camino diferente al de las líneas rectas, definió el cine de los ochenta desde el margen. En paralelo al Nuevo Hollywood de Martin Scorsese y su cuadrilla de rebeldes, revolucion­ó el séptimo arte gracias a su fiel colaboraci­ón con el cineasta Lawrence Kasdan, que le dirigió en hasta tres películas durante esta década: ‘Fuego en el cuerpo’ (1981), ‘Reencuentr­o’ (1983) y ‘El turista accidental’ (1988). Y aún volverían a repetir en la siguiente, con ‘Te amaré hasta que te mate’ (1990).

Fue sin embargo su papel en otra cinta de los ochenta, el de Luis Molina en ‘El beso de la mujer araña’ (Héctor Babenco, 1985), el que le dio el único Oscar de su carrera por dar vida a un escaparati­sta homosexual prisionero en una cárcel brasileña durante la dictadura. La Academia de Hollywood, que a veces se deja embaucar por actores de carácter más que de vitrina, le mimó con otras tres nominacion­es, dos de ellas consecutiv­as tras su encomiable interpreta­ción en el filme de Babenco y otra ya en el nuevo siglo, como mejor actor de reparto por ‘Una historia de violencia’ (David Cronenberg, 2005). Eso sí, sin más premio.

En su ecléctica carrera, caracteriz­ada por el variado abanico de personajes a los que dio vida, porfió en su instinto William Hurt, que lo mismo trabajaba con Woody Allen (‘Alice’, 1990), con M. Night Shyamalan (‘El bosque’, 2004), Sean Penn (‘Hacia rutas salvajes’, 2007) o Ridley Scott (‘Robin Hood’).

Contumaz en su empeño, capaz de ser tan clarividen­te como de equivocars­e, Hurt rechazó –sin siquiera leerse el guion– interpreta­r en 1993 al doctor Grant en ‘Parque Jurásico’, papel que terminaría representa­ndo, de forma icónica, el actor Sam Neill. No había manía en su negativa, sino quizás puro azar, ya que no tuvo reparos en sumarse al equipo de Steven Spielberg ocho años más tarde, cuando aceptó convertirs­e en el profesor Allen Hobby, responsabl­e de haber diseñado al primer niño robot (Haley Joel Osment) en ‘A.I. Inteligenc­ia Artificial’.

En esa eterna contradicc­ión que fue su carrera, prolífica y de culto, repleta de grandes nombres y pequeñas películas que hizo grandes, terminó dejando su impronta en los superhéroe­s de los que otros reniegan. Visionario a su modo, se convirtió en Thaddeus Ross en ‘Hulk’, cuando Marvel todavía estaba en pañales, y repitió en el papel hasta en cuatro de sus películas, incluyendo su última aparición en pantalla, el año pasado, con ‘Viuda negra’. Su legado, además de variado, es inmenso.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain