La citricultora María Morales recibe el Premio Simón de Rojas Clemente
► La crisis de suministro provocada por la guerra de Ucrania y la manifestación del 20 M, presentes en esta 14º edición
El XIV Premio Simón de Rojas Clemente, promovido por ABC y la Caja Rural del Sur, ha recaído en la citricultora sevillana María Morales, primera mujer (tras Isabel Loring, que recogió el galardón en nombre de su familia) en recibir, a título personal, este galardón que rinde tributo a figuras relevantes del campo andaluz. Un premio que ha hecho extensivo «a todas las mujeres del campo que dedican su tiempo y esfuerzo al sector agrario, conciliando la vida personal y profesional».
La empresaria agraria, fundadora y presidenta desde el año 2008 de la Sociedad Agrícola de Transformación (SAT) Citrus Nostrum, ha recogido el premio de manos de la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, acompañada por el director de la Fundación Caja Rural del Sur, Emilio Ponce, y por el director de ABC de Sevilla, Álvaro Ybarra.
Destacados cargos de la Consejería de Agricultura, miembros del consejo de Caja Rural del Sur, organizaciones de productores, de instituciones sevillanas y empresarios agrarios y ganaderos de toda Andalucía han querido acompañar a la homenajeada y a su familia, además de felicitar al empresario onubense Manuel Alfaro, uno de los propietarios de la empresa familiar de frutos rojos El Pilonar, al que se ha hecho entrega de una mención.
Álvaro Ybarra ha comenzado su intervención señalando que «a veces no es agradable tener razón». Así, ha señalado que «desde hace décadas en ABC hemos dado voz a quienes defienden que la agricultura española es un sector estratégico para nuestro país y para la propia Unión Europea». Una pandemia primero y una guerra después «han puesto de relieve lo esencial que es tener plenamente garantizado en Europa el suministro alimentario, y la debilidad extrema en que nos sitúa la dependencia de terceros países», ha subrayado Ybarra.
Conflicto bélico
La guerra de Ucrania y sus consecuencias también han estado presentes en las palabras del director de la Fundación Caja Rural del Sur, Emilio Ponce, quien ha deseado «que cuanto antes acabe el sufrimiento de las personas que lo están viviendo y llegue la paz». Ponce ha definido estos premios como «el encuentro de la agricultura andaluza», un sector «muy importante en estos momentos», poniendo en valor el futuro del campo andaluz de manos de personas como los dos premiados: Manuel Alfaro y María Morales.
Manuel Alfaro y su empresa de frutos rojos (fresas, arándanos y frambuesas) El Pilonar ha sido de las pioneras de Huelva, teniendo hoy una posición de liderazgo en los mercados europeos donde se comercializan sus productos.
Manuel lleva toda su vida entre fresones. «Empecé a trabajar con 9 años y hasta ahora», ha señalado a los presentes. Sus padres le inculcaron desde niño el valor de este cultivo, un legado que él también ha trasmitido a sus propios hijos, pues la segunda generación ya está vinculada a la firma El Pilonar.
Por su parte, María Morales, «nieta e hija de agricultores» compagina la gestión de la SAT Citrus Nostrum, que aglutina unas 2.000 hectáreas de producción de cítricos, fruta de hueso, almendros y otras frutas, con su explotación familiar, formada por la finca Piedras Gordas, que suma cien hectáreas de naranjos en Villaverde del Río, y la finca El Priorato, que cuenta con 130 hectáreas en Lora del Río, donde se producen cultivos herbáceos y almendros.
Premio compartido
Esta citricultora hace más de 20 años que forma parte del mundo agrícola. «Me forjé en los mercados centrales de fruta de Europa, y aún hoy, el olor a fruta y verdura me traslada a aquellos años de venta a puerta fría, contactando a franceses, italianos, alemanes, ingleses y nórdicos el sabor especial y único de naranjas y mandarinas andaluzas».
El colofón al Simón de Rojas Clemente lo ha puesto la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, encargada de clausurar el acto. Crespo ha reconocido que son premios «muy merecidos», tras el que hay mucho esfuerzo «personal, familiar y sobre todo con mucha dedicación a lo que es el agro del futuro». «Necesitamos demostrarle al mundo que somos capaces desde Andalucía de seguir adelante con proyectos de futuro que apuesten por sostenibilidad y nuevas tecnologías». La consejera ha destacado la capacidad de adaptación y resiliencia del sector en los últimos años, marcados por los aranceles en la aceituna de mesa y por la pandemia.