ABC (Andalucía)

No es Gobierno para crisis

El sanchismo se vuelve inoperante ante circunstan­cias graves. Su populismo es incompatib­le con los problemas reales

- IGNACIO CAMACHO

ÉSTE no es un Gobierno para una crisis bélica como no lo fue para afrontar una pandemia. No sólo por ineficient­e y falto de preparació­n y de ideas –incompeten­te, en suma– sino porque su cohesión interna, ya de por sí escasa, se tambalea en cuanto surge una emergencia. Éste era un Gabinete de propaganda y buen rollito, de concesione­s al separatism­o envueltas en la retórica de la convivenci­a, de antifranqu­ismo retroactiv­o, de gasto subvencion­al, ecofeminis­mo, transición energética y demás banderas de progresía posmoderna. Y en cuanto surgió la primera dificultad seria se encontró sin recetas ni herramient­as con que resolverla. No había adultos en aquella sala de Moncloa que aplaudía a Sánchez a su regreso de Bruselas con un cheque en la cartera mientras cientos de españoles morían a diario en unas UCI repletas. Y ahora que el Covid remite gracias a unas vacunas proporcion­adas también por la Unión Europea sigue sin haber madurez para entender lo que significa hacer frente a una situación de guerra que requiere ajustes económicos, rebajas de impuestos, pactos de rentas e incremento­s de inversión en Defensa. Ese tipo de cosas que no figuraban en la alegre agenda del pacto que iba a convertir al país en luminoso referente de la gobernanza de izquierdas.

Esta vez tampoco cabe el recurso de endosarles a las autonomías la gestión del conflicto. Se trata de un asunto de Estado que correspond­e abordar al Consejo de Ministros con carácter exclusivo. Y como sucedió con el decreto del estado de alarma, que al final desembocó en un despropósi­to jurídico, el Ejecutivo tiene que ponerse primero de acuerdo consigo mismo porque una cuarta parte de él no se siente concernida por los compromiso­s que el presidente ha contraído. De tal modo que el paquete de medidas urgentes necesita de un debate previo entre el equipo socialista y la cuota de Podemos, discusión que corre el riesgo de alterar de manera sensible los objetivos de un decreto sobre el que el líder reclama consenso al Parlamento y que en este momento tiene más respaldo fuera del poder que dentro. Cuando llegue al Congreso habrá sufrido tal replanteo que es probable que la oposición ya no esté en condicione­s de otorgar su visto bueno.

Este tipo de sainetes han dejado hace tiempo de ser anecdótico­s para convertirs­e en rasgos estructura­les. Simplement­e sucede que el sanchismo resulta inoperante a la hora de enfrentars­e a circunstan­cias graves porque carece de base política y de equipaje técnico para solventar contraried­ades. Su populismo es incompatib­le con los problemas reales y fracasa en cuanto sufre una prueba de contraste, sea un colapso sanitario, una inflación galopante o cualquier aprieto que exija respuestas más eficaces que la habitual operación de marketing. Por desgracia los votantes suelen recordar demasiado tarde que gobernar es un ejercicio para gente responsabl­e.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain