Sánchez, ¡nos ahogamos! Pues vuelva usted... en quince días
Empresarios, autónomos y ciudadanos se ahogan y Sánchez lanza su flotador de medidas... ¡a dos semanas vista!
O Yen Falcon –que tengo que hacer una gira muy importante para lucir palmito y hacer amiguitos–, y tú en bicicleta. Que es muy sano, ecológico y te permite estar de mejor humor que si coges el coche. Además, no hay que preocuparse, los jefes te van a dejar llegar más tarde por hacer el esfuerzo por tu patria y por tu propio bolsillo! ¡Ah! y no olvides bajar la calefacción al salir de casa, total no vas a estar en todo el día. Y se acabó. Firmado, Gobierno de España. Hasta aquí todas las medidas que Pedro Sánchez y compañía han lanzado a los españoles para paliar la desproporcionada subida de los precios de los carburantes y de la energía. El resto, ya si eso, allá para el 29 de marzo.
Mientras, otros, como en el estallido de la pandemia, van en dirección contraria. Francia, Irlanda, Alemania, Portugal... bajan los impuestos del combustible, por ejemplo, y de forma inmediata, que la necesidad asfixia y sus ciudadanos tienen que seguir tirando de la economía del país, al tiempo que sus gobiernos ajustan las tablas de impuestos a la renta de los contribuyentes a la inflación para evitar hachazos fiscales, aunque sirvan para llenar las arcas del Estado. ¿Verdad Pedro?
El caso es que el Gobierno más caro de la hisotria ya ha puesto en marcha el único plan que tiene: salir corriendo en la tele amiga para colgar el letrero de «hoy no se ayuda, mañana sí», nueva versión del «Vuelva usted mañana», y así ir tirando a ver cuánto tiempo aguanta el contribuyente sin preguntarse qué diablos se nos ha perdido ahora por tierras europeas si no nos llega ni para comprar en el colmado de la esquina. Lo dicho, a grandes males, grandes remedios. ¿Que no puede echar gasolina al coche? Pues muy fácil, recuerde: vaya en bicicleta, o en patinete, que es muy sostenible y creo que hace rabiar cosa mala a Putin. A muchos, desde luego, se nos ocurren otras políticas de recorte de gasto en una economía de guerra para ayudar a todos los españoles sin asaltar siquiera los fondos europeos. Así a bote pronto, y por tenerlo ahí: el Gobierno de Rajoy tenía una vicepresidencia y trece ministerios. El Gobierno de Sánchez, tres vicepresidencias y veintidós ministerios. Asesores ya he perdido la cuenta.
Y es que ciudadanos, autónomos y empresarios se ahogan ya –unos no pueden llenar el carrito de la compra, otros paran producción y bajan persianas porque no pueden seguir–, mientras Sánchez lanza su flotador de medidas... ¡a dos semanas vista! Estamos ante el Gobierno de la cancelación: cualquier contratiempo o calamidad se contrapone de inmediato a una negación palmaria seguida de una batería de sandeces coronada por un enemigo remoto. De manual del perfecto escaqueado.