«El plan de inmersión lleva en Cataluña 30 años y funciona bien»
La ministra de Educación, Pilar Alegría, defendió ayer que «el plan de inmersión lingüística en Cataluña lleva en marcha 30 años y ha funcionado bien». Lo dijo en la Comisión de Educación de la Cámara Baja al ser interpelada por los diputados sobre el problema con el castellano en Cataluña. Alegría agregó que «los jóvenes catalanes que terminan la etapa básica educativa lo hacen con competencias muy similares en castellano y catalán y eso es lo importante. Yo soy aragonesa pero si fuera gallega, catalana o vasca me gustaría que mi hijo adquiera la competencia en gallego, castellano y francés». Esta declaración es una prueba de que el Gobierno central va en sintonía con la Generalitat.
«La frase es para asustarse. Está apoyando un régimen lingüístico que se ha aplicado de forma ilegal durante los últimos 30 años y que los tribunales lo han dicho reiteradamente, la última vez fue con la sentencia que obliga a aplicar el 25 por ciento de castellano en todas las aulas catalanas y que tiene que aplicarse sí o sí el 28 de marzo», opinó Ana Losada, presidenta de la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB). En cualquier caso, respecto a la conocida sentencia, como en otras ocasiones, Alegría ha vuelto a decir que «sobre sentencias judiciales no opino, hago lo que tengo que hacer que es respetarlas y cumplirlas. Frente a una sentencia firme, ya sea una administración o un ciudadano, tenemos que cumplirlas», señaló durante su comparecencia.
La ministra criticó a la «derecha», señalando que «cuando hablan de adoctrinamiento o de rebaja de nivel están señalando a los profesores. Está muy bien que hagan críticas al sistema educativo, pero estaría mejor que alguna vez trajeran a esta Cámara aportaciones constructivas. Es muy difícil avanzar cuando la derecha hace una crítica continua», apuntó. En respuesta, Joaquín Robles, de Vox, le dijo que propuestas traen pero quedan en la nada.
Respecto a la negativa de la Junta de Extremadura a escolarizar a una familia ucraniana en el mismo centro, Alegría defendió que el Gobierno regional resolvió la cuestión «en 24 horas». Pero el problema sigue sin resolverse: Antonio Merino, padre de Maryan Kovba, un niño de acogida, solicitó que los sobrinos de este, de 9 y 10 años, recién llegados de Ucrania, puedan ir al mismo centro que su tío para tener más apoyo.