Gerard Moreno y Rulli colocan al Villarreal en la élite europea
Genial ejercicio del Villarreal en Turín, que aguantó la virulencia de la Juventus en la primera parte gracias a la gran actuación de Rulli bajo palos, creció poco a poco en el partido y acabó por rematar a los italianos en el tramo final con goles de Gerard Moreno, de penalti, de Pau Torres y Danjuma, también desde los once metros. Gloria a la villa mediterránea, que alcanza los cuartos de final de la Champions por tercera vez en su historia, y para Unai Emery, que nunca había llegado a estas estancias de la competición en toda su carrera.
Ruge el Juventus Stadium, recinto de un equipo que defiende la Superliga pero cuya afición corea con honor el nombre de la Champions. Grupo descentrado el de Turín que vuelve a notar su pulso con Allegri en el banquillo y con la llegada del gigante Vlahovic en el mercado de invierno. Presentación fina y autoritaria de los del norte de Italia ante un Villarreal que, como acostumbra esta temporada en las citas de altura, no acusó la inexperiencia en los primeros minutos. Quería ser incisiva la Juve, pero los castellonenses le echaban mucha pausa y pocos errores a su fútbol. Algún susto se llevaron eso sí, como un disparo de Morata a bocajarro bien desviado por Rulli.
Apretaban los locales, pero el Villarreal se estiraba de maravilla cuando superaba la primera línea de presión, gracias en parte a alguna que otra virguería técnica como las ejecutadas por Danjuma o Estupiñán. Vlahovic es un martillo y acumulaba remates, casi avaricioso el delantero serbio porque no dejaba una a sus compañeros. Dio al larguero tras un golpeo complicadísimo, con el defensor encima y con escaso ángulo. Lo Celso asustó a Szczesny otro buen disparo desde la frontal. Ambición en ambos bandos que construía un guion de lo más atractivo. Sin embargo, la obra se escribía en italiano y solo Rulli, con cuatro paradas en la primera parte, conseguía erigirse como censor.
Cerró filas el Villarreal tras el descanso, consciente de que si los italianos continuaban con su asedio se llevarían el pase a cuartos de final. Los nueve hombres que formaban la línea defensiva visitante conseguían apaci
guar el ímpetu de los locales mientras Rulli se convertía en boxeador y aporreaba con los puños cualquier balón que se acercaba a su zona de influencia. Movía el banquillo Emery en busca de un desfibrilador y la Juventus, con el paso de los minutos, se estancaba en su clarividencia ofensiva. El nudo de la segunda parte era menos emocionante, pero sí más esperanzador para los españoles, que de vez en cuando conseguían tejer alguna posesión en campo contrario.
Saltó Gerard Moreno al campo y los astros se alinearon. Su primer balón fue una delicia de pase y en la siguiente, aunque no intervino, el Villarreal sacó un penalti clarísimo de Rugani sobre Coquelin. Moreno, cómo no, lo mandó a la red, con precisión y suspense, abajo y a la izquierda de Szczesny, que llegó a tocar el balón pero no pudo evitar el tanto.
No le dio tiempo a los transalpinos a reaccionar, que cuando planificaban el contraataque recibieron la extrema unción. Fue primero Pau Torres, de cabeza, y después Danjuma, de penalti, quienes cerraron en un instante una eliminatoria para la historia.