La misión europea para buscar vida en Marte, suspendida por la guerra de Ucrania
El lanzamiento en colaboración con Rusia estaba previsto para el próximo septiembre
Otros proyectos europeos afectados son Galileo, Euclid y EarthCare, además de la misión Venera, con la NASA
Después de dos semanas en el limbo, finalmente la Agencia Espacial Europea (ESA) decidió ayer suspender la misión ruso-europea Exo-Mars debido al conflicto en Ucrania. El objetivo de dicho proyecto era llevar a Marte al rover Rosalind Franklin, el primero ideado por Europa en conjunto con la agencia espacial rusa, Roscosmos.
«Como organización intergubernamental con el mandato de desarrollar e implementar programas espaciales respetando plenamente los valores europeos deploramos profundamente las víctimas humanas y las trágicas consecuencias de la agresión contra Ucrania –afirmó la agencia europea en un comunicado–. Si bien reconoce el impacto en la exploración científica del espacio, la ESA está totalmente alineada con las sanciones impuestas a Rusia por sus Estados miembros».
La retirada de Rusia
La decisión de Roscosmos de retirar a su personal del puerto espacial europeo en la Guayana Francesa a finales del pasado mes de febrero derivó en la suspensión de todas las misiones programadas para el lanzamiento con cohetes Soyuz rusos. «Roscosmos detiene la cooperación con los socios europeos para la organización de lanzamientos espaciales desde el cosmódromo de Kourou y retira a su personal técnico, incluyendo el equipo de lanzamiento, de la Guayana Francesa», afirmó el día 26 de febrero el máximo responsable de la agencia espacial rusa, Dimitri Rogozin, en respuesta tras las sanciones impuestas por la Unión Europea.
La respuesta de la ESA no se hizo esperar, y al día siguiente emitió un comunicado en el que advertía sobre el incierto futuro de ExoMars, cuyo lanzamiento estaba previsto en septiembre de 2022. «Las sanciones y el contexto más amplio hacen que un lanzamiento de ExoMars en 2022 sea muy poco probable. El director general de la ESA analizará todas las opciones y preparará una decisión formal sobre el camino a seguir por parte de los Estados miembros de la ESA», explicaron en ese momento.
El consejo de gobierno de la agencia espacial se reunió en París y ayer votó «por unanimidad» la suspensión de las actividades en cooperación con Rusia en la misión ExoMars. Esto no significa, sin embargo, el final absoluto del proyecto, ya que se ha encargado al director general de la ESA un «estudio industrial acelerado para definir mejor las opciones disponibles para implementar la misión del rover ExoMars», además de buscar alternativas para las otras misiones afectadas: el programa Galileo (el ‘GPS’ europeo), Euclid (una sonda que intentará mejorar nuestra comprensión sobre la energía y la materia oscura midiendo con precisión la aceleración del universo, y cuyo lanzamiento estaba previsto para 2023) y EarthCare (un satélite construido a medias entre Europa y Japón con el objetivo de analizar la relación de las nubes, los aerosoles y la radiación, previsto para despegar también el próximo año). Todas estas misiones dependían de los cohetes rusos Soyuz, si bien algunas también eran compatibles con los franceses Ariane.
Otras misiones canceladas
La ESA no es la única damnificada por la guerra de Putin. Dimitri Rogozin confirmó que suspendían su colaboración con la NASA en la misión Venera, una sonda para visitar el planeta Venus, además de amenazar acerca del futuro de la Estación Espacial Internacional (ISS), en la que Rusia es socio cualificado con un segmento propio y tripulantes de forma permanente. «Si bloquean la cooperación con nosotros, ¿quién salvará a la ISS de una órbita incontrolada y de que caiga en los Estados Unidos o... ¿Europa?», afirmó a través de su cuenta de Twitter.
Al respecto, la ESA aclaró ayer que el programa de la Estación Espacial Internacional «continúa operando nominalmente». «El objetivo principal es continuar con las operaciones seguras de la ISS, incluido el mantenimiento de la seguridad de la tripulación», afirmó.
ExoMars tenía como objetivo aterrizar en el Planeta Rojo con el primer rover europeo, el Rosalind Franklin