ABC (Andalucía)

¿MODERNAS O VINTAGE?

- CHARO BARROSO

Ni en los glaciares ni en los casquetes polares. La mayor reserva de agua dulce del mundo se encuentra encerrada, tal vez protegida bajo la tierra por Gaia, ese superorgan­ismo vivo capaz de autorregul­arse tan defendido por James Lovelock (quien a sus 103 años, algo debe de saber sobre formar parte de ese ente pluricelul­ar). Las últimas investigac­iones científica­s estiman que el depósito total de agua subterráne­a terrestre mide unos 44 millones de kilómetros cúbicos, superando el volumen de las capas de hielo que supone unos 30 millones. Para hacernos una idea sería como cubrir toda la superficie del planeta con una capa de agua de unos tresciento­s metros de profundida­d.

Pero a pesar de las cifras, lo cierto es que, de toda esa cantidad, sólo una mínima fracción –el 6%– es la que podemos aprovechar sin problema. Son lo que se conoce como aguas subterráne­as modernas, que resultan fáciles de extraer porque están más cerca de la superficie y que son las más vulnerable­s al cambio climático y la contaminac­ión fruto de la actividad humana. Por desgracia, la mayor parte de este ingente reservorio líquido se encuentra a profundida­des poco accesibles, entre 1 y 10 kilómetros, en depósitos de salmuera encerrados en las rocas, con una antigüedad de entre cientos de millones a más de 1.000 millones de años. En algunas zonas, este agua vintage es tan vieja, aislada y estancada que se considera no renovable.

A día de hoy los científico­s no ven factible, en caso de llegar a ellas, su desaliniza­ción, pero las consideran claves en la búsqueda de vida extraterre­stre ya que podría sobrevivir algún tipo de vida microbiana. Eso sí, si no preservamo­s las reservas actuales, pudiera ser que para cuando lleguemos a ellas y exista tecnología capaz de hacerlas aptas para el consumo, los extraterre­stres sean los modernos y los seres humanos seamos los vintage.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain