La penúltima cicatriz de Rafa Nadal
El tenista aduce un dolor de pecho tras la derrota y descansará hasta que empiece la temporada de tierra
El desierto sofocó a Rafa Nadal. El tenista español llegó a Indian Wells lanzado tras el mejor inicio de temporada de su carrera, con 20 victorias en 20 duelos y tres títulos en el zurrón (Melbourne, Open de Australia y Acapulco), y abandonó la ciudad californiana acorralado por los problemas físicos y con necesidad de un urgente descanso. A la ya conocida lesión crónica en su pie izquierdo (escafoides), esa que le acecha desde 2005 y que estuvo a punto de apartarle de las pistas de forma definitiva la pasada campaña, hay que sumarle una nueva dolencia, que le surgió durante las semifinales contra Carlos Alcaraz y que se agudizó durante la final de domingo ante Taylor Fritz.
«Cuando respiro, cuando me muevo, es como una aguja todo el tiempo aquí dentro», dijo señalándose el pecho en la rueda de prensa tras caer derrotado. «Me mareo un poco porque es doloroso. No sé si es algo en la costilla, no lo sé todavía».
Estas nuevas molestias se manifestaron por primera vez en el duelo fratricida ante Alcaraz. Nadal necesitó de asistencia del fisioterapeuta durante el duelo y parecía la espalda la zona más afectada. Sin embargo, contra Fritz el dolor, como un organismo vivo, pareció desplazarse hasta la zona del pecho. Lo cierto es que desde bien pronto en la final los gestos físicos y faciales del tenista eran preocupantes. Si uno tira de hemeroteca, es difícil encontrar a un Nadal tan tieso como el que se presentó en las ultimas estancias de Indian Wells.
No solo sus movimientos con la raqueta se resintieron durante el duelo ante Fritz. La típica frenada del tenis que sigue a un punto, recibido o anotado, era como un sendero repleto de tojos para Nadal. Le costaba arrancar y detenerse sobre la pista estadounidense e incluso los clásicos «¡vamos!» que siguieron a los pocos puntos que pudo celebrar eran un suplicio. Si no se puede levantar el puño con contundencia, algo no va bien. Nadal, ante semejante panorama, ingirió una pastilla inflamatoria durante el partido mientras en cada saque se dirigía la mano al pectoral por las molestias. «No se trata solo de dolor, no me siento muy bien porque afecta a mi respiración. Más que triste por la derrota, algo que acepté de inmediato, e incluso antes de que terminara el partido, se trata de que estoy sufriendo un poco, sinceramente».
Calendario con incógnitas
Pese al mal sabor de boca que dejó la primera derrota de la temporada, Nadal tendrá tiempo para reponerse y solucionar los interrogantes que arroja esta nueva lesión. Desde antes de su participación en Indian Wells ya se conoce su decisión de no disputar el Masters 1000 de Miami (23 de marzo), finalizando de esta manera su devenir en la primera parte de la temporada americana.
Es la campaña en tierra, su coto de caza predilecto, la que el español tiene marcada en rojo en el calendario. La arcilla saltará a la palestra en Montecarlo (11 de abril), una cita a la que podría no acudir tras la aparición de sus problemas en el pecho. Más si se tiene en cuenta el empache que sigue al torneo monegasco. El Conde de Godó de Barcelona, el Mutua Madrid Open y el Masters de Roma, una ruta de la seda que lleva a la estación favorita del español, París, el Roland Garros, donde el actual número tres del mundo defenderá título y donde ha saboreado el metal en hasta trece ocasiones.