«El atletismo español va en buena dirección»
Chapado, presidente de la Federación, vuelve satisfecho de Belgrado
España vuelve del Mundial en pista cubierta con una dulce resaca. La plata a última hora en el 4x400 masculino engordó la sensación de éxito para una delegación que presume de su posición final en el medallero, sexta, pero especialmente del lugar que ocupa en el ranking por número de finalistas, donde se eleva hasta la cuarta posición, primera europea, con 11 atletas entre los ocho mejores. Por delante, solo Estados Unidos, Etiopía y Jamaica. «Es algo inusual y hay que estar contentos», valoraba nada más aterrizar en Madrid Raúl Chapado, presidente de la Federación Española. «Esto es un primer paso de una temporada muy larga en la que nos esperan un Campeonato del Mundo al aire libre, otro de Europa, los Juegos Mediterráneos... Tenemos los pies en el suelo. Sabemos que a día de hoy el atletismo español no es el primero de Europa ni el cuarto del mundo, pero vamos a seguir trabajando para consolidarnos en esta línea ascendente. Creo que el equipo está en buena dirección».
Admite Chapado que le hizo especial ilusión el oro de Mariano García, el primero en un Mundial ‘indoor’ después de 18 años. Antes que él solo lo habían logrado Manolo Martínez (2003) y Colomán Trabado (1985), este cuando aún se llamaban Juegos Mundiales. «Suena muy bien tener un campeón del mundo. Y, además, con un atleta con ese potencial y talento. Ese enganche que tiene con el público por su forma de ser tan humilde y natural gusta mucho. Y encima hizo un carrerón».
«Entre los atletas hay de todo», resume el presidente al valorar el estado de ánimo con el que regresan los atletas. «Los hay que están más satisfechos que otros, incluso algunos que ni siquiera han podido ir por lesiones de último momento. Aquellos que han alcanzado sus objetivos, que son unos cuantos, se han vuelto felices».
El caso Mechaal
Entre los que no estaban demasiado contentos se encuentra Adel Mechaal, séptimo en la final de los 3.000 metros, que, después de su derrota, se mostró muy crítico con la planificación del viaje a Belgrado. El catalán tuvo que hacerlo desde Estambul, su lugar de residencia, hasta Madrid. Una vez allí participó en el acto de despedida de todo el equipo antes de partir el pasado martes hasta la capital serbia. «Igual no llega a veinte horas de mierda lo que he dormido estos días. Me da mucha rabia, es imposible rendir a estos niveles», se quejó el fondista, que ayer se marchó a toda prisa del aeropuerto de Barajas sin querer hablar.
«Cada deportista vive estas cosas de una manera y hay que respetar sus opiniones», intentaba contemporizar Chapado, al que en todo caso se le veía molesto por la reacción del atleta. «Él llegó a Madrid el pasado lunes, yo estuve con él y no me comentó nada. Él sabrá, pero viajó en las mismas condiciones que todos. Es una cuestión interna, y me consta que los técnicos han hablado con él. Yo no he tenido la oportunidad. Me sorprende porque en la presentación de Madrid dijo que le gustaban mucho ese tipo de actos para dar visibilidad a los atletas. Tampoco creo que un evento o un viaje tenga por qué afectar al rendimiento. Tendremos que analizar todos muchas cosas».