El PP-A, seguro de tener peso en la dirección de Feijóo en la que no estará Bendodo
El presidente andaluz defiende la autonomía del nuevo líder para elegir a su equipo
Los equilibrios son complejos en política aun en los momentos de unidad como los que está viviendo el PP tras la catarsis por la salida de Pablo Casado. Los preparativos del XX Congreso Nacional que ratificará a Alberto Núñez Feijóo como nuevo líder del partido se centran en las cuotas de poder que ocuparán los diferentes territorios. Aparcado el debate ideológico, los esfuerzos están centrados en las personas que pilotarán el nuevo PP.
La importancia del Gobierno andaluz, el número de afiliados que tiene el PP en la comunidad autónoma y la sintonía personal entre Juanma Moreno y Feijóo —que ambos llevan años pregonando— hacen prever que Andalucía tendrá un importante peso en la nueva dirección del partido. El sábado, en el mitin que los dos presidentes protagonizaron en Torremolinos, Feijóo ensalzó a Elías Bendodo, —«cuidado con Elías», dijo en tono de broma— desatando todas las quinielas, si bien hubo quien lo entendió como un elogio al anfitrión ya que Bendodo es el presidente del PP de Málaga.
Claro que las cuitas en el partido son tales que ayer el propio consejero de la Presidencia dijo en una entrevista en Canal Sur Radio «mi compromiso está con Andalucía y me quedo aquí», descartándose para ser el número dos del PP a nivel nacional. Un par de horas después era el propio presidente andaluz, Juanma Moreno, el que le cortaba el paso hacia Génova argumentando el «papel crucial» de Bendodo en el Gobierno andaluz.
Lo hacía, eso sí, llenando de halagos a su número dos en el Ejecutivo y su enlace con Ciudadanos, su socio en la Junta. «Su papel es capital en la organización del Gobierno de Andalucía, que está en minoría, en una coalición y que requiere del ejercicio y audacia que tiene Elías para que el Gobierno siga funcionando».
Elías Bendodo no sólo es el consejero de la Presidencia sino que, además, es el portavoz del Gobierno andaluz, la cara visible para los ciudadanos. Si fuese elegido para un cargo de primera fila en el PP nacional —es evidente que no se va a ir para perder influencia política— tendría que salir del Ejecutivo andaluz a pocos meses de las elecciones. Su consejería es, además, la responsable de la organización de las elecciones andaluzas con lo que su papel es muy delicado.
Claro que el descarte de Elías Bendodo para la nueva dirección nacional del PP no significa ni mucho menos que Moreno renuncie a cuotas de poder, sobre todo después de que Pablo Casado redujese el papel de los andaluces a algo testimonial en la anterior dirección. Eran sólo seis andaluces en un Comité Ejecutivo de 53 personas (apenas un 11%).
En un juego de palabras, el presidente de la Junta afirmó que es «evidente» que el PP andaluz tiene que tener peso en el nuevo puente de mando, «estoy convencido de que quedará reflejado el peso del PP andaluz» aunque matizando que Feijóo «tiene que tener las manos libres para hacer el equipo con el que se sienta cómodo».
El descarte de Bendodo no ha eliminado las opciones de todos los andaluces para ser el número dos del partido a nivel nacional. Fátima Báñez, exministra de Trabajo, podría ser la designada. Era el cargo que iba a ocupar con Soraya Sáenz de Santamaría.