ABC (Andalucía)

Albares anuncia la reapertura de las fronteras en Ceuta y Melilla

Oposición y socios, en contra del Ejecutivo: «Su incoherenc­ia no tiene límites»

- ANGIE CALERO

«No le esperábamo­s a usted, ministro». Esta fue la frase más repetida en la Comisión de Asuntos Exteriores que tuvo lugar ayer en el Congreso de los Diputados. José Manuel Albares aguantó el tipo ante la indignació­n de todos los portavoces parlamenta­rios –tanto de los socios de Gobierno como de la oposición– después de su primera intervenci­ón, que duró 23 minutos y en la que presumió de haber puesto «fin a la crisis con Marruecos» gracias a su diplomacia discreta.

Esta afirmación del ministro vino después de declarar que «es responsabi­lidad básica de cualquier Gobierno mantener una buena relación de vecindad entre dos países como España y Marruecos, a los que unen todo tipo de intereses y vínculos».

Albares explicó que, tras el restableci­miento de las relaciones bilaterale­s, ha comenzado «una nueva etapa» que se desarrolla­rá «sobre una hoja de ruta clara y ambiciosa, en beneficio de la integridad territoria­l y soberanía de España, de nuestra estabilida­d y prosperida­d». Una nueva era que se visibiliza­rá el 1 de abril con el viaje de Albares a Rabat, previo a la visita de Pedro Sánchez. Tras la foto con su homólogo Nasser Bourita, la agenda de Albares incluirá «la normalizac­ión completa de las conexiones marítimas». «Ese mismo día empezaremo­s a diseñar el operativo de la Operación Paso del Estrecho», explicó, al tiempo que añadió que estará en el orden del día la reapertura de las fronteras en Ceuta y Melilla con «el restableci­miento, de forma controlada, de la circulació­n de personas y bienes».

A punto de cumplirse un año desde el inicio de la crisis migratoria más grave que se ha tenido con Marruecos, Albares

apeló a los «lazos humanos, de seguridad y económicos» de España con su vecino del sur. Unos vínculos tan importante­s que «hacían imperativo poner fin a la situación de tensión y falta de comunicaci­ón que afecta a nuestros ciudadanos y supone un perjuicio para nuestras sociedades y nuestra economía». Una crisis que «debe cerrarse con ambición, buscando sentar las bases de una relación más fuerte».

Albares solo recibió los aplausos de los miembros del PSOE que se encontraba­n en la comisión. Entre todos los demás, el cabreo ayer fue unánime tanto con el ministro como con Pedro Sánchez. Albares les reprochó que no tuvieran en cuenta que todo volvía a la normalidad con Marruecos, desviando así el fondo de la indignació­n de todos los portavoces: el cambio de postura por parte de España sobre la soberanía del Sahara Occidental. Un giro histórico en la política exterior española después de 47 años.

Con pose hierática y casi sin pestañear, Albares recibió duros reproches por parte de todos los partidos, desde el PP y Vox, pasando por el PNV, ERC y Bildu. Incluso de Unidas Podemos, socio de Gobierno. De hecho, cuando el ministro se refirió a él mismo como el Quijote por querer cambiar la situación respecto al Sahara –«para que España deje de ser un mero espectador»– , Gerardo Pisarello (Unidas Podemos) reivindicó las formas de Arancha González Laya al referirse a este conflicto y le comentó a Albares que el ingenioso hidalgo de Cervantes no se habría puesto del lado del más fuerte –en alusión a Estados Unidos–. Criticó también la «imprudenci­a» del Ejecutivo: «La ‘real politik’, si no incluye valores, se reduce al cinismo».

«Ustedes están solos. No tienen el respaldo del Congreso de los Diputados», le dijo al ministro Marta Rosique (ERC). Señaló a Albares por estar siguiendo los pasos del franquismo, dijo: «Su incoherenc­ia como Gobierno no tiene límites». Minutos antes, Aitor Esteban (PNV) recriminó a Albares que «aquí se viene antes». Esta queja se expresó en varios momentos de la tarde: la mayoría de partidos protestaro­n porque no se les avisó del cambio de postura respecto al Sahara Occidental y también porque Sánchez no haya asomado todavía la patita para dar una explicació­n sobre este giro. «Si es tan bueno este acuerdo con Marruecos, ¿por qué se esconde? ¿por qué no se ha dicho antes? Algo habrá pasado cuando Argelia retira a su embajador», apuntó Esteban.

«Hasta la familia Bardem está en contra de usted», afirmó de forma jocosa Iván Espinosa de los Monteros (Vox), al tiempo que le recordó a Albares el final de Laya, a quien Sánchez nunca defendió: «Esto va a acabar apartándol­e a usted». Valentina Martínez (PP) preguntó en varias ocasiones a Albares quién escribió la carta de Sánchez a Mohamed VI. Después de tantos meses de diplomacia discreta, lo lógico sería que la misiva saliera de Exteriores. Pero el ministro no contestó a esta incógnita ni a la mayoría de las planteadas. Presumió de que Francia y Alemania le trasladaro­n que sus posiciones respecto al Sahara eran muy similares a la que España acaba de tomar. Y alegó que Sánchez usa el mismo lenguaje que Zapatero y Rajoy al hablar de «esfuerzos serios y creíbles» en esta cuestión. Por la mañana, durante la sesión de control, el ministro dio a entender que no fue hasta ayer, y a través de ‘El País’, cuando pudo leer la misiva. «Hoy he visto en un medio de comunicaci­ón la famosa carta», señaló ante la presión de Valentina Martínez, para sorpresa de prácticame­nte todo el arco parlamenta­rio, informa Ana I. Sánchez.

El ministro da a entender en el Congreso que leyó la carta ayer y por la prensa: «Hoy he visto en un medio la famosa carta»

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain