El paro del transporte deja pérdidas de 130 millones al día en la distribución y alienta un alud de ERTE
► El Gobierno cede y adelanta a hoy la cita clave con los transportistas, pero sigue ignorando a la asociación responsable de las movilizaciones
Cada día que pasa, kilos de mercancías y millones de euros se van por el sumidero por el paro de los transportistas. Y el daño para el tejido productivo español se hace cada vez más irreparable. La gran distribución alertó ayer de que pierde 130 millones de euros al día por las movilizaciones y lanzó un mensaje al Gobierno, al asegurar que la situación de la cadena alimentaria está «más tensionada» que en los peores momentos de la pandemia del coronavirus.
Los supermercados, agrupados en la asociación Asedas, descartaron que se vaya a producir un problema de desabastecimiento general en los lineales, pero también exigieron a los consumidores que ejerzan con responsabilidad las compras y eviten los acopios masivos, que lejos de solucionar el problema, «complican aún más la gestión de los ‘stocks’ en las tiendas».
Pero los mensajes de alerta no solo llegan desde el sector de la distribución. Los SOS se repiten desde prácticamente todos los sectores productivos de la economía, ante el colapso de un medio de transporte responsable del 90% de los movimientos de las mercancías.
En las últimas horas ha cobrado fuerza una palabra entre las grandes patronales: ERTE. Tal y como publicó este periódico, las empresas empiezan a preparar suspensiones temporales de empleo para responder al parón de la producción al que les empuja los paros. Asociaciones de empresas cargadoras como AEC (Asociación de Cargadores de España), Anfac (Fabricantes de automoción), Aecoc (Asociación de fabricantes y distribuidores), Feique (Industria química) y Transprimela firmaron ayer un comunicado conjunto en el que explicaban que «numerosas plantas han tenido que parar la producción por la falta de suministros» y, de no actuar rápidamente, se producirá «un desabastecimiento de productos esenciales en el corto plazo, al que seguirá el cierre de empresas y la presentación de ERTE». Ayer, empresas alimenticias como Ingapan ya anunciaban que activarían este mecanismo por las movilizaciones del transporte.
Otros sectores también lanzan la voz de alarma por las afecciones que los paros están provocando en su actividad. La Asociación Española de Proveedores de Automoción, Sernauto, denunció ayer la situación «insostenible» que está conllevando paradas de cadenas de producción «enteras».
Ante la presión de las empresas y la oposición, el Ejecutivo ha decidido adelantar a hoy la reunión prevista inicialmente para el viernes con el Comité
Nacional del Transporte por Carretera (CNTC). Un encuentro en el que se espera que el Gobierno concrete el paquete de ayudas de 500 millones que ofreció el lunes al sector, que contempla medidas como una bonificación del gasóleo profesional. En la CNTC esperan nuevos incentivos y que esta bonificación ronde los 15 céntimos por litro, ya que esta es la cuantía ofrecida por Francia y el Ejecutivo asegura que tomará como referencia su modelo de ayudas.
El paquete de medidas también espera ser conocido por el transporte de viajeros (bus, taxi, VTC y ambulancias), al que ayer Transportes aseguró que se beneficiaría de la misma forma que mercancías. La rama de viajeros de la CNTC ya ha advertido de que si sus reivindicaciones no son atendidas convocarán una macromanifestación el próximo domingo en Madrid.
El problema es que la nueva propuesta del Ejecutivo no garantiza, ni mucho menos, el final de las protestas. Porque la CNTC ya rechaza los paros de los transportistas y el Gobierno mantiene un pulso con los convocantes de las movilizaciones –la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte por Mercancías–, con los que se niega a reunirse. La respuesta que ha dado la Plataforma es tajante: no aceptarán ningún acuerdo alcanzado sin su firma y mantendrán los paros. Pase lo que pase en la reunión de hoy.
La organización exigió ayer la dimisión de la ministra del ramo, Raquel Sánchez, y convocó una manifestación frente a su ministerio para mañana por la mañana. Es decir, las protestas de los pequeños transportistas se mantienen como indefinidas y ya apuntan a su continuidad la semana que viene. El líder de la Plataforma, Manuel Hernández, aseguró ayer que el conflicto «no tienen más remedio» que seguir adelante, ante el «inaceptable reto» de la Administración, que está haciendo caso omiso a sus peticiones. Hernández, a través de un vídeo publicado en redes sociales, hizo un llamamiento a los transportistas que secundan los paros para pedirles «que no cedan a las presiones que llegan», en un momento donde «estamos cerca de lograr nuestros objetivos».
«Las industrias están presionando de manera muy importante a la Administración, y no les quedará más remedio que sentarse con nosotros» ase
El gremio espera una bonificación del gasóleo profesional similar a la de Francia, que alcanza los 15 céntimos por litro durante un periodo de cuatro meses
veró el cabecilla del paro del transporte.
En el mismo mensaje, Hernández arremetió contra las federaciones del sector (pertenecientes al CNTC) que se han sumado en los últimos días a los paros. «Han llegado por la puerta de atrás, sin claridad y sin decir oficialmente lo que piensan. Si lo han hecho es por presión de sus socios y no por la voluntad de sus juntas.
Colapso en Barcelona
Mientras, los paros también pusieron ayer en seria dificultad a la cadena de suministro. Los piquetes volvieron a estar presentes en muchos de los puntos clave para la logística nacional y los camiones inundaron algunas de las principales arterias del país. En Barcelona, unos 200 camiones cortaron la vía a su paso por la Zona Franca, generando de nuevo una situación de bloqueo para el resto de conductores. En Madrid hubo fuertes retenciones en la M-40, mientras que Galicia se mantuvo como uno de las zonas calientes del conflicto. Por contra, en Baleares el Gobierno regional llegó a un acuerdo con el sector por el que le concederá 5,5 millones de euros a cambio de que desconvoque la huelga indefinida que tenía previsto realizar a partir del 28 de marzo.
De vuelta a los paros de estos días, según los últimos datos del Ministerio del Interior, se han detenido a 61 personas e investigado a otras 445 relacionadas con los piquetes desde el inicio de las protestas, hace ya once días. El conflicto se enquista y ya pone en riesgo el crecimiento económico.