Disuasión nuclear para frenar a Putin
Una poderosa señal sería que toda Europa reabriera sus centrales nucleares y prolongara su vida útil
LA disuasión más eficaz frente a un agresor como Vladímir Putin que nada en la abundancia energética es la nuclear. No me refiero al arma nuclear, con la que él ha amenazado al resto de Europa, sino a la energía nuclear para usos pacíficos que permitiría hacer sostenibles los objetivos de descarbonización del Acuerdo de París sin tener que recurrir a los combustibles fósiles como el gas o el petróleo que su país vende a Europa.
El líder ruso recibiría así un mensaje inapelable: no queremos tus fósiles manchados de sangre. Como no queremos las muertes que provoca en Ucrania.
De momento, Francia y Holanda han anunciado que construirán nuevas centrales: seis y dos más respectivamente. Bélgica ha decidido que prolongará la vida útil de las suyas otros diez años. Polonia y Chequia están adoptando decisiones similares, según Ignacio Araluce, presidente del Foro de la Industria Nuclear Española. «En la situación actual, es evidente que hay un renacimiento de la energía nuclear», sentencia Araluce.
Sobre todo los partidos socialdemócratas deberían abrirse a revisar su posición antinuclear. Son muchos los expertos que ya están convencidos de que esta energía, que no produce CO2, es la mejor aliada del proceso de transición hacia un mix energético renovable y sostenible medioambientalmente. El problema último es el asunto de la seguridad. Se sostiene que si se integran en el cálculo de costes de la nuclear los riesgos físicos y el problema del almacenamiento de residuos, estos son inasumibles. Eso ocurre con otras actividades también.
No cabe duda de que uno de los signos más fuertes se produciría si Alemania decidiera no sólo no cerrar las últimas tres centrales nucleares que ha previsto clausurar este año, sino rehabilitar y prolongar la vida útil de las tres que cerró en diciembre. No habían pasado tres días del inicio de la agresión a Ucrania cuando el presidente del influyente instituto económico alemán Ifo, Clements Fuest, abogó por posponer el abandono de la energía nuclear. Lo que es evidente es que la situación ha cambiado y cuando esto ocurre lo lógico es cambiar de planes para intentar llegar a los mismos objetivos. jmuller@abc.es