La huelga contra el 25% de castellano pincha en las escuelas
► Solo el 6,2% de los docentes secunda la protesta, espoleada por la Generalitat
El clamor social aireado por los defensores de la inmersión contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que obliga a impartir un 25 por ciento de clases en castellano no se escenificó ayer en las calles. La anunciada huelga contra el fallo, convocada por UstecStes. Intersindical, CSC, COS y el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC) y espoleada desde el Govern, solo logró movilizar a un 6,23 por ciento del profesorado de los centros públicos y a un escaso 4,2 por ciento de la escuela concertada, según datos de la Generalitat.
Tampoco la manifestación unitaria que recorrió el centro de Barcelona bajo el lema ‘La Pública es en catalán’ consiguió el apoyo esperado. Según datos de la Guardia Urbana congregó a 7.500 personas (los sindicatos elevan la cifra a 40.000), una tercera parte de los que salieron a la calle en las protestas de la semana pasada contra la modificación del calendario escolar.
La lluvia puso la guinda a una jornada deslucida que tuvo mayor seguimiento en los institutos y en la universidad (en algunas facultades fue mayoritario) pero que pinchó estrepitosamente en las escuelas, donde impactará el porcentaje de castellano fijado por los tribunales. La huelga, que se produjo un día después de que la Generalitat desvelara la estrategia con la que pretende burlar la sentencia, comenzó con piquetes y boicots en algunos campus pero no hubo incidentes de importancia.
Secundado, entre otras entidades por Òmnium Cultural, la Plataforma per la Llengua o el Consell por la República, el paro se convirtió en arma arrojadiza contra el Govern en una jornada llena de reproches al consejero Josep Gonzàlez-Cambray por su «falta de mano dura en la defensa de la lengua catalana».
Cambray presentó el martes las líneas básicas del nuevo decreto con el que pretende sortear el dictado judicial. No dio demasiados detalles solo que desarrollaría el artículo II de la Ley Educativa Catalana (LEC) que hace mención expresa al ‘régimen lingüístico del sistema educativo ’ y que su objetivo sería «reforzar el modelo lingüístico y dotar de mayor seguridad a los proyectos lingüísticos» de los centros.
En declaraciones a los periodistas antes de empezar la marcha, Iolanda Segura, portavoz de Ustec · Stes, lamentó el «marketing y postureo» de la consejería de Educación, a quien acusó de aplicar el 25 por ciento de forma camuflada, criticando que el decreto que prevé aprobar «deja al personal de los centros desprotegido ante las ofensivas judiciales». Bernat Pèlach, de Intersindical-CSC, reclamó al departamento que «asuma sus responsabilidades» garantizando que la inmersión (que en su opinión no se cumple en muchos centros) se aplica de forma correcta, y haga un plan lingüístico único que no ceda la cuestión a las direcciones, informa Ep. Desde COS, Cati Morros criticó que el Govern haya dado apoyo a la huelga: «No les queremos. No venimos a pedir apoyo, venimos a pedir que se desobedezca la sentencia y haya garantías para proteger y cubrir a los que sí estamos dispuestos a luchar por nuestra lengua».
Marta Daviu, del sindicato SEPC, avanzó que los estudiantes no se quedarán de brazos cruzados mientras «roban la lengua y el futuro». Desde el sindicato independentista amenazaron con nuevas movilizaciones. Algunos docentes achacaron la baja participación en la jornada «al impacto económico que tienen tantos días de paro y a la lluvia».
Final de campaña de la AEB
Desde el otro lado del conflicto, los defensores del bilingüismo ultimaban su estrategia para lanzar, a partir del próximo lunes, sus demandas de ejecución forzosa del fallo. En un acto de final de campaña, la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) desvelaba que ha recibido el apoyo de 1.502 familias. Tal como avanzó ayer ABC, la entidad presentará dos demandas de ejecución forzosa la próxima semana, una a nivel de asociación, y otra desde la Plataforma que lidera, ‘Escuela de Todos’, en representación de todas las familias que han apoyado la causa.