Boicot a una docente en Barcelona por no apoyar la ‘ley Trans’
Tras ser boicoteada la semana pasada por sus alumnas del máster sobre Género y Comunicación por su posicionamiento contrario ante la ‘ley Trans’, Juana Gallego, doctora en Ciencias de la Información y experta en género, recibió ayer, día en que pensaba retomar las sesiones, un segundo varapalo, esta vez, según denuncia, por parte de la propia universidad (la Autónoma de Barcelona) en la que imparte la materia.
Según la docente, la universidad le impidió dar la sesión alegando que la clase «estaba instrumentalizada políticamente por el partido Feministas al Congreso», del que ella es vicesecretaria general primera. «Tiene gracia que la universidad, precisamente esta que no ha tenido reparos en expresar su posicionamiento político en algunas cuestiones, me acuse de vulnerar la neutralidad ideológica», apunta a este diario.
El conflicto empezó hace nueve días cuando Gallego se disponía a impartir la primera sesión de su asignatura, pero encontró el aula vacía. Las alumnas comunicaron a la directora del título de posgrado que no acudirían «por el posicionamiento público» de la docente, que en diversas plataformas se ha manifestado contraria a la ‘ley Trans’, impulsada por el Ministerio de Igualdad, y a la ‘doctrina queer’, que rechaza la clasificación de los individuos en categorías universales y fijas, como varón, mujer, heterosexual, homosexual, bisexual o transexual.
Con el aula vacía, la docente grabó un vídeo de denuncia y lo colgó en las redes sociales. «Hacen boicot a mis clases por ejercer mi derecho a la libertad de expresión. No conozco a las alumnas ni ellas a mí. Totalitarismo puro», aseguró Gallego, que se siente víctima de una «persecución ideológica».
La clase de ayer, la siguiente tras el plante, cambió de ubicación por decisión de la universidad. «La primera estaba convocada en una sede de Barcelona y la de ayer en la Autónoma, en Bellaterra», explica. Cuando llegó al aula, a las 17.30 horas, vio que el recinto estaba cerrado. «Imaginaba que no estarían las alumnas, pero me encontré con otra sorpresa», indica.
Al no poder acceder a la clase contactó con el rectorado y desde allí le comunicaron que le habían enviado un correo avisándola de que «la posponían y que no podía celebrarse porque estaba instrumentalizada políticamente». Juana Gallego ha recibido multitud de apoyos en las redes, tanto de colectivos feministas como de colectivos de profesores.