La silla eléctrica junto a Luis Enrique
Rafel Pol se estrena como segundo del seleccionador, un puesto que se ha vuelto muy inestable
Del andamio a la moviola. Luis Enrique no solo innova en sus convocatorias. También lo hace en su metodología. A su llegada a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, cuartel general de la selección en la preparación de los amistosos ante Albania e Islandia, los internacionales se han encontrado una sorpresa. Una enorme, con forma de pantalla de 6 metros de ancho por 3 de alto que preside el lateral del campo de entrenamiento principal. La pantalla la pidió el seleccionador para unir en un mismo espacio los entrenamientos con las sesiones de vídeo, una manera de poder parar, analizar y corregir en vivo a sus jugadores apoyado en la tecnología.
El avance tiene mucho que ver con la forma con la que Luis Enrique concibe el fútbol, y también con el nuevo rol que ha asumido en la selección Rafel Pol, su nuevo segundo entrenador, además de preparador físico. El mallorquín, de 35 años, asume un papel superior, pero también de bastante más riesgo visto el historial del seleccionador con sus ayudantes. Sus dos predecesores, Robert Moreno y Jesús Casas, ya forman parte del pasado del seleccionador. Fue hace un mes cuando la Federación lanzó el comunicado anunciando la salida del cuerpo técnico de Casas, quien había ejercido de segundo desde marzo de 2019. El gaditano, responsable entre otras muchas cosas de organizar las jugadas a balón parado, ascendió precisamente para ayudar a Robert Moreno cuando Luis Enrique se apartó por la enfermedad de una hija. Al regreso del asturiano, consumado el desencuentro con Moreno, Casas fue confirmado como segundo, puesto en el que ha permanecido tres años. «Los staff están en continua evolución, como lo están las listas o lo está el fútbol moderno. Hay que adaptarse y eso es lo que busco siempre en mi cuerpo técnico», explicaba el propio Luis Enrique el pasado viernes sobre el cambio en su equipo. «Soy el máximo responsable de todo lo que le suceda a mi staff. Es mi responsabilidad y la acepto de buen grado». El puesto de segundo no es el único inestable en el staff. Luis Enrique suma también tres preparadores de porteros durante su etapa como seleccionador. Comenzó con José Manuel Ochotorena, al que sustituyó por José Sambade en febrero de 2021. El gallego apenas duró unos meses, y fue despedido después de la Eurocopa. Ahora el puesto lo ocupa el asturiano Juanjo González.
La relación entre Rafael Pol y Luis Enrique es larga. Curiosamente, fue Robert Moreno el que los presentó. El nuevo ayudante es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en INEFC, especialidad fútbol, por la Universidad de Barcelona. Tuvo como profesor a Paco Seirul·lo, histórico preparador físico del deporte español y responsable del departamento de Metodología de Entrenamiento del Barcelona desde 2014. Pol era uno de sus alumnos aventajados, una mente inquieta con ideas revolucionarias sobre cómo debían ser las sesiones de entrenamiento. Con solo 23 años las trasladó a un libro titulado ‘La preparación ¿física? en el fútbol’, editado por la editorial McSport, fundada por el propio Robert Moreno, con quien siempre tuvo una gran relación y que le presentaba como «un genio de la ciencia del fútbol, que al igual que otros muchos
genios de otras ciencias, se anticiparon a sus tiempos». Ese libro, considerado una referencia en la preparación física, le abrió las puertas del cuerpo técnico de Luis Enrique, que contó con él por primera vez en su aventura en la Roma y se lo llevó también al Celta y al Barça, a donde llegó con 27 años.
«Puedes tener resultados o excusas, pero no ambas», es uno de los lemas de Pol, nueva mano derecha de un Luis Enrique confía muchísimo en él y en sus opiniones. El seleccionador estima de forma especial que, más allá de la preparación física, sea capaz de controlar el fútbol desde diferentes ángulos. Y que es un tipo discreto y leal, valores vitales para él. De momento.