Andalucía gana contribuyentes y recauda más tras bajar impuestos
La Junta ingresó casi 100 millones más por los principales tributos cedidos en 2021 que en 2018, pese a la pandemia Hacienda cree que la reducción de la presión fiscal ha facilitado el regreso de personas que se habían marchado
En la recaudación fiscal también pesa la seguridad jurídica. «El empresario invierte con tranquilidad», señala Ignacio Méndez
La economía andaluza ha mostrado síntomas de una inusitada recuperación tras el batacazo que supuso el confinamiento en lo peor de la pandemia, al menos hasta las consecuencias derivadas de la invasión de Ucrania. Una señal inequívoca de la salida de la crisis es que los ingresos procedentes de los tributos se han disparado, en algunos casos, a niveles previos a la era Covid, empujados por la reactivación económica y el avance en la vacunación, pero también por las tres reformas fiscales que ha aprobado el Gobierno de coalición del PP y Ciudadanos a lo largo de la legislatura, que se han traducido en un aumento de contribuyentes.
El caudal de ingresos ha sorprendido incluso a los responsables de la Consejería de Hacienda y Financiación Europea, que dirige Juan Bravo. «Los datos son mejores de los esperados», admite el secretario general de Hacienda, Ignacio Méndez. La recaudación de la Junta de Andalucía en los principales impuestos cedidos por el Estado creció un 4,7% en 2021 con respecto a 2018, el último ejercicio bajo la gestión del Gobierno de Susana Díaz (PSOE).
Al cierre de 2021, todavía bajo los efectos de la crisis del coronavirus, la comunidad obtuvo unos ingresos totales de 2.148,1 millones de euros en los impuestos sobre Sucesiones y Donaciones (ISD), Patrimonio, Transmisiones Patrimoniales (ITP) y Actos Jurídicos Documentados. Suman casi cien millones de euros más que al finalizar el ejercicio de 2018, cuando se recaudaron 2.051,35 millones, según se desprende de los Cuadernos de Recaudación Tributaria que publica cada mes la consejería que dirige Juan Bravo (PP). Entonces, el Covid ni siquiera aparecía en el diccionario. «Hay muchos factores interrelacionados que condicionan la evolución de la recaudación tributaria. Lo que sí está claro es que en materia de tributos cedidos Andalucía estaba soportando una presión fiscal nominal excesiva y superior a su entorno cercano hasta el año 2018. Al haber reducido dicha presión, se ha producido un regreso de personas que se habían marchado de la comunidad autónoma», explica Méndez.
Otras variables que están detrás de este inesperado aumento de ingresos son la eliminación de trabas burocráticas y la seguridad jurídica. «Nuestro discurso ha sido muy consistente, siempre hemos dicho y hemos hecho lo mismo. Tenemos una hoja de ruta clara y eso hace que los empresarios inviertan con tranquilidad, que nos vean como gente creíble», señala.
Los números parecen darle la razón. En el conjunto de los ejercicios de 2019 y 2020, la comunidad autónoma ganó 280.000 contribuyentes en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). «Ese aumento no lo había visto hasta ahora en la Agencia Tributaria. La gente con dinero se estaba yendo de Andalucía porque soportaba un Impuesto de Sucesiones y Donaciones mayor. Cuando hemos conseguido modificarlo y rebajarlo, esa gente ha empezado a tributar en Andalucía, y eso no afecta sólo al pagar herencias, sino también al IRPF, que se abona desde el minuto uno cuando se cambia de residencia», destaca el secretario general de Hacienda.
Precisamente, el Parlamento autonómico debate mañana una proposición del PP que defiende la autonomía financiera andaluza frente a la armonización fiscal que propugna el Gobierno central. Los populares apoyan rebajar tributos para compensar el encarecimiento de la cesta de la compra.
Herencias más baratas
A efectos de pagar impuestos, no era lo mismo vivir en Andalucía que, por ejemplo, en Madrid. Una de las primeras medidas que anunció Juanma Moreno (PP) en abril de 2019, tras su llegada a la Presidencia de la Junta de Andalucía, fue precisamente suprimir al 99% el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones que venían pagando los familiares directos (hijos, nietos y cónyuges). Desde 2018, la entonces consejera de Hacienda y hoy ministra del ramo, María Jesús Montero (PSOE), había elevado el tope exento a un millón de euros para estos grupos, ante la presión ejercida por Ciudadanos. Desde 2022 las bonificaciones se han extendido a herma
nos, tíos y sobrinos, que hasta ahora podían pagar hasta un 70% en el impuesto y ahora no sobrepasará del 45% del valor de lo heredado. Las primeras rebajas aplicadas se han traducido en un ahorro para los contribuyentes de 40,7 millones al comparar 2018 y 2021.
Ese impulso de la recaudación se aprecia sobre todo en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) que se abona siempre que se compra una vivienda de segunda mano a otro particular. En 2021 se han obtenido 1.326,74 millones de euros, lo que supone un 10,4% más que en 2018 (1.200,98 millones).
Desde abril de 2021, el ITP ha pasado a tener un tipo general del 7%, en lugar del 8%, 9% y 10% vigentes. Si antes se pagaban 14.400 euros por comprar una vivienda usada valorada en 180.000 euros, ahora son 12.600 euros. También se redujo la factura por escriturar una casa nueva al rebajarse del 1,5% al 1,2% la cuota del Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados.
En este terreno, Andalucía acusaba la dura competencia de la vecina Portugal, que brinda ventajas fiscales a los extranjeros. «Si tienes un ITP del 10% para una vivienda de 700.000 euros, que puede costar una casa en la costa, y en el Algarve pagan un 6%, evidentemente se van a ir allí», añade Ignacio Méndez.