La producción española sigue en caída libre por decimocuarto mes
Los únicos modelos con saldo positivo en el mes fueron los híbridos convencionales, con un auge del 180%
Cuando algo presenta descensos a doble dígito durante 14 meses consecutivos, es síntoma de un problema estructural, o de la concatenación de varios, uno tras otro. Es en este último punto en el que el presidente de la asociación nacional de fabricantes de automóviles (Anfac), Wayne Griffiths, considera que se encuentra la industria de automoción española.
«Soy optimista y creo que la crisis de los semiconductores y la guerra en Ucrania se van a resolver», afirmó en una entrevista concedida a ABC, «pero me preocupa la situación económica en la que pueda desencadenar la inflación y el encarecimiento de materias primas».
Temporales o no, la producción de las fábricas de automóviles nacionales llevan registrando números cada vez más bajos desde enero de 2021 —siendo inferiores, incluso, a los de marzo y abril del 2020, cuando se detuvieron por la crisis sanitaria—.
De nuestras cadenas de montaje salieron en febrero 189.145 unidades, un retroceso del 12,9% en comparación con 2021. De estos, 152.080 fueron turismos, un 9,8% menos que hace un año; mientras que el retroceso de modelos comerciales o industriales fue mucho mayor: de un 23,4%, con sus 37.065 unidades.
Esto hace que los datos en el acumulado asciendan a 369.053, un 15,2% menos que en el mismo periodo del ejercicio pasado, donde aún no se habían hecho patentes, con tanta intensidad, los efectos de la escasez global de microchips. De ese total, 251.786 fueron turismos (-15%) y los 78.623 restantes, vehículos industriales (-16,2%).
Para el director general de Anfac, José López-Tafall, «el Perte del vehículo conectado debe ser la palanca para impulsar la transformación hacia la industria de la electromovilidad, por lo que su puesta en marcha y adjudicación de los fondos debe ser lo más ágil y eficaz posible».
Fuentes de energía
Dentro del desglose de los números de turismos en febrero solo hay una partida que brille en positivo: la de los híbridos enchufables, que registraron un aumento del 180,1%, con sus 801 unidades. Estos, dentro de los modelos electrificados, son los que menos cuota tienen en las cifras industriales, con una cuota del 0,5%. El trofeo se lo llevan los híbridos enchufables, de los cuales se construyeron 11.991 unidades, un 1,7% menos que hace un año, con una penetración del 7,9%. Finalmente, con una cuota del 2,8%, están los modelos cero emisiones, con 4.235 unidades ensambladas. Los vehículos de gas se dividen entre los de natural comprimido (GNC), con 592 vehículos (-58%) y los de licuado de petróleo (GLP), con 2.052 (-31%).
Las propulsiones tradicionales siguen estando dominadas por la gasolina, con 109.905 vehículos producidos, un 6% menos que hace un año. El diésel, por su parte, supuso 22.504 unidades (-24,8%), apenas 2.833 más que la suma de todas las propulsiones alternativas.
En términos acumulados, a los híbridos convencionales se les suman los modelos de GLP en datos positivos. De ellos salieron, respectivamente, 2.746 (+299%) y 3.576 (+2,1%) unidades de las líneas de montaje españolas. Los híbridos enchufables se hicieron con 22.748 ensamblajes, un 7,4% menos que hace un año; mientras que los eléctricos supusieron un 12,4% menos, con 9.397. La gasolina sigue siendo la reina, con 198.155 modelos, un 16,3% menos que hace un año.