Los aliados ponen el foco en Pekín para promover una solución pacífica
Biden: «China entiende que su futuro económico está más ligado a Occidente que a Rusia»
Los treinta países de la OTAN pusieron ayer el foco en China para que no apoye de modo alguno la guerra de Vladimir Putin en Ucrania. Además, EE.UU. le advirtió de las consecuencias económicas y empresariales de un posible apoyo a Rusia.
«Hacemos un llamamiento a todos los Estados, incluida la República Popular China, a defender el orden internacional, incluidos los principios de soberanía e integridad territorial, consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, a abstenerse de apoyar el esfuerzo bélico de Rusia de cualquier manera y a abstenerse de cualquier acción que ayude a Rusia a eludir las sanciones», subrayó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en su intervención posterior a la cumbre extraordinaria de Bruselas.
«Nuestro mensaje a China es que debe unirse al resto del mundo y condenar claramente la brutal guerra contra Ucrania y no apoyar a Rusia ni con apoyo económico ni militar [...] Pekín debería usar su influencia significativa en Rusia y promover una resolución pacífica e inmediata», dijo Stoltenberg quien expresó su preocupación por ciertos comentarios provenientes de funcionarios chinos amplificando las narrativas falsas del Kremlin, en particular respecto a la guerra y la OTAN.
A la presión sobre China también se unió el presidente de EE.UU., Joe Biden, quien al ser preguntado sobre ello recordó cómo hace seis días le hizo ver al presidente Xi Jinping las consecuencias que tendría una ayuda a Rusia. «No hice amenazas, pero se lo dejé claro: me aseguré de que entendiera las consecuencias de ayudar a Rusia», explicó. En esa conversación, Biden le señaló a Xi la cantidad de empresas estadounidenses y extranjeras que abandonaron Rusia desde su invasión de Ucrania.
En opinión del presidente estadounidense, «China entiende que su futuro económico está más ligado a Occidente que a Rusia».
Otro de los mandatarios que expresó su opinión sobre China fue el presidente francés, Emmanuel Macron, quien confió en el poder de persuasión chino: «Como miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y como gran potencia, China no puede hacer otra cosa que ser una potencia de mediación y moderación y ayudarnos a convencer a Rusia de que detenga esta guerra», dijo Macron a los periodistas después de la reunión de la OTAN y del G-7 que también tuvo lugar en la misma sede.
«Quiero creer que China será coherente con su visión de soberanía territorial y seguirá buscando detener esta guerra y quiero creer que China no participará en ninguna forma de escalada», subrayó Macron.
Precisamente, la variable china también fue destacada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien abogó por que «China tenga un papel constructivo en esta guerra, que nadie quiere salvo una persona que es Vladímir Putin».
Sánchez, cercano a Orbán
El presidente del Gobierno, quien en la foto de familia conversó con el húngaro Víktor Orbán, exigió a Rusia «parar la guerra», «frenar la invasión» y «retirar las tropas». En esa misma foto de familia esta vez no hubo encuentro ni palabras fugaces con el presidente de EE.UU., Joe Biden, quien a su llegada conversó sobre todo con Boris Johnson y Macron.
El presidente Sánchez abogó a favor de que «China tenga un papel constructivo»