«Mariano está vivo y en libertad»
El jubilado español Mariano García Calatayud fue arrestado por las tropas rusas durante una manifestación conta la invasión en Jersón
Mariano García Calatayud, jubilado español de 74 años afincado en la ciudad ucraniana de Jersón, quedó ayer en libertad una semana después de que las tropas rusas lo detuvieran en una manifestación contra la invasión iniciada hace un mes por el Kremlin.
Según explicaron a ABC fuentes cercanas al entorno del exfuncionario valenciano, un emisario negoció ayer con las tropas rusas la liberación de Mariano de la cárcel de la comisaría de Jersón, situada al sur de Ucrania. Después de seis días desde que se perdiera la pista de Mariano, llegó la confirmación de que sigue vivo y que se encuentra en libertad.
Una información que al cierre de esta edición no pudo corroborar el Ministerio de Asuntos Exteriores, que todavía trata de esclarecer los motivos de la detención de este vecino de la localidad valenciana de Carlet dedicado a tareas humanitarias en Ucrania desde 2014.
En declaraciones a este periódico, su amigo Julio Suárez, también residente en Jersón durante varios años, afirmó que «Mario –como lo conocen en Ucrania– no lo estaba pasando nada bien en la cárcel», donde por su pasado ligado a las milicias de este país «le estarían intentando sacar información» y «minando tanto mental como psicológicamente».
Este empresario, junto a su hijo Vitali, reconoció que estaban dispuestos a «hacer todo lo posible para salvar a Mariano», incluso pagar un rescate al Ejército ruso. Una liberación que parece haber llegado después de negociar con los soldados que tomaron Jersón hace más de una semana mientras sigue la invasión en el resto del país. Sus parientes y amigos, alertados por algunos de los conocidos del jubilado español, se pusieron en contacto con el Ministerio de Exteriores para intentar averiguar su paradero, tras conocer un relato en el que varios testigos vieron cómo los soldados rusos se lo llevaban en un coche después de participar en una protesta contra el ejército de Vladímir Putin.
El pasado 7 de marzo, el propio Mariano reconocía a ABC su voluntad de continuar en Ucrania «pasara lo que pasara». Llegó a decirles a sus hijos que «el papá sabe cómo cuidarse», mientras atendía a los soldados de este país en su defensa contra las tropas rusas. Años atrás, este veterano de guerra español fundó una ONG para mandar ropa, alimentos y materiales a las familias más necesitadas de Ucrania tras la invasión de Rusia en la región de Crimea en 2014. Desde entonces, se enroló en un proyecto humanitario que le llevó a ser considerado como una de las grandes personalidades de Jersón.
Pese a fotografiarse en diferentes ocasiones con soldados ucranianos y con todo un arsenal de armas, Mariano se definía como «un amante de la paz, el bienestar y el futuro de las familias». «Me dijeron que me matarían por apoyar a Ucrania, pero me dio igual, yo quería ayudar al pueblo que acogió a más de 3.600 niños después de la Guerra Civil Española», aseveró a este periódico.