Alemania ingresa en cuenta 300 euros a cada contribuyente por los combustibles
La coalición ‘semáforo’ alemana anunció ayer un paquete de ayuda integral para afrontar el alza de precios energéticos. Para empezar, dio a conocer el pago generalizado de 300 euros por contribuyente, una «tarifa plana» destinada a compensar los costes energéticos que sigue el procedimiento que ya fue utilizado para ayudar a las familias durante la pandemia. Los beneficiarios de prestaciones sociales recibirán otro pago único de 100 euros, que se suma a los 100 ya recibidos anteriormente, y se introducirá un billete de nueve euros al mes para el transporte público de cercanías durante 90 días que correrá a cargo de los gobiernos de los bundesländer. Las familias recibirán una bonificación única de 100 euros por niño y, durante tres meses, el precio de los combustibles estará subvencionado en 30 céntimos por litro las gasolinas y 14 céntimos por litro el diésel, tal y como avanzó ABC, con el objetivo de mantener los precios en torno a los 2 euros por litro.
La filtración de este acuerdo por parte del Ministerio de Finanzas, liderado por el liberal Christian Lindner, disgustó a los socios de coalición, con los que se reunió la noche pasada y a los que otorgó ayer por la mañana su porción correspondiente de protagonismo. Lindner enfatizó que el Gobierno debe «proteger temporalmente la economía y la sociedad de las consecuencias de la guerra» y anunció que Alemania se sitúa con esta decisión en el mínimo de la fiscalidad energética europea.
Junto a él, la codirectora de los Verdes, Ricarda Lang, advirtió de que el Gobierno no podrá compensar «cada carga», pero confirmó que el transporte público local está recibiendo ya un apoyo masivo para abaratar su funcionamiento: «Los autobuses y los trenes son probablemente más baratos que nunca en Alemania». Además, la coalición quiere mejorar la eficiencia energética, por ejemplo a través de subsidios para la sustitución de los sistemas de calefacción de gas. «A partir del 1 de enero de 2024, el 65% de la calefacción de las viviendas debe proceder de energías renovables y a partir del 1 de enero de 2026 el 55% debe estar ya bajo los nuevos estándares de eficiencia energética», informó, para añadir: «Estas decisiones no significan solamente una respuesta a las actuales circunstancias, sino también una declaración gubernamental de independencia energética y una despedida definitiva de las energías fósiles».