«Soy más de gastar bromas que de mandar»
∑El canario, en forma e imprescindible para Luis Enrique, regresa a la selección tras perderse las tres últimas convocatorias por lesión
«Dentro del campo casi no me da tiempo a pensar y hago lo primero que se me pasa por la cabeza, casi por instinto»
Desde que comenzó la pandemia, y especialmente en la pasada Eurocopa, se hicieron famosas en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas unas jaimas instaladas en uno de los campos de entrenamiento que servían de improvisado set de entrevistas con los internacionales. Allí siguen las jaimas, aunque para esta concentración de marzo han quedado inutilizadas por el viento y la lluvia que azotan estos días el cuartel general de la selección. El mal tiempo aconsejaba resguardar a los jugadores en una salita, y allí atiende Pedri a ABC. El canario vuelve a ser uno de los hombres de moda del fútbol español tras mandar al olvido la lesión que lo mantuvo apartado de los terrenos de juego más de cuatro meses tras el apretadísimo verano en el que encadenó la Eurocopa con los Juegos. Ahora vuelve a brillar al mismo ritmo que su equipo, un Barça que no pierde en Liga desde el regreso del canario. También sonríe Luis Enrique al recuperarlo. El asturiano no ha podido contar con él en sus tres últimas convocatorias, y nadie duda de que lo considera uno de los imprescindibles en la preparación del próximo Mundial de Catar.
—Llevaba mucho tiempo sin venir por Las Rozas. ¿Echaba de menos estas concentraciones?
—Claro. Venir a la selección me gusta, me lo paso muy bien jugando con estos compañeros. Siempre es un orgullo poder disfrutar de estar aquí.
—¿Se piensa ya en el Mundial o queda aún demasiado lejos?
—Siempre se piensa en un Mundial, aunque queden muchas cosas por delante. Estos amistosos también son importantes, como lo serán los partidos de Nations League que tendremos antes. Son, sobre todo, una forma que tenemos para poder ganarnos el puesto y poder estar en Catar.
—Este año ha tenido que lidiar por primera vez con las lesiones. Se ha visto obligado a parar. ¿Cómo ha llevado ese proceso?
—Fue duro, no voy a mentir. Una lesión no gusta a nadie. Lo que más me apetece en la vida es estar en el campo, y cuando te lesionas y vuelves a recaer es lo peor que hay.
—¿Cómo encontraba consuelo?
—Siempre intentas ver la luz al final del túnel. Pensaba en lo bien que me lo paso dentro del campo y que quería estar ahí cuanto antes, pero a la vez sabía que no podía precipitarme y arriesgarme a una nueva recaída. Sabía que cuando volviera, era para quedarme.
—¿Tanta factura le pasó el verano?
—Fueron muchísimos partidos, pero las lesiones vienen por otras cosas. Puede ser por mala suerte o porque a todos nos toca vivir esa etapa en algún momento. Tampoco voy a quejarme por jugar mucho.
—Ahora, en cambio, se alaba su momento de forma, que ha coincidido también con el resurgir de su equipo.
—Con Xavi tenemos las cosas muy claras, sabemos a qué queremos jugar, dominar la pelota y estar tranquilos para buscar la ocasión buena. Es el fútbol que he visto desde pequeñito, al que me gusta jugar y eso se nota. —¿Cuánto tiene que ver en esto la figura de Xavi?
—El míster nos ayuda muchísimo. Él también jugó en nuestra posición y
está siendo un gran apoyo. Como entrenador me ha sorprendido una barbaridad porque nos da un montón de consejos.
—¿En qué le insiste?
—Sobre todo en mirar antes de recibir para ver si tienes a un rival detrás de ti, en meternos entre líneas y siempre buscar al hombre libre, mirar a ver quién salta para ocupar el espacio. Siempre me he fijado en el modelo de juego del Barça y era esto que hacemos ahora.
—A usted parece salirle de forma natural...
—Creo que sí. Dentro del campo casi ni me da tiempo a pensar y, normalmente, hago lo primero que se me pasa por la cabeza. Es así desde que era pequeño, siempre he tenido ese instinto, pese a que la gente dice que en el campo hay que decidir bien... Y la verdad es que me alegra tenerlo.
—¿Ha vuelto a ver el 0-4 ante el Real Madrid?
—Siempre veo mis partidos repetidos y me fijo en mis acciones, pero solo lo he visto una vez más. Cambia mucho al verlo después por televisión, sobre todo los movimientos. La verdad es que fue un partido inolvidable en el que nos salió todo casi perfecto.
—Cuenta Luis Enrique que le alegra verle más cerca del gol. ¿Es algo que está buscando?
—Es una de las cosas que sé que tengo que mejorar. Una de las cualidades que me falta es llegar al final de la temporada con una cifra más alta de goles. Es algo que todos los entrenadores me dicen y que sé que tengo que hacer.
—En estas últimas semanas da la impresión de que el Barça se ha quitado de encima la sombra de Messi.
Clásico «Siempre veo mis partidos repetidos y este fue inolvidable, nos salió todo casi perfecto»
«Los futbolistas estamos en una burbuja y no nos enteramos de mucho, pero sé cómo afectan estas cosas»
❝ Ucrania
Barcelona «Tengo ya algunos sitios favoritos a los que voy con mi familia, pero el lugar al que más me gusta ir es el Camp Nou»
—Es normal que cuando se te va uno de los mejores jugadores del mundo sea difícil jugar sin él. Antes resolvía muchos partidos con una jugada de las suyas y ha sido complicado no tenerle ahí. Poco a poco nos hemos ido acostumbrando a que ya no está, intentando jugar como un bloque y ahora se están dando los resultados.
—¿Sigue hablando con él?
—Alguna vez nos hemos mandado algún mensaje. Aunque ahora no hablamos mucho, siempre hemos tenido una relación muy buena.
—Es su segundo año en el Barça y en el campo se le ve más líder. ¿Es así también en el vestuario? ¿Ha ganado jerarquía?
—En el vestuario siempre he tenido una buena relación con todos, desde los veteranos como Busquets o Alba hasta los más jóvenes. Es verdad que ahora tengo más confianza y ya gasto bromas a todos, pero no soy alguien a quien le guste mandar mucho.
—¿Cómo es su relación con Gavi? Se insiste mucho en que el futuro del fútbol español pasa por ustedes dos.
—Con Gavi siempre me lo paso bien, la relación es muy buena. Muchas veces lo llevo en coche a entrenar, cuando hace un año era a mí a quien tenían que llevar porque no tenía carné. Está despuntando cada vez más y hace cosas de auténtica locura.
—Si nada se tuerce y les sumamos a Busquets, el centro del campo de España en el Mundial será azulgrana...
—Busi es un espectáculo, uno de los jugadores que más me ha sorprendido desde que estoy en el Barça. Ojalá pudiera jugar diez años más.
—¿Le hace una ilusión especial que la selección juegue en Barcelona?
—Hace mucho tiempo que España no juega allí y es verdad que hay muchas ganas. Ojalá haya mucha gente animándonos. Es verdad que es un amistoso, pero nosotros no nos lo tomamos así. Como digo, es un partido para ganarnos el puesto y poder ir a un Mundial.
—¿Cómo es su vida en Barcelona? ¿Le gusta visitar la ciudad? ¿Tiene ya algún lugar preferido?
—Soy un chico al que le gusta estar en casa, así que no salgo mucho. Pero sí he visitado algunos sitios con mi familia y también tengo ya algún restaurante favorito. Pero el sitio al que más me gusta ir es al Camp Nou.
—¿Y el catalán cómo lo lleva?
—Lo entiendo, pero me resulta complicado hablarlo. Poco a poco.
—¿Sigue la actualidad? ¿Está pendiente de la invasión de Ucrania o de la huelga de transportistas?
—Es verdad que los futbolistas estamos en una especie de burbuja y no nos enteramos de muchas de estas cosas. Pero mis padres, por ejemplo, tienen un restaurante y sé cómo les afectan este tipo de cosas.
—¿En qué momento se da cuenta de que puede llegar a ser profesional?
—No recuerdo el momento exacto. Siempre me he esforzado para conseguirlo, pero de pequeño pensaba más en divertirme. Mi familia siempre me aconsejó que me centrara en pasarlo bien, en hacer amigos y disfrutar del deporte. Luego se trata de superar etapas.
—En esta convocatoria llevará por primera vez el dorsal número 10. ¿Cómo se eligen esas cosas?
—Siempre se elige por número de convocatorias y cuando me tocó a mí y lo vi libre no lo dudé. Es un número muy bonito y lo ha llevado gente muy importante, aunque el dorsal que siempre me ha gustado es el 8.